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Monday, 1 January 2024

¿Cuándo es…?

 ¿Cuándo es…tiempo de?

Es ya innegable el cambio climático y su causa antropogénica principal, la quema ininterrumpida de combustibles fósiles a partir del inicio de la Revolución Industrial a finales del siglo xviii. Se ha liberado suficiente cantidad de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera para que este gas de efecto invernadero haya aumentado su concentración en la atmósfera con la consecuencia de un aumento en la temperatura planetaria; otro gas que ha aumentado y con mayor efecto invernadero que el CO2 es el metano, producto de la digestión del ganado vacuno.


¿Qué es el efecto invernadero? Los invernaderos son estructuras utilizadas en la horticultura y la agricultura para mantener una temperatura más estable y alta con respecto a la temperatura exterior. Los primeros invernaderos tenían techos y ventanas de vidrio por donde penetraba la luz. Los invernaderos de hoy son estructuras con techos de plástico translúcido. El efecto invernadero se da cuando la luz solar pasa el vidrio, el plástico traslúcido o la atmósfera, toca el suelo y al reflejarse de regreso al espacio las ondas de frecuencia más baja, infrarrojos, son interceptados por las moléculas de vidrio, plástico o gases de efecto invernadero, atrapando estas radiaciones “calientes”, aumentando la temperatura. Sin los gases de efecto invernadero nuestro planeta sería frío y posiblemente sin vida.


Tenemos evidencia de que en el pasado lejano, como en el Carbonífero, la composición de la atmósfera era diferente, con mayores concentraciones de gases de efecto invernadero. La temperatura global era mayor y la vida estaba adaptada a esas condiciones. Sabemos que la temperatura global ha variado, pero las causas tienen que ver con excentricidad en la rotación de la tierra y otros efectos de la naturaleza.


El cambio climático actual, consecuencia de el aumento de la concentración de los gases de efecto invernadero, es muy rápida en tiempos evolutivos. Para las especies con tiempos generacionales (periodo en la que una generación substituye a otra) que van de años a décadas no es tiempo suficiente para que entre la variabilidad de la especie surjan mutaciones adaptadas a las nuevas condiciones climáticas y que se propaguen en la población. Sin las adaptaciones pertinentes a nuevas condiciones las especies se extinguen porque son desplazadas por otras mejor adaptadas a las condiciones y porque no alcanzan a desplazarse a los lugares donde existen las condiciones apropiadas. Ejemplo de esto último son los desplazamientos de especies de plantas, después de la última glaciación a lugares que les proveen el clima y otras condiciones necesarias para su supervivencia, crecimiento y reproducción.


Es tiempo de usar soluciones  conocidas y nuevas al cambio climático. Reducir la quema de combustibles fósiles, absorber el CO2 de forma permanente y sin complicaciones tecnológicas. Mejor reforestar y crecer bosques, que después podemos convertir en casas y muebles, que buscar formas de llevar el CO2 a viejas minas o al subsuelo esperando que no escape.


Es tiempo de reconstruir nuestra economía global en economías circulares tan independientes como sea posible del uso de combustibles fósiles, sin caer en la energía atómica, para cuyos productos no hemos descubierto la tecnología para resguardarlos por tiempos mucho más largos que la de todas nuestras civilizaciones juntas.


Es tiempo de buscar cambios personales con efectos cumulativos globales en nuestra forma de transporte, trabajo, alimentación y recreo.


¿Cuándo es…demasiado tarde?

Espero que no sea demasiado tarde. Que no hayamos superado un umbral de concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera que nos precipiten a un mundo del que no podamos regresar, de la temperatura del océano y la velocidad de las corrientes marinas, de deforestación, de destrucción de hábitats, de reducción de glaciares y derretimiento de las capas polares, de sobrepesca, de población humana, de exterminio de especies, de contaminación química por fertilizantes, plaguicidas en campos y cuerpos de agua, de hormonas en el aguas residuales, de microplásticos que atrofien la cadena alimenticia, de extinción de insectos —incluyendo a las abejas que polinizan las flores de cuyos frutos nos alimentamos.


Que no sea demasiado tarde para que nuestras ciencias, nuestra creatividad, nuestras tecnologías y nuestra solidaridad detengan la carrera suicida que hemos emprendido bajo la excusa del mercado, de la riqueza extrema y la concentración del capital.

Friday, 15 October 2021

Musas y Musitaciones

John Singer Sargent. Apolo y las 9 musas
 En la mitología griega las Musas son las nueve hijas de Zeus y Mnemosínelas y las inspiradoras de las artes. En esta su columna busco inspiración y motivación en la naturaleza y en la búsqueda de un mundo sustentable. Un mundo tan verde como podamos mantener y lograr.

La primera acepción de musitar es hablar en voz baja, susurrar. También cuando musitamos hablamos con nosotros mismos para pensar—casi en voz alta.


Todo momento es bueno para reflexionar sobre nuestro quehacer diario y nuestra satisfacción (o no) con la vida. También hay momentos y lugares para reflexionar sobre nuestro impacto en el mundo. Esta reflexión es impostergable ante la evidencia diaria y directa del cambio climático en nuestra vida.


Las noticias de huracanes cada vez más potentes, incendios incontrolables, sequías extensas, inundaciones devastadoras con las consecuentes pérdidas en vidas humanas, hambrunas, destrucción de ecosistemas y de las contribuciones que estos hacen a nuestro bienestar.


