Sunday 11 February 2024

Notas de vida y muerte

 Para quienes estudiamos biología o ecología el nacimiento y la muerte son parte de un proceso de flujo de materia y energía a través del ecosistema. Este flujo se expresa en cada ser vivo y cada paisaje. También en los millones de organismos que mueren de forma natural cada minuto por depredación, enfermedad o senectud. La muerte de un organismo es un proceso mediante el cual se reintegra al ecosistema como fuente de materia y energía para otros organismos.


Los humanos hemos modificado este flujo de materia y energía para nuestro beneficio. Dos actividades a través de las cuales nos alimentamos, una de recolección, la pesca, y la otra de cultivo, la agricultura, desvían materia y energía para provecho humano sin que hasta el momento haya una retribución a la naturaleza. Existe poca regulación, voluntaria o impuesta, para contrarrestar nuestro impacto.


¿Cuál grande es nuestro impacto? Usamos entre el 10 y el 55 % de la fotosíntesis planetaria, los animales de granja son el 62% de la biomasa animal, nosotros el 34 y el resto de los animales silvestres vertebrados el 4.


El cambio global, causado la liberación de gases de efecto invernadero a la atmósfera, es nuestra responsabilidad. Esperamos que “alguien más” —gobierno o capital—lo resuelva sin nosotros dedicar un momento de reflexión o acción para cambiar nuestra estilo de vida.


Nuestros efectos en el planeta son mayores y peligrosos, debemos considerar como lo tratamos. No son sólo los ambientalistas quienes pintan un panorama desolador de nuestro futuro, hay ciencia que demuestra que nuestras actividades tienen efectos locales, regionales y planetarios que pueden llevar al planeta a una nueva etapa en la que la vida en el planeta, como la conocemos, no sobrevivirá. Este cambio se puede dar dentro del tiempo de vida de las generaciones actuales si no hacemos algo; al final del proceso de cambio la vida en el planeta seguirá, de forma muy diferente a la de hoy.


La evidencia científica, basada en modelos y proyecciones, indica que podemos evitar este cambio. Tenemos la tecnología y la economía planetarias necesarias para parar y revertir el proceso. Nuestros modelos económicos de grandes capitales y economía planificada no han encontrado la forma de encontrar la manera de sobrevivir en economías circulares y descentralizadas.


En las sociedades humanas tenemos un sentido de lo que está bien hecho y lo que no. Aquellas personas descubiertas yendo contra lo bien hecho son castigadas; después del castigo deben ser perdonadas. Más allá, debemos tomar las medidas necesarias para cambiar el comportamiento de quién hizo el mal. Además de impartir justicia, si así nos atrevemos llamar a las acciones propuestas, debemos ser capaces de aceptar la diversidad, siempre que no atente contra otras personas.


Los castigos deben ser proporcionales a la severidad del mal hecho, aunque debemos de ser capaces de compasión, evitar y admitir errores de condena, el dolor y la crueldad innecesarios. Hay un castigo que no logra ninguna de estas metas, la pena de muerte, ya sea bajo un sistema de justicia o fuera de este. La pena de muerte es cruel y en caso de error es irreversible.


Esta pena existe en diversas manifestaciones que van desde las muertes extrajudiciales de los desaparecidos, desgraciadamente parte de la historia latinoamericana y común en muchas regiones de México; lapidación pública en países musulmanes integristas; fusilamientos en China; la horca es usada en diversos países incluyendo los Estados Unidos, donde también hay muerte por tecnología.


Las técnicas estadounidenses no han sido compasivas y sin dolor. La silla eléctrica, la forma más famosa de la pena de muerte, y la inyección letal han probado ser crueles e inhumanas. Alabama miente al decir haber encontrado una forma rápida y sin dolor para matar a un condenado a muerte, asfixia con nitrógeno.


Así murió Kenneth Eugene Smith, de 58 años, el jueves 25 de enero de 2024 en la prisión de Hollman, Alabama, marcando un retraso histórico en el respeto a la vida y en nuestras capacidades de compasión y justicia. Smith fue condenado por matar a alguien por mil dólares. En una ocasión anterior, el intento de matarlo por inyección letal falló por no poder inyectarle la mezcla mortal. Su muerte por asfixia fue lenta, cruel e inhumana, demostrando que la sociedad no se esfuerza en perdonar y cambiar a quienes le hacen un mal.


El respeto a la vida del planeta y el respeto a la vida humana, aún la de condenados a muerte, es un solo respeto, no falles.

