Sunday 31 March 2019

Cuencas

Cuando nos hablan de ciclos del agua nos describen la de evaporación del agua en la superficie de la tierra o el mar por el sol, su condensación en nubes, la precipitación como lluvia, granizo o nieve y su flujo por el suelo o almacenamiento subterráneo. El agua fluye por cuencas. Descrita de manera sencilla, una cuenca es una cavidad en la superficie del planeta que recibe agua por precipitación la cual escurre dentro de sus límites. Una vez que el agua se precipita, el agua fluye de las montañas hacia abajo. A veces acaba en un cuerpo de agua dulce cerrado, una cuenca endorréica para los estudiosos. La mayoría de las veces va al mar, una cuenca exorréica. La cantidad y frecuencia de la entrada de agua en la cuenca, su velocidad de flujo, la distancia a su destino final y la composición del suelo, determinan los componentes físicos y biológicos y el aprovechamiento humano de los recursos de la cuenca.

La cuenca es una realidad de la geografía, el paisaje, la hidrología y la ecología; no es un concepto que podemos ajustar a nuestra conveniencia para explotar o regalar agua u otros de sus recursos. Los ecosistemas y los asentamientos humanos originales se han adaptado al flujo normal de agua en la cuenca. 

Cuando el agua llega al suelo, empieza su descenso hasta las partes más bajas de la cuenca. Si la precipitación cae en la parte alta de las montañas está se vuelve el parteaguas. El mismo evento de precipitación drenará en cuencas diferentes. Las aguas que entran a una cuenca no cruzan de forma natural a otras cuencas. Nosotros hemos creado acueductos para hacer estos cruces y llevar agua de una a otra. No es que el agua sea excedente en una cuenca, en la cuenca a la que llega el acueducto hay una demanda de agua superior a la oferta natural.

Para que el agua de una cuenca cubra las necesidades humanas en otra cuenca hemos creado los acueductos, sin considerar su costo ambiental. Dentro de la cuenca las aguas son parte de los ecosistemas, formando parte esencial de la fotosíntesis en las plantas y de la vida de los animales. El agua dentro de la cuenca presta servicios ambientales como riego, regulación de la temperatura, presencia de vegetación movimiento de minerales y arenas en sus corrientes o lavado de suelos. 

La cuenca es una unidad natural que debe guiar el manejo de todos los recursos, no sólo los hídricos, que hay en ella. En pocos planes de manejo he visto una consideración seria de la cuenca y sus patrones de precipitación en la toma de decisiones de conservación y uso.

El estado de conservación de un área natural protegida es más fácil de mantener si esta ocupa la parte alta de la cuenca. Tal vez por eso sea más fácil manejar el Parque Nacional Sierra de  San Pedro Mártir que un área natural en la Bahía de San Quintín, en la parte más baja de la cuenca, donde ha aumentado la cantidad de sedimentos y hay riesgo de contaminación por los plaguicidas usados en los campos agrícolas. Se pudiera usar la protección de la bahía para regular el uso de productos químicos y la instalación de desoladoras  para mantener las condiciones de la bahía. Usar la cuenca como matriz de manejo facilita medir los resultados del manejo y la conservación. Sin embargo, el imponer la conservación y la sustentabilidad de las cuencas puede hacer que los dueños de las tierras a quienes se les pide un mejor manejo, objeten a favor de sus ganancias.

Aunque puede ser tentador y considerarse progresista y sustentable convertir a las cuencas en entes políticos, no siempre es una buena idea. El ejemplo más cercano en tiempo y geografía es la municipalización de la cuenca oeste de la  Sierra de San Pedro Mártir, incluyendo los valles agrícolas en sus partes