¿Podemos atacar las causas del cambio climático? Mas allá, ¡debemos! Para hacerlo hay que identificar por quién y cómo ha aumentado la concentración de los gases de efecto invernadero (GEI), causa del cambio climático. Los “culpables” son el bióxido de carbono, producto de la quema de combustibles fósiles, el metano, producto de la digestión del ganado y de los cultivos de arroz, y otros más.


Los GEI son esenciales para la vida en el planeta. Sin el efecto invernadero provocado por estos gases, guardando el calor generado por la luz del sol sobre la tierra, impidiendo su escape al espacio, tendríamos temperaturas extremas altas y bajas diarias. Bajo diferentes concentraciones de GEI la vida pudo evolucionar. La concentración de los GEI ha cambiado durante la historia del planeta, así como la temperatura ambiente media. Los cambios en la concentración actual de GEI es consecuencia de una economía basada en la quema de combustibles fósiles. Las grandes petroleras y las industria que dependen de los estos combustibles no cambiarán hasta que se acaben todo el carbón, gas y petróleo aún bajo el suelo.


Smart Water magazine
Todas estas musitaciones nos dejan con un futuro pesimista y fuera de nuestro control. Poco queda por hacer más que esperar que reuniones como la próxima Conferencia del Cambio Climático de las Naciones Unidas 2021 en Glasgow, conocida como COP 26, solucionen la crisis. A esta reunión llegarán jefes de gobierno o ministros del ambiente para discutir qué se puede y debe hacer para reducir los efectos de los GEI y mantener el aumento de temperatura promedio abajo de 1.5 oC en lo que queda del siglo — queda poco tiempo y mucho trabajo. Desafortunadamente, muy cerca estarán representantes de la industria del petróleo (señores son poderosos, ricos y con gran peso político), tratando de convencerlos, contra toda evidencia científica, de que el cambio climático actual sólo es consecuencia de la variabilidad climática natural. Muy alejados pero presentes estarán muchas Organizaciones de la Sociedad Civil e individuos exigiendo un futuro sustentable para todos —no serán recibidos con los brazos abiertos.


Dejemos las musitaciones y busquemos a las Musas para inspirarnos. No tenemos ni debemos esperar que la COP 26 resuelva el calentamiento global y tome todos los pasos correctos para disminuir la concentración de GEI en la atmósfera a niveles que nos lleven a temperaturas globales aceptables. Pueden cambiar leyes, obligar a las industrias petroleras a disminuir la extracción de combustibles fósiles o restringir y regular el uso de combustibles fósiles. Con todo eso, nada puede cambiar.


El único cambio efectivo será el que cada uno de nosotros haga en sus patrones y costumbres. Pudiéramos comprar un auto eléctrico o híbrido, construido a un costo energético muy alto de metales, plásticos y baterías. Podemos ¿debemos? usar transporte público (aunque tiene los mismos costos de producción, pero repartidos entre todos los usuarios). Podemos usar la bicicleta o caminar cuando las distancias lo permitan.


Debemos cambiar nuestro estilo de vida, consumir local, reducir el consumo de carnes rojas (las alimentadas con grano con mayor razón). Podemos restringir la huella de carbono de nuestros viajes, ropas y alimentos. 


Debemos entender que todo esto no es disminuir nuestra calidad de vida, sino una forma mínima de promover igualdad, desarrollo sustentable, uso apropiado de los bienes naturales y de mantener los procesos ecológicos y evolutivos. Un deber inspirador al que nos llama la Musa Verde.

Thursday, 2 September 2021

Planeta amenazado

El último reporte de Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) concluye con evidencia innegable (excepto por quienes se rehusan por razones ideológicas o políticas) que el cambio climático es: 1) una realidad y 2) la causa principal es el aumento de la concentración de CO2 y CO, conocidos como gases de efecto invernadero (GEI), en la atmósfera. Este aumento es consecuencia de la quema de combustibles fósiles a partir de la Revolución Industrial en el siglo XIX. La revolución industrial empezó con carbón, pasando por combustoleo, diésel, acabando con gas natural. Todos estos hidrocarburos al quemarse se descomponen en CO2 y CO aumentando la temperatura promedio del planeta.


Las consecuencias del aumento del efecto invernadero no sólo las vemos en las noticias todos los días y a todas horas, también las vivimos. El clima y sus consecuencias han llegado a casos extremos cada vez más seguidos. Los tornados, huracanes o tifones de esta temporada son de las categorías más intensas, causando destrucción de inmuebles, inundaciones y pérdidas de vida. 

En otros lados, la falta de lluvia a causado sequías y las hambrunas consecuentes por la falta de producción de granos y ganado. Las presas están debajo del nivel esperado y el agua es racionada. Hay incendios catastróficos en Siberia, China, Canadá, California, Grecia, Alemania, Brasil, etc. Sabía de y esperaba incendios en Canadá y California pero no en los otros sitios; a la mejor son comunes. Ahora todos son más grandes y difíciles de controlar, afectan la vida silvestre, construcciones y vehículos. Hay quienes mueren en el fuego o combatiéndolo.


Nuestra vida no van a cambiar en el futuro por el cambio climático, está cambiando hoy y todos los días.


