Thursday 18 June 2020

Decisiones ambientales

El momento que vivimos nos reta hasta los límites para buscar soluciones que determinarán el futuro de la humanidad. Dos amenazas evidentes: SARS-Cov-2 y el calentamiento global. Es simplista decir que la segunda es la causa directa de la primera. Si ese fuera el caso revertir el cambio global desaparecería está y las pandemias pasadas y futuras. Las pandemias actuales y futuras son una consecuencia de la sobreexplotación del ambiente y el calentamiento global es consecuencia de la quema de combustibles fósiles. Las causas son diferentes, pero innegablemente relacionadas. 


Para resolver estos problemas ambientales globales debemos cuidar y usar inteligentemente los ambientes locales. Al proteger al planeta al mismo tiempo buscamos promover el uso de los recursos y las contribuciones de la naturaleza a las poblaciones locales de forma sustentable, a fin que las comunidades puedan tener una vida que cubra sus necesidades de casa, alimento, educación cultura y recreación.


Es necesario decir que el uso sustentable de los recursos por las comunidades rurales es problemático si se limita el uso local porque hay un sistema superior al que hay que defender. 


La Vaquita es un bien común, una especie endémica y nunca numerosa que sólo habita el alto golfo de California. Las leyes mexicanas nos exigen que protejamos a este bien común para la humanidad. En donde habita la Vaquita, las comunidades saben vivir de la pesca y de ella sigue viviendo porque no existen otras opciones locales (a menos que consideremos que el tráfico de substancias recreativas ilegales es una forma aceptable de ganarse la vida). La pesca en el golfo de California provee cerca del 80% de la pesca en México. En el alto golfo se pesca camarón azul y café, curvina golfina, tiburones y, de forma ilegal, totoaba. La vejiga natatoria, o buche, alcanza precios exorbitantes en el mercado ilegal de China por sus supuestas propiedades afrodisíacas y curativas. 


¿Podemos decir o actuar como si la especie o las comunidades fueran una más importante que la otra? Poner cualquiera por encima de la otra es una solución fácil pero incompleta e irresponsable. Este es el riesgo que corremos. Imponer la supervivencia y bienestar de la Vaquita sobre el bienestar de las comunidades pesqueras nos acerca peligrosamente a un ecofascismo donde la vida de otros se rige invocando el bien común y del planeta. Dejar que las comunidades pesqueras operen impunemente en el área resuelve los problemas inmediatos. Sin embargo, nos dicen, se corre el riesgo de la Tragedia de los Comunes donde al no haber un dueño todos explotan el bien hasta acabar con él. ¿Es la solución regularles la pesca para que no acaben con ella y la Vaquita?


La declaración de la Reserva de la Biósfera y del Alto Golfo de California y el refugio de la Vaquita así como la regulación de la pesca han sido las formas a través de las cuales hemos tratado de alejar a la Vaquita de la extinción y de proveer sustento a las comunidades pesqueras de San Felipe y Santa Clara del Golfo. 


Hemos fallado miserablemente, la Vaquita está al borde de la extinción, las comunidades pesqueras no prosperan y la pesca ilegal de totoaba parece imparable. Hemos pasado de un problema de pescadores versus Vaquita a un problema internacional que jamás debió existir. 


Declarar, imponer, regular, vigilar, hasta boicotear todas estas actividades se han impuesto o amenazado sobre los pescadores. ¿Nos hemos acercado a conocer a fondo las comunidades y sus necesidades? ¿Conocemos sus expectativas para el futuro? ¿Les hemos apoyado para y dejado explorar otras formas de ganarse la vida? No nos toca permitirles su futuro, debemos escuchar, respetar y promover su futuro. Nos toca dialogar el sobre el futuro de la convivencia entre Vaquita y las pesquerías y puedan tener una vida que cubra sus necesidades de casa, alimento, educación cultura y recreación utilizando sustentablemente sus recursos. 


El desarrollo sustentable y un mundo más saludable no se imponen, el dictarlos es contrario a la diversidad, fuente de la vida y la evolución. 


Por la vida ¡Mantengan su distancia!


Comentarios bienvenidos en https://horaciodelacueva.blogspot.com/


Además, pido que se encuentre y castigue a los culpables intelectuales y materiales de los asesinatos de Miroslava Breach y Javier Valdéz y el secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa. ¡Viva la Comisión de la Verdad! Que beba Mexicali, dejemos a Constellation sin agua. Sólo dos años de Gobierno en BC. Apoyo a G Sheridan y H de Mauleón.

Thursday 4 June 2020

Ciudadanía y responsabilidad ambiental

Con la persistencia de la pandemia de Covid-19 hemos olvidado al ambiente. El 5 de junio celebramos el día mundial del medio ambiente, aquí va nuestra parte. 

Aprovecho que el día 3 de junio la Dra. Patricia Rivera, el Dr. Refugio Chávez y su servidor presentamos el libro La Ciudadanía y el Medio Ambiente en México editado por El COLEF y CICESE en Facebook live para hablar del mismo. Va lo substancial de mis intervenciones. 

El ambiente es el lugar donde todos vivimos, es importante para nuestra y su supervivencia explorar nuestras relaciones desde la perspectiva ciudadana. Nuestra forma de vida se debe adaptar al ambiente, no podemos esperar lo contrario sin consecuencias. Es vital mantener la funcionalidad ambiental para aprovechar sus bienes que nos provee. A la vez debemos dejar que la vida evolucione para mantener a los ecosistemas. Nosotros y el ambiente nos retamos, si no entendemos estos retos y sus consecuencias no sobreviviremos. Debemos identificar y definir las acciones que lleven al desarrollo sustentable.

¿Qué es un ciudadano? Dentro de las personas físicas mas involucradas con el ambiente podemos identificar a los ciudadanos ambientales, simpatizantes de estas causas y a los ecologistas, trabajando en la protección y defensa del ambiente. Además de las personas físicas debemos considerar a las personas morales. Las más de las veces las grandes corporaciones, personas morales, tienen influencia superior a la ciudadana. No todos los ciudadanos son iguales ni sus votos o impuestos cuentan de la misma manera. El bien de los mas debe estar por arriba de las ganancias. 

Al crearse los derechos ambientales se creó una carga onerosa  de responsabilidad ciudadana. Estos derechos nos ponen en una relación casi simpre de confrontación con el estado y las corporaciones. Compartimos con ambos el el ambiente. 
Esta responsabilidad no siempre es asumida por el estado, al no existir leyes o reglamentos que lo obliguen —la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) no puede llevar a juicio criminal a violadores de las leyes federales que le competen. De las corporaciones sólo podemos esperar que pongan sus ganancias antes del cuidado al ambiente. Sus movimientos hacia una economía verde van acompañadas de un análisis de costos y beneficios. Se vuelve,, una responsabilidad compartida cuidar el ambiente. Corresponde moralmente a los ciudadanos y sus organizaciones investigar y confirmar las malas prácticas, además de presionar al gobierno y las corporaciones que lleven a cabo las acciones que permitan la existencia y crecimiento de un ambiente sano. Mientras que el gobierno cuenta con los recursos fiscales para actuar a favor del ambiente y las corporaciones con sus ganancias para ocultar o lavar sus faltas al ambiente, los ciudadanos y las organizaciones ciudadanas deben buscar recursos para hacerlo. 

Han existido acciones ejemplares para regular o prohibir el uso de materiales ecocidas. El libro La Primavera Silenciosa de Rachel Carson fue una advertencia a los peligros del DDT en el ambiente. Un problema es el uso indiscriminado del glifosfato como ecocida que pone en riesgo a las abejas.

Las corporaciones se mueven en lugares lejos del alcance de la ley y del ojo ciudadano. Ejemplo, la exploración del fondo del mar en aguas internacionales con técnicas metagenómicas en busca de fragmentos de ácidos nucléicos producto de la selección natural, con fines de lucro.

Surgen preguntas interesantes después de la escritura y lectura del libro. ¿Pueden ser ciudadanos los recursos? ¿Son entes legales? ¿Quién los representa? ¿Cómo se relacionan con los ciudadanos? ¿Quién regula y supervisa esta relación?

La Ciudadanía y el Medio Ambiente en México no es ni conclusivo. Es un libro que pregunta cuales son las relaciones ciudadano-ambiente. Sabemos que queda trabajo por delante por parte de los ciudadanos, individualmente y de forma organizada para que estas relaciones impulsen el desarrollo sustentable y para confrontar a las ciudadanías abstractas pero poderosas y hegemónicas 

Por su vida ¡Mantengan su distancia!
Además, pido que se encuentre y castigue a los culpables intelectuales y materiales de los asesinatos de Miroslava Breach y Javier Valdéz y el secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa. ¡Viva la Comisión de la Verdad! Que beba Mexicali, dejemos a Constellation sin agua. Sólo dos años de Gobierno en BC. Apoyo a G Sheridan y H de Mauleón.