Elecciones 2024

 El año 2024 se caracterizará por el número de elecciones en el mundo. Sesenta países tendrán elecciones generales, legislativas, presidenciales o locales, con unos cuatro mil millones de votantes.


Las elecciones se dan en un mundo cambiante en lo político, económico y ambiental. Las prioridades de los políticos para elegirse mediante el voto, o su farsa—les toca a ustedes dilucidar la diferencia— tienen el mismo orden: lo político, lo económico y lo ambiental.


Las votaciones están asociados a partidos políticos que se alternan en el gobierno, no siempre es el caso. Los partidos políticos que contienden tienen una ideología y un concepto de la sociedad que quieren promover, o imponer. Llegan al poder mediante el voto popular, más para mantenerse en el poder y colectar los impuestos que pagan sus salarios y corruptelas que para llevar a cabo sus planes sociales o mejorar a la sociedad, aunque no pueden descuidar a sus votantes. Después de estas prioridades vienen la ecología y el ambiente del cual todos dependemos.


¿Por qué ni la ecología ni el ambiente son banderas en estas elecciones? Los eventos climáticos y oceánicos, fuegos catastróficos, superhuracanes, sequías prolongadas, inundaciones, masas de agua caliente en el océano y elevación del nivel del mar, ¿no son suficientemente grandes destructores y recurrentes como para buscar como ameliorar sus efectos, disminuir sus causas y compensar a quienes han sufrido daños? Además de hacer que paguen los responsables.


¿Qué debe cambiar en los sistemas electorales, en los partidos, en la conciencia y el hacer cívicos para lograr que nuestro ambiente y nuestro futuro sean fundamentos de nuestra vida política? La respuesta es aparentemente simple, debe cambiar la actitud de quienes votamos hacia la política.


La realidad es otra. La COP 28 sobre cambio climático consideró una victoria la mención de combustibles fósiles, insuficiente. Nos reveló que se buscan soluciones tecnológicas de captura de carbón dubitables en vez de una transición rápida hacia las energías alternativas. El petroleo se va a acabar, sin alternativas funcionales el mundo se detiene.


Las petroleras son las menos interesadas en cambiar. Las guerras han aumentado el precio y ganancias del petróleo. Mientras haya petróleo que extraer con ganancias continuarán, a menos que se les conmine a dejar el petróleo en el subsuelo.


Las consecuencias de continuar la extracción es el aumento de los gases de efecto invernadero (gei) en la atmósfera y el aumento de la temperatura. En 2023 aumento la temperatura mundial en 1.48 °C. Los expertos advierten que un cambio de 1.5 °C tendrá consecuencias catastróficas. No hay planes realistas y rápidos por parte de las naciones con mayor generación de gei para reducir aliviar el daño.


¿Por qué esta discusión sobre gei y calentamiento global? ¿Qué tiene que ver con las elecciones? Que los partidos de las democracias representativas son electos de acuerdo a su ideología y plataforma electoral. Que los votantes deciden quien queda en el poder. Que es nuestra responsabilidad impulsar los cambios en los partidos políticos.


En México el cambio es una tarea titánica. El Partido Verde Ecologista de México (pvem). El partido de las cuatro mentiras para Julio Hernández en la columna Astillero de este diario. No es verde o ecologista o democrático, para sobrevivir está dispuesto a promover causas contrarias a una ideología verde, como la pena de muerte. No contamos con el pvem para un México sustentable. Aunque los partidos hablen de desarrollo sustentable y energías alternativas, no hacen lo suficientes en los diferentes niveles de gobierno.


El proceso electoral favorece a los partidos, es casi imposible elegir candidatos independientes con una visión distinta a la clase gobernante. No hay forma para cuestionar a un gobierno desde adentro ¿Hay forma de hacerlo desde afuera?


Sí, en cada oportunidad con quienes buscan nuestros votos, preguntar que acciones han tomado para disminuir el efecto del cambio climático y cuando veremos los resultados. Al municipio podemos preguntar qué ha hecho para mejorar el manejo de los residuos y el transporte público. Al gobierno del estado que ha hecho para fomentar el manejo correcto de los residuos peligrosos y para promover sus áreas naturales protegidas. A nivel federal debemos pedir un plan de la extinción del uso del petróleo y el gas natural.


Nada perderemos por hacer a quienes pretenden representarnos pasen un mal momento por no tener respuestas.