Para regular los efectos del efecto invernadero tenemos que hacer dos cosas. La más obvia y más complicada es dejar de liberar GEI a la atmósfera. Para eso debemos dejar de usar combustibles fósiles. Al momento todas las economías nacionales, regionales y caseras dependen de los combustibles fósiles. Nos queda un camino largo y sinuoso que debemos transitar para eliminarlos de nuestra vida. Hay un problema casi insuperable, las compañías extractoras de petróleo y productoras de combustibles fósiles son muy poderosas y compran, corrompen y convencen a gobiernos en todo el mundo para que el juego esté cargado a su favor. Ya sabían de las consecuencias nocivas de los GEI y gastaron mucho dinero en negar y ocultar los resultados. Aunque conocen bien los efectos nocivos de los GEI están invirtiendo en energías alternas, siguen obteniendo ganancias de la explotación de combustibles fósiles a expensas del calentamiento global, la destrucción del planeta y los ecosistemas y la pérdida de vidas.


La otra ruta necesaria es disminuir la concentración en la atmósfera de los GEI; tenemos que reabsorber el CO2, el CO de la atmósfera a un sumidero. Se han propuesto varios modelos ingenieriles para bombear GEI a minas y otros lugares profundos. ¿Para qué gastar en tecnología si tenemos la solución natural frente a nosotros? La solución es la fotosíntesis que provee de oxígeno a la atmósfera al romper el CO2 y producir azúcares y otras moléculas que construyen plantas. La creación de madera, el producto vegetal más longevo que conocemos, es la creación de un sumidero. Está formada de celulosa, usada para fabricar papel, y lignina.


Para mantener el carbono capturado como madera hemos diseñado formas de pago para que los dueños de las tierras conserven bosques y selvas tropicales como reservas de carbono. Es ya toda una industria cuidar no sólo que mantengan las selvas, también que no inviertan la paga en la destrucción de selvas y bosques en algún otro lugar. Ya hemos destruido muchas de estas selvas y continuamos. Las selvas de México casi han desaparecido a manos de agricultores, talabosques y ganaderos. La Amazonia sufre el mismo destino, aunque la minería es otra forma común de su destrucción. La reforestación manual nunca es tan eficiente como la regeneración natural, pero ahorra tiempo en la regeneración de bosque y selvas.


Por diseño burocrático y falta de motivación e investigación ecosistemas como los del desierto sonorense y las regiones mediterráneas, donde también se produce tejido leñoso, no han sido investigadas como sumideros de carbono.


Hay que cambiar nuestra forma de vida y repensar cómo vivir. No podemos dejar a banqueros e industriales continuar con sus ganancias en vez de la vida.

Sunday, 7 March 2021

Pandemia, emisiones y sociedad



wikipedia

En estos tiempos aciagos donde la pandemia nos ha obligado a reducir nuestros movimientos fuera de casa en aras de la salud. Esto ha reducido nuestro uso de vehículos de combustión interna. Por lo tanto, estamos contentos de que la contribución global a la liberación de gases de efecto invernadero (GEI), principalmente CO2 ha disminuido con la pandemia. Los medios muestran imágenes de cielos azules. Sin embargo la reducción de las emisiones no es tan grande como nos gustaría ni significa que hay más fuentes de energía renovable alimentando nuestro gran apetito energético. 


Los alimentos y demás bienes de consumo esencial o suntuario siguen moviéndose del campo y las fábricas a los consumidores, a veces como pescados que viajan dentro de la comarca o del estado, la mayoría de las veces dentro del país en como los chiles o aguacates, o cruzando una o más fronteras como la mayoría de nuestros vehículos y en ocasiones son ultramarinos que han viajado decenas de miles de kilómetros de una parte del mundo, como pueden ser uvas chilenas en tu mesa o electrónicos orientales en tu escritorio.

climatenewsnetwork


Aunque el turismo ha bajado en todo el mundo y muchas compañías de aviación y la industria hotelera están colapsando económicamente, seguimos viajando para trabajar, estudiar, mantenernos en contacto con familia y amigos y vacacionar. Todos estos viajes significan emisiones de CO2 a la atmósfera.


La generación de gases de efecto invernadero es un negocio, tal vez el más importante de la economía mundial. La extracción y uso de combustibles fósiles impulsa nuestra economía. A medida que ampliemos el uso de energías alternativas en todos los aspectos de nuestra vida y cambiemos nuestros patrones de consumo podremos evitar la adicción a la producción de GEI. Estos gases también impulsan los conflictos mundiales, no sólo por su control, política o ganacias, también como motor de la industria militar global.


Nos olvidamos de los miles de millones de dólares que se colectan como impuestos se otorgan en préstamos y se gastan en la industria militar y en los ejércitos, guerrillas y grupos terroristas. Este capital se usa para fabricar y mover armas, transportar soldados, entrar en combate o defenderse del enemigo desde un cuartel o un campamento. Todas estas acciones y actividades logísticas son fuente de GEI con consecuencias graves no sólo la emisión de GEI, sino también por la devastación que las guerras causan en humanos, el resto de los seres vivos y el ambiente


La pandemia ha puesto presión sobre los gobiernos, sus economías y sistemas de salud de todo el mundo. La variación y contraste de las respuestas es notable. Algunos, como México, Brasil y los Estados Unidos han minimizado el problema. En cambio, en Corea del Sur, Australia, la Union Europea y Nueva Zelanda han hecho esfuerzos extraordinarios para disminuir los costos humanos.


SARS-Cov-2 se transmite por contacto cercano e invade el cuerpo a través de las vías respiratorias, donde crea el mayor daño, pero no el único. Para evitar el contagio hay que aislarlo. Esto nos ha forzado a quedarnos en casa si es posible. Aunque este aislamiento ha tenido un gran costo económico, no quiero saber las consecuencias económicas y humanas de tener aún más muertos y enfermos.


