Wednesday 29 April 2015

Una agenda electoral verde

Los ciudadanos en toda la república estamos sujetos a una avalancha de mensajes publicitarios inanes que nos dicen de poco a nada sobre las ideologías, planes y acciones del variopinto género que forman los partidos políticos mexicanos. Quisiera que a través de las campañas generales de cada partido y las particulares de sus candidatos en cada distrito nos informaran como van a usar nuestros impuestos en nuestro beneficio.

Tristemente no existen propuestas que nos permitan diferenciar entre partidos o candidatos. Los defectos de un partido o candidatos no son las virtudes de los otros. Está indiferenciación entre partidos es indicio que esta clase social busca más su beneficio que servir a los ciudadanos que los eligieron. Nuestros partidos evitan la realidad nacional y global. Ignoran que la realidad y el futuro econòmicos de la mayoría de los mexicanos no mejora con salarios y dietas excesivos para la clase gobernante.

Las consecuencias del calentamiento global están a la vuelta de la esquina. México no escapa de esta situación. Nuestros ecosistemas, incluyendo a los arrecifes coralinos, generadores de ingresos por turismo y pesquerías, se verán afectados negativamente; también los prestadores de servicios y pescadores que dependen de ellos. Ningún partido ha mostrado una preocupación o soluciones reales a este reto de adaptación a nuestra sociedad.

El Partido Verde Ecologista de México es una mentira y un fraude políticos. Comparando sus acciones y políticas con otros partidos Verdes en el mundo abusa de su nombre. Sus "triunfos" legislativos dependen tanto del apoyo de sus aliados políticos del momento como de la inobjetabilidad política de sus propuestas. ¿Quién se va a opener a eliminar cuotas en las escuelas? ¿A medicinas y tratamiento médico? La cadena perpetua como la pena de muerte que promueven van en contra de las políticas de otros partidos Verdes y de la sustentabilidad.
¿Dónde están las propuestas Verdes? Para la sustentabilidad, para el uso del agua en Baja California, la erosión de suelos forestales en Chiapas y Oaxaca, la agricultura sustentable en Sinaloa, las pesquerías en el golfo de California, la contaminación en el río Lerma-Santiago-Balsas, la transición de la economía basada en el petróleo a una economía diversificada y la implementación de fuentes de energía sustentables y de escala familiar y la política para dar sustentabilidad y libertad a los municipios.

Ninguno de estoas propuestas para una agenda Verde forman parte de las campañas o de las políticas partidistas. ¿Cómo vamos nosotros mexicanos a afrontar los retos de pobreza y sustentabilidad de este siglo? No contamos con los partidos o los políticos, pero si con nosotros y nuestra necesidad de cambio.

Siete meses desde la desaparición forzada de los Cuarenta y Tres de Ayotzinapa no hay una solución satisfactoria. El antimonumento en la ciudad de México sirve de recordatorio de que los servidores públicos tienen una grave responsabilidad. Los paralelos entre las protestas de Baltimore y Chilpancingo son preocupantes, el TLC ha aumentado la desigualdad y disminuido las oportunidades de los menos privilegiados en los tres países.




Wednesday 15 April 2015

Jauja

Jauja es un valle peruano reconocido por sus riquezas. En esta época de campañas electorales los partidos y sus candidatos usan anuncios y discursos que, sí los creemos, harán de nuestro país, o cuando menos del distrito electoral otro Jauja. Sin embargo, debemos contrastar sus promesas con la realidad y buscar los verdaderos motivos de sus aseveraciones y analizar las políticas de los partidos y candidatos. Tarea nada fácil.

Esto suena más sencillo de lo que es. Cualquier diálogo banquetero con los promotores de campaña o el candidato mismo no va más allá de lo que está impreso en el panfleto o se expresa en los medios de comunicación. Los candidatos a diputados, del partido que sea, parecen estar más interesados en una curul que en las necesidades de los ciudadanos de su distrito electoral. Parece ser más importante gastar o sobregastar el presupuesto de campaña (al final las multas las pagamos los electores) que hacer una campaña en la que conozcamos las ideas y metas del candidato. Queremos mejor que nos digan abiertamente quienes son sus amigos políticos y empresariales, de que pie cojean y cómo votarán cuando se trate de aumentar el salario mínimo, los derechos de las mujeres y las minorías, la libertad de expresión y el fin de los monopolios de comunicación. Que nos ayuden a dibujar su plan de trabajo para el desarrollo sustentable de nuestro distrito.