 Ahora llamamos trabajadores esenciales a quienes siempre han tenido trabajos muchas veces inseguros y otras mal pagados. Trabajadores que recogen basura, manejan transporte público, trabajan en tiendas de autoservicio, bancos, laboratorios, consultorios y hospitales. También incluyen a policías, servicios paramédicos y de bomberos. Que no se nos olvide que la sociedad ha seguido funcionando por sus sacrificios y porque las más de las veces no tenían otra opción que sacrificarse, arriesgando a infectarse con SARS-Cov-2 en todo momento. Que tampoco se nos olvide que muchos cayeron y seguirán cayendo mientras toda la población no tome en serio esta amenaza y, además, esté vacunada. 

globaljustice.org


Los trabajadores esenciales merecen mejores recompensas y reconocimiento no sólo en tiempos como estos sino siempre. Un salario y una forma de vida de acuerdo a sus responsabilidades. 


Con el mundo funcionado a menos de su capacidad económica y de fuerza de trabajo total, ¿cómo vamos a aprovechar estos momentos para cambiar nuestra forma de vida y la eonomía global? Las consecuencias sociales y económicas de Covid-19 no deben ser la excusa para mantener la vida como es sino la oportunidad para empezar a construir un futuro mas sustentable y egalitario.

Tuesday, 20 October 2020

Sempra, no te olvido

¿Dónde está el futuro energético de México? Hay una respuesta, no en los hidrocarburos: el petróleo y sus derivados. Los hidrocarburos son un recurso con futuro certero, se van a acabar. Se encuentran en lugares que resultan cada vez más caros para


su extracción y en cantidades cada vez menores. Desde la expropiación petrolera de 1938 México ha dependido de los ingresos del petróleo para impulsar su economía, escenario a punto de cambiar. El país perdió ya la oportunidad de diversificar su economía usando al petróleo como la moneda de cambio.


Pese al fin de la era del petróleo ¿Por qué Sempra, compañía energética transnacional, insiste en usar a Baja California como un foco de sus planes y mercados internacionales? ¿Qué trajo a Sempra,  en la forma de iEnova y Energía Costa Azul,  a la bahía de Ensenada?


¿Qué ventajas tiene instalar una terminal para regasificar gas natural donde no hay un mercado de energía ni tampoco planes para crear una ciudad industrial? Dos respuestas obvias que además de obvias nos explican la transformación de la planta. Las leyes ambientales mexicanas son más laxas, tolerantes y corruptibles que las de California y hay dos mercados importantes de energía accesibles: California mediante un gasoducto y el oriental con buques tanque, ambos ávidos de energía barata.


La planta original iba a recibir Gas Natural Licuado (GNL) de Bolivia  y otras fuentes para llevarlo al mercado de energía del sur de California. Costa Azul iba a calentar el líquido a gas, como una estufa evaporando agua, y ponerlo en los gasoductos. El mercado falló.

gob.mx

Ahora  Sempra cree tener la oportunidad de comprimir  y exportar el metano (gas natural licuado, GNL) producto del fracking al mercado asiático. Hay que enfriarlo y comprimirlo, como lo hace el compresor de un refrigerador, antes de subirlo a buques tanque. No sabemos si Sempra hizo una manifestación de impacto ambiental para ese refrigerador sofisticado y sus riesgos.


Sempra regresa a las primeras planas ensenadenses y nacionales después de 15 años de tener ociosa una inversión millonaria en Costa Azul. Su súbita bondad y preocupación por Ensenada levanta sospechas. Razones hay, Sempra quiere convertir su estufa en refrigerador sin pasar por los canales de evaluación y consenso social abiertos minimizando los riesgos del flujo y compresión de metano sobre el ambiente y la ciudad.


Hace 15 años Sempra creó un fideicomiso para ayudar al ayuntamiento, pero el dinero cesó. ¿Sería porque Sempra no utilizó su planta y no generó ingresos? ¿Sería que los manejos no fueron transparentes? Hoy, ¿cuál es el interés de tanto donativo tan rápido, el consultar el uso de los dineros y hasta premiar fotos de un calendario?  Recibimos las oraciones de buena fe y mejores intenciones de Sempra a la ciudad que la acoge, pero por sus antecedentes locales e internacionales debemos ser suspicaces. Sempra no quiere hacerse amiga de Ensenada, compra la indiferencia ciudadana de una planta lejana con un riesgo aparentemente remoto. Sempra cree así prevenir  la oposición internacional a su proyecto de exportación de gas metano derivado del fracking. 

Hace 15 años formamos una coalición binacional de oposición. Nuestra inquietud atrajo a los diputados federales, quienes presenciaron la violación de la soberanía nacional: un puerto internacional en México sin oficinas de aduana o migración: Costa Azul.


 Sempra clama ser vecino responsable, basta una fuga de gas metano para arruinar los ecosistemas y la economía ensenadenses, especialmente porque la ciudad no cuenta con las regulaciones ambientales  apropiadas. Cualquier fuga sustantiva de metano se aplica a la contabilidad de producción de gases de efecto invernadero en México.


ibero909fm

La inversión de Sempra de 400 ó 500 millones de pesos para embaucar a Ensenada es una gota en el océano del mercado de energía mundial. Podemos exigir comportamientos más responsables y onerosos.  Podría tratarse de una fianza o depósito por daño ambiental, de paisaje, bienes y vidas que causaría una explosión mayor en sus ductos, sus instalaciones o los buques tanque que atracarán y zarparán de Costa Azul. Tal vez podemos crear un antecedente internacional. ¿Por qué esperar un accidente como Ixtoc o BP Horizon en el Golfo de México o Exxon-Valdez en Alaska para litigar compensaciones? Una fianza a lo largo de la vida de la planta de Costa Azul para restaurar el ambiente no resuelve el problema pero advierte que no ignoramos sus riesgos..


Sempra, ni te olvido ni quiero malos recuerdos. 

Wednesday, 16 September 2020

Antropocénica del humo

 Well, I don't think science knows, actually.


Donald Trump


Donald Turmp respondío, no pienso que la ciencia sabe a Jared Blumenfeld secretario de protección al ambiente de California cuando este último mencionó que el calentamiento global es la causa de los incendios en la costa Oeste de los Estados Unidos. Trump también dijo que la temperatura del mundo va a bajar prendiendo los aires acondicionados para lograrlo. La realidad, con o sin ciencia, no es la de Trump. El cambio global está aquí y afectando nuestra vida diaria, nuestro futuro cercano, el de las generaciones futuras y el ambiente planetario. 

 

Las imágenes captadas por los satélites de la cantidad de fuegos y grandes extensiones de humo no tienen precedente durante la presencia humana en la costa Oeste de los Estados Unidos. La cantidad de humo desatada por los incendios abarca miles de kilómetros y obscurece los cielos hasta nuevo México, Chihuahua, Colombia Británica y Baja California.


Hay coincidencias por las cuales estos incendios son tantos y tan grandes. Las sequías han afectado 147 millones de árboles en California, muchos de ellos muertos en pie, las temperaturas promedio de verano han aumentado un grado centígrado y los rayos asociados a los monzones han sido las chispas de los incendios. La campaña de supresión de fuegos ha creado la acumulación de árboles de muchas edades y tamaños en el bosque, aumentando la competencia por agua creando escaleras naturales por las que el fuego, impulsado por vientos, sube a las coronas de los árboles secos y se propaga a grandes velocidades y temperaturas. 


De todos esos factores sólo los rayos no han sido influenciados por las actividades humanas. La sequía y el calentamiento están asociadas al cambio climático y el aumento de densidad de árboles a la supresión de incendios.


Paradójicamente el humo y las partículas suspendidas producto de los incendios causados por el calentamiento global han dado lugar a circunstancias atmosféricas conocidas como invierno nuclear. El invierno nuclear sería la consecuencia de una guerra nuclear en la cual quedan partículas suspendidas en la atmósfera por muchos años, bajando la temperatura y disminuyendo la fotosíntesis en todo el planeta. Las consecuencias: menos alimentos para animales y. humanos, hambrunas y extinciones. No será sorprendente si el crecimiento de las plantas en zonas cubiertas por el humo sea menor que el de otros años.


Los bosques de California deberían ser abiertos, con muchos árboles viejos y pocos retoños y juveniles. La Sierra San Pedro Mártir es el modelo ha recrear en el resto de la costa oeste. En un bosque sano los fuegos naturales y las sequías matan a uno de cada mil retoños, los árboles que llegan a reproducirse son fuertes y longevos.


Para evitar los incendios masivos California planea quemas proscritas de 50 000 hectáreas al año, recreando así poco a poco los bosques manejados por los nativos antes de la llegada del hombre blanco. La supresión de incendios a hecho peligroso el vivir en medio de un bosque, ya no es un paisaje bucólico e idealizado, es una pira que explotará en cualquier momento. 


La modificación de los millones de kilómetros cuadrados de paisaje mediante el manejo de fuego es una tarea pantagruélica pero inevitable. Se tiene que hacer en condiciones de humedad, viento y temperatura poco comunes, húmedo cero viento y fresco para evitar perder control del fuego para no causar un desastre. 


¿A donde lleva el futuro? Los incendios catastróficos, la plétora de tormentas tropicales, huracanes y tifones, las sequías y el derretimiento y colapso de glaciares se están volviendo comunes. Estos son una señal clara que debemos disminuir el consumo de combustibles fósiles. Debemos crear leyes en las que la industria y los consumidores disminuyan sus emisiones de GEI por motores de combustión interna para autos, camiones, aviones, barcos y trenes. 

Hemos creado retos tecnológicos, biológicos y ambientales que sólo nosotros podemos superar. No hay tiempo que perder si amamos a la vida.

Los cubrebocas salvan vidas ¡Usa el tuyo!

Comentarios bienvenidos: https://horaciodelacueva.blogspot.com/

Además, pido que se encuentre y castigue a los culpables intelectuales y materiales de los asesinatos de Miroslava Breach y Javier Valdéz y del secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa. ¡Viva la Comisión de la Verdad! Que beba Mexicali, dejemos a Constellation sin agua. Sólo dos años de Gobierno en BC. Apoyo a G Sheridan y H de Mauleón.

Friday, 7 August 2020

Lecciones de la pandemia

 Los mensajes de gobiernos, instituciones médicas y su personal, estrellas mediáticas y científicos es que la pandemia COVID-19 continúa, que no hay remedio fácil y que la vacuna no estará disponible mañana o pasado. También nos dicen que aislarnos físicamente, mantener una distancia entre 1.5 y 2 m y usar cubrebocas —que incluye tapar la nariz— previene el contagio de otros. 


Las técnicas para detectar el virus no son infalibles. Los números de falsos positivos (detectar la enfermedad cuando no existe) y falsos negativos (no detectarla cuando está presente) apenas dan resultados aceptables. Las fallas en detección se convierten en errores caros al sistema médico y enfermedad y muerte de enfermos no detectados a tiempo. 


La Organización Mundial de la Salud teme que jamás haya una cura para el virus. Hay muchas compañías y laboratorios desarrollando y probando vacunas en humanos. Los investigadores rusos dicen que han obtenido resultados de cien por ciento de respuesta inmunológica, pero no hemos visto una publicación científica que los avale. La oficina encargada de aprobar medicamentos en los EEUU, la Food and Drug Administration, se mantiene vigilante sobre la calidad de las vacunas, pero ha permitido que algunas pruebas se traslapen. Los resultados de la efectividad de las diferentes vacunas pueden aparecer tan pronto como noviembre o a principios de 2021. En China también se desarrolla una vacuna; Inglaterra desarrolla la suya. Hay otros jugadores menores sin la capacidad científica. Enfatizó capacidad, talento hay. 


Encontrar una vacuna no es lo mismo que vacunar a la población o que vacunar al mundo. Sí queremos alcanzar el efecto de inmunización por rebaño, tenemos que vacunar al 80% o más de la población. Bajo este efecto hay suficientes miembros inmunizados en una población como para que una infección no se extienda; tendremos que vacunar a gran parte del mundo. 


Necesitaremos gran capacidad industrial con controles sanitaria para producir la vacuna. Necesitaremos equipos físicos y equipos humanos para distribuirla e inyectar las dosis. Alguien tiene que cubrir los costos de investigación, desarrollo, producción y vacunación. Si creemos en el capitalismo todos y cada uno debe pagar y quien más pague recibirá una menor vacuna más pronto. El concepto de equidad nos dice qué la vacuna debe ser accesible universalmente, independientemente del ingreso o el lugar de residencia. Con ganancia o sin ganancia, la vacuna es el esfuerzo de muchas personas que deben ser recompensadas. 


La humanidad enfrenta retos cuyas interacciones apenas podemos apreciar. Junto con el ocaso de la economía del petróleo llegó la consciencia de las consecuencias de los gases de efecto invernadero, —el cambio climático— sobre los ecosistemas y nuestra forma de vida. Apenas empezamos el camino a una economía basada en fuentes de energía renovables con efectos ambientales y sociales mínimos. 


SARS-Cov-2 es un virus de origen animal que ataca nuestro sistema respiratorio con efectos mortales. Nadie diseñó el virus y el planeta no se está vengando o purgando. La combinación aleatoria de la variabilidad en la naturaleza y las intromisiones humanas a la misma para alimentarse dieron como resultado un evento de selección natural de un virus que llegó a una presa que lo ha diseminado efectivamente. Nos toca unir esfuerzos para minimizar sus  efectos y  nuestro impacto sobre la naturaleza. Ni le somos ajenos, ni le somos superiores. No perdamos esta oportunidad de crear una economía sustentable y equitativa que no de lugar a otras pandemias. 


Existe también el campo de la negación de la realidad de la pandemia. Es mucho más fácil creer en teorías conspiratorias sobre el origen y consecuencias de este virus y sus vacunas que aprender y comprender. Los anti vacunas no aceptan la evidencia de la protección de las mismas. Además ponen en peligro la vida de sus hijos y disminuyen el efecto de rebaño. 


Ha sido la gran falla de las ciencias no integrarse a la sociedad y ser parte de la vida diaria. Tiene remedio.  


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Además, pido que se encuentre y castigue a los culpables intelectuales y materiales de los asesinatos de Miroslava Breach y Javier Valdéz y del secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa. ¡Viva la Comisión de la Verdad! Que beba Mexicali, dejemos a Constellation sin agua. Los periodos de gobernador de BC son intocables. Apoyo a G Sheridan y H de Mauleón.

Wednesday, 1 July 2020

Gaia no se venga

Gaia, diosa de la Tierra en la mitología griega fue insuflada con nueva vida cuando James Lovelock escribe el libro epónimo, texto sagrado pero poco leído y menos comprendido por ecologistas, ambientalistas y ecólogos. La hipótesis del libro es que Gaia es un planeta no muy diferente del nuestro, producto de un experimento mental y un modelo computacional. 

En este planeta imaginario la temperatura es regulada por la proporción de margaritas blancas y negras y la cantidad de albedo (luz reflejada al espacio) que producen. La temperatura es regulada por un proceso físico, la luz incidente, y su interacción con un componente biológico, la combinación de margaritas blancas y negras. El planeta que se describe en Gaia funciona como un organismo autorregulable. Este modelo nos ha ayudado a entender los principios de los gases de efecto invernadero en la atmósfera, la circulación global de vientos, corrientes marinas y otros eventos planetarios.

Se trata de una herramientas que nos ayuda a entender una situación compleja mediante una ilustración más simple. Gaia sigue siendo útil para entender los problemas globales, pero no es la  solución a los mismos. Tampoco sirve como demostración inapelable de que nuestro planeta es un organismo consciente y con la capacidad de tomar decisiones para mantener algún equilibrio. Parafraseando a Box, un modelador famoso: todos los modelos están mal, pero algunos modelos son útiles. 

Los eventos naturales de los últimos años, como los incendios en la taiga rusa, los bosques de California o las selvas del Brasil, los huracanes y tifones con vientos de fuerzas extraordinarias, las sequías en el África sub-sahariana, el surgimiento de enfermedades zoonóticas como el ébola, los SARS, el nuevo virus porcino G5 llegan a las primeras planas de periódicos, revistas, la radio y la televisión. No dejan de ser eventos naturales, no necesariamente espontáneos, ni nuevos. Lo que nos asombra es su frecuencia e intensidad. ¿Cuáles son sus causas? Descubrir las razones del surgimiento simultáneo nos ayuda a demistificar a Gaia y apuntar al verdadero culpable.

El nombre de nuestra ley ambiental principal: Ley General del Equilibrio Ecológico y Proteccion al Ambiente, tampoco ayuda a desmitificar a la naturaleza, su ecología o sus procesos. No podemos legislar el equilibrio ecológico, los procesos ecológicos y sus equilibrios son dinámicos y consecuencia de la evolución de la vida en la Tierra. Nuestro planeta ha cambiado mucho, muchísimo, en sus 4 500 millones de años de existencia. Sin legislar el equilibrio debeemos proteger el ambiente para interferir mínimamente con los procesos naturales y garantizar un ambiente sano.

Es común ver, oír o leer que “el calentamiento global, los eventos climáticos extremos, los incendios, el surgimiento de las enfermedades zoonóticas y más son la venganza de Gaia o de la naturaleza contra los daños que le hemos infligido con nuestro desarrollo desenfrenado”, incluso que “la naturaleza restaurará el equilibrio”. La realidad: Gaia no se venga y no nos castiga. Gaia no existe.

La causa, no necesariamente directa, de todos estos eventos naturales es nuestro uso indiscriminado, irreflexivo y no sustentable de los recursos y servicios de la tierra. No hay una consciencia o un ser superior que nos mande un virus para decimarnos. Las razones son menos misteriosas pero no por eso menos fascinantes.

Al igual que los seres vivos, los virus evolucionan, algunas mutaciones les sirven para reproducirse en especies diferentes a las que vivían. En el caso de SARS-Cov-2 creemos que las mutaciones infecciosas a humanos llegaron de los murciélagos través de los pangolines.

Llegamos al virus porque hemos forzado a los que carecen de lo estricto, los desposeídos, los sin tierra, a entrar a la naturaleza a buscar su sustento. Esto los expone a mutaciones vírales que, así llegan para quedarse. No hay magia, no hay venganza, es la desigualdad que nos lleva al abismo que hemos creado.

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Sunday, 11 August 2019

Nuestro Cambio Climático


La evidencia del Cambio Climático no la da la temperatura registrada hoy por el termómetro, tampoco es el registro del día a día donde en ocasiones se rompen récords y en otras no. Los registros indican que el mundo está más caliente y seguirá calentándose. No son las olas de calor sino las temperaturas extremas las que delatan el Calentamiento Global. 
El Cambio Climático es producto de 200 años de un capitalismo energizado por la quema de combustibles fósiles. Las plantas generadoras de energía usando combustibles fósiles liberan CO2 a la atmósfera día y noche, día tras día, o en la moda del lenguaje 24/7. ¿Podemos atribuir el cambio a el aumento de  gases de efecto invernadero (GEI)? 
Los modelos de cambio climático pueden medir y predecir los efectos del aumento de los (GEI) en el calentamiento del planeta. Conceptualmente el experimento es sencillo. El modelo calcula la probabilidad de un evento extremo, como las ondas de calor que ha sufrido Europa, suceda bajo la concentración de GEI al momento de la Revolución Industrial o que suceda bajo las concentraciones actuales de GEI. Los resultados de correr los modelos atmosféricos bajo estas dos condiciones no dejan duda. Olas de calor como las de de este verano tienen una probabilidad muy baja de presentarse bajo las concentraciones de los GEI anteriores a la Revolución Industrial. En cambio, estas olas de calor tienen una probabilidad mucho más alta de presentarse en las condiciones actuales de concentraciones de los GEI. 
El Cambio Climático está aquí, es parte ya de nuestra vida diaria. La primer consecuencia, casi intrascendente si no incluyera a miembros influyentes de la clase política mundial, es que pone a los que niegan esta nueva realidad en el mismo plano intelectual de aquellos que insisten que la Tierra es plana. 
Hay advertencias, lecciones y consecuencias más importantes. Las advertencias del Cambio Climático han costado vidas. Huracanes, tifones y ciclones cada vez de mayor fuerza que destruyen comunidades costeras independientemente del nivel de ingresos del país donde se encuentren. Las ondas de calor, cada vez más recurrentes, en 2003 llegaron a matar 13 mil personas en Francia; no se han cuantificado detalladamente las muertes en el resto del mundo. El aumento del nivel del mar desaparece las islas donde habitan naciones enteras que deben desplazarse a otras naciones para sobrevivir.
Debemos reducir nuestras emisiones de GEI a niveles que puedan ser cuando menos neutralizados por sumideros de Carbono. Además, debemos aumentar los sumideros de Carbono para aumentar la capacidad de absorción. Debemos reducir la deforestación y aumentar la superficie boscosa del planeta. 
Debemos también cuidarnos, usando el principio precautorio, de soluciones tecnológicas que pueden traer consecuencias ambientales catastróficas sin una reducción significativa de GEI. Este principio incluye do considerar a la energía nuclear como una alternativa limpia y segura.
Los gobiernos deben legislar la disminución obligatoria de emisiones de GEI y de extracción de combustibles fósiles. Al mismo tiempo deben promover el uso de energías alternativas en industria, hogar y transporte. Leyes, decretos e incentivos económicos no son suficientes. También es responsabilidad ciudadana y personal disminuir nuestra contribución a la emisión de GEI. 
Nuestra contribución a la reducción de GEI es proporcional a nuestra reducción y transformación en nuestro consumo. La economía de crecimiento lineal depende de la extracción y uso combustibles fósiles; debemos cambiar a una economía circular. Consumir local apoya la económica local y disminuye la cantidad de GEI necesarios para llevar el alimento a tu mesa o el producto a tu casa.
Nuestra vida debe cambiar para garantizar que el resto de ella sea buena. También debemos garantizar la vida de calidad de las siguientes generaciones. Para esta nueva generación que ya está con nosotros y reclama nuestra falta de entusiasmo, dedicación, trabajo y conciencia para crearle un mundo mejor con un futuro sustentable y más equitativo. Y para las que siguen también. Tarea nada fácil dada la situación que hemos creado. 

Además, pido que se encuentre y castigue a los culpables intelectuales y materiales de los asesinatos de Miroslava Breach y Javier Valdéz y el secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa. ¡Viva la Comisión de la Verdad! Que beba Mexicali, dejemos a Constellation sin agua. Sólo dos años de Gobierno en BC. Apoyo a G Sheridan y H de Mauleón.

Monday, 7 January 2019

Musa Verde: Quehacer

El tránsito planetario del invierno a la primavera nos hace pensar y reflexionar sobre las tareas acabadas o no del año anterior y planear y soñar con nuestras tareas y metas del tránsito que empieza. 
El año pasado cerró con la advertencia de la IPCC, el grupo internacional de expertos sobre el cambio climático, advirtiéndonos sobre los pocos años que nos quedan para disminuir y reducir la producción y los efectos de los gases de efecto invernadero (GEI) en la temperatura del planeta. 

Las migraciones humanas planetarias las estamos viviendo de cerca. Desde el año pasado los migrantes hondureños decidieron tomar el control de su destino e ignorar la red de tráfico ilegal que cubre a México. Están en Tijuana en una situación precaria y sin posibilidad de volver a su lugar de origen. Los migrantes del sur no desaparecerán y debemos adaptarnos a la realidad de que el clima, no sólo el de violencia, seguirá desplazándonos a donde haya mejores condiciones y oportunidades, pasando por Tijuana. 

Los eventos climáticos y sus consecuencias no solamente fueron noticias de primera plana, afectaron a millones en todo el mundo. Años de sequía en África, aumento en la intensidad y frecuencia de huracanes e incendios incontrolables en California y Grecia.

El cambio climático es consecuencia de los GEI que arrojamos a la atmósfera al quemar combustibles fósiles. No podemos negar o evitar que la economía planetaria esté basada en los combustibles derivados del petróleo. Si podemos buscar las alternativas a este aparato económico y en particular a la economía del petróleo. 

El modelo económico capitalista en el que vivimos está tan presente en nuestras vidas que es difícil quitarle inercia y pensar en modelos alternativos. No actuar es creer que los eventos que estamos viviendo son naturales e inevitables. 

¿Qué hacer?

Hay quehacer. Podemos no hacer y seguir viviendo como siempre en un camino de unos pocos años para acabar en un mundo irreconocible y hasta 4 grados más caliente con climas más extremos y huracanes e incendios más violentos. Al final nos quedaremos sin petróleo y con problemas ambientales que se reflejarán en un mundo con menos oportunidades para alcanzar la sustentabilidad.
El quehacer responsable es transitar  en poco tiempo hacia una economía post-petróleo como combustible y sustentable. Hay quehacer en casa y fuera. La lista puede que sea conocida para todos, hay que repetirla para acordarnos de llevarla a cabo.

Tenemos el quehacer y deber de crear soluciones locales que contribuyan a disminuir los problemas globales. ¿Cómo mejoramos el transporte público para que usemos menos vehículos privados con un conductor y mucho espacio vacío? ¿Cómo mejoramos nuestras conductas como conductores y las vías de tránsito para aumentar el número de bicicletas en circulación?¿Cómo obligamos a nuestros políticos municipales, representes estatales y federal a pensar en el nuevo futuro sustentable y libre de petróleo para todos y no sólo en su futuro político? La parte fácil es exigir. Lo comprometido es actuar. Por ejemplo, El compromiso personal de reducir el uso del vehículo propio, si tenemos uno o caminar distancias menores a un kilómetro. 

Consumir productos locales no sólo ayuda la economía local, también reduce la emisión de GEI. Además podemos crear esos productos locales. Ya los agricultores nos han dado muestra de que se puede proveer de una gran variedad de alimentos a la ciudad. ¿Qué otros productos podemos poner a disposición de nuestros conciudadanos? Ya tuvimos un mercado alternativo exitoso.

Es nuestro quehacer imaginar y crear un mundo diferente que apenas vislumbramos por que no tenemos de donde asirnos; además tenemos que crear los pilares de esa imaginación. Un mundo muy diferente al que se nos viene encima si no hacemos nada y dejamos que los que hacen sigan haciendo.

Es nuestro quehacer no ignorar la apatía gubernamental e industrial y la ignorancia fingida hacia el Cambio Climático. Es nuestro quehacer empujarlos a la realidad del siglo xxi donde la historia de la humanidad está en juicio por su propia mano. 

Es nuestro quehacer entender la necesidad de adaptarnos a un nuevo mundo y aceptar que ya no será como antes, que nuestra forma de vida no podrá ser. Es nuestro quehacer que el cambio sea para bien y para todos.


Además pido que se encuentre y castigue a los culpables intelectuales y materiales de los asesinatos de Miroslava Breach y Javier Valdéz y el secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa. ¡Viva la Comisión de la Verdad!