La democracia representativa en México ha caído a niveles paupérrimos. Las campañas actuales son una muestra de lo que es y lo que nos espera. Si estás en alguna red social, ya estarás viendo la variedad de anuncios de campaña en la que se nos invita a votar por un candidato, joven y emprendedor, pero del que sabemos poco. Puede haber tenido un puesto de elección popular en su distrito, pero no parece usar su trabajo para convencernos de que el es el mejor candidato. Podemos esperar que caigan en una campaña ofensiva en la que los defectos del contrario son la mejor virtud del propio candidato.

No pido que la próxima asamblea legislativa nos entregue Jauja. Pido, exijo, un trabajo honesto que vea más hacia las necesidades de los habitantes de su distrito electoral, que hacia un futuro venturoso personal en la política. Exijo que disientan, cuando necesario, de su partido y del resto de la cámara, cuando los valores democráticos y el respeto al ciudadano estén en juego. Exijo que voten con obediencia  e inteligencia a favor de quienes los eligieron, no siempre con su partido si éste va en contra de los ciudadanos.


Las campañas electorales que nos acompañaran de aquí al 7 de junio invadirán los medios, las redes sociales, las calles, pero no nuestra memoria. Los Cuarenta y Tres desaparecidos de Ayotzinapa no pasarán a segundo plano entre sus padres y compañeros, tampoco desaparecerán de las redes sociales. Deben ser la primera pregunta a formular a aquel candidato que abra el micrófono: ¿Que hará como futuro diputado para encontrar a los 43?

Wednesday 8 April 2015

San Quintín binacional

El conflicto laboral, al igual que las cosechas de San Quintín tienen raíces y frutos en ambos lados de la frontera. La agricultura de San Quintín tiene como mercado principal a California. La cantidad de tomates, fresas, moras de diversos tipos y otros productos exceden la demanda local; la mayoría del producto es de exportación. Los terratenientes cobran en dólares, los salarios de sus trabajadores, en pesos, son más baratos a medida que nuestra moneda se deprecia. Un aumento salarial no es tan oneroso como parece si tomamos esta realidad en cuenta. 

A diferencia de la industria de maquila, donde el producto no es perecedero o los costos de transporte transatlántico pueden diluirse con volúmenes de producción grandes, la agricultura es perecedera y el tiempo y los costos de entrega son críticos. San Quintín es esencial para la alimentación de California, lo saben los agricultores y de allí derivan sus ganancias. Lo saben los sin tierra, trabajadores orgullosos de su labor y vocación,  de allí derivan sus demandas por un salario justo, una vida digna y más oportunidades para sus hijos. Su trabajo es duro, mal pagado y poco reconocido, pero esencial como generador de riqueza y dólares, divisa fuerte diría un economista, para el Municipio de Ensenada, Baja California y México. 
Es de elemental justicia que aquellos que producen alimentos puedan ganar lo suficiente para una buena alimentación y para poder consumir los alimentos que producen. Ya los trabajadores del campo de California, a través de la Farm Workers Union y otras asociaciones civiles voltean a San Quintín para ayudar a estos campesinos sin tierra a obtener justicia elemental. La sociedad bajacaliforniana también expresa solidaridad y apoya estas demandas por una vida digna. 

Los bajacalifornianos que presumimos de democráticos y justos no sólo debemos rechazar abiertamente las arbitrariedades de los terratenientes y los aprendices de políticos que desprecian a los campesinos. Debemos también exigir esta justicia elemental para nuestros coterráneos y estar dispuestos a pagar un poco más por la comida en nuestra mesa, siempre y cuando este precio se refleje en una mejor vida y justicia para los trabajadores agrícolas en vez de acabar en los bolsillos de los terratenientes y sus testaferros, protectores e incondicionales en los gobiernos. 
Es necesario que este conflicto se resuelva favorablememte para los trabajadores agrícolas de San Quintín. Qué este sea el primer paso hacia una agricultura sustentable en Baja California. 


Me rehuso a agregar a los Cuarenta y Tres desaparecidos de Ayotzinapa a las listas de aquellos que desconocemos su destino, o lo sabemos infame. Los desaparecidos de Argentina arrojados al mar, a las víctimas de la operación Cóndor en Chile, Argentina, Brasil y Uruguay, a las víctimas de Tonton Macoute en Haití, a los caídos en las luchas libertarias de Guatemala, El Salvador y Nicaragua. ¿Acaso nuestros desaparecidos también son víctimas de la política exterior norteamericana donde toda América al Sur del río Bravo es un traspatio sucio y despreciable? Que renuncien todos aquellos responsables por impedir la búsqueda y solución de los desaparecidos de Ayotzinapa. 




Saturday 4 April 2015

Jornaleros agrícolas bajacalifornianos

El conflicto laboral entre los terratenientes de San Quintín y sus trabajadores ni ha desaparecido ni desaparecerá hasta que los trabajadores reciban un salario y un trato dignos. Este conflicto laboral no surgió espontáneamente y no necesita de elementos exógenos para mantenerse o crecer. Es un problema local de largo plazo con repercusiones estatales, nacionales e internacionales. 

Este conflicto revela como estos trabajadores son percibidos por el resto de los bajacalifornianos. La luz en la que nos ponen es mas de culpa e ignorancia que de solidaridad o entendimiento.

La palabra más ofensiva y discriminatoria  que sale de la boca de mis coterráneos es “oaxacaliforniano”; se refieren, irremediablemente, a los trabajadores agrícolas de San Quintín. Ese estado de la República no existe, los trabajadores agrícolas saben que es un despectivo a su origen, trabajo y clase social.  Los jornaleros de San Quintín viven y trabajan en Baja California, sus hijos viven aquí y los que pueden, aquí se educan. No son trabajadores migrantes que siguen la pizca de un lugar a otro, como es el caso de muchos trabajadores agrícolas en los Estados Unidos.  Esta discriminación abierta y promovida abiertamente  hacia una fuerza de trabajo vital para la economía de Baja California no nos ayuda a entender los problemas  y las soluciones que se requieren en campo en San Quintín. No nos remontemos a un México porfiriano que permea y obscurece nuestra realidad para solucionar este conflicto, vivamos el siglo XXI.

La creación de riqueza no es mala, es su distribución inequitativa la que genera conflictos sociales que tenemos la responsabilidad de resolver, San Quintín es él ejemplo mas beligerante de esta inequidad en Baja California. No es extraño ni sorprendente que la National Farm  Workers Association,  orqanizada por Cesar Chavez, sé identifique y apoye a los jornaleros de San Quintín, ya  pasaron por esa lucha  y no ven por que repetir un conflicto tan desgastante e inútil. A su vez los trabajadores de San Quintín  aprenden de  y recuerdan los movimientos sociales que los antecedieron; saben a donde quieren llegar y que su causa es de justicia y equidad. Aprovechan la riqueza que generará su cosecha para presionar a dueños y Gobierno a darles la vida y salario que merecen. 

Existe  responsabilidad social y de los tres poderes de gobierno estatal por resolver este conflicto de manera justa y equitativa, de no buscar culpas y culpables externos a la inequidad e injusticia del campo bajacaliforniano  y de encontrar una solución producto del diálogo y la justicia social. Los productos agrícolas cultivados con justicia nos dan mejor sabor de boca y satisfacción a todos.


Los Cuarenta y Tres desaparecidos de Ayotzinapa han pasado a segundo plano mediática. Los problemas laborales de San Quintín y los usos escandalosos y fraudulentos del erario público por parte de Partido Verde Ecologista de México no hacen que olvidemos a los desaparecidos. Todas son noticias importantes, pero ni resuelven la desaparición ni exoneran a los culpables de Ayotzinapa. Presentación de los desaparecidos y despidos irrevocable de los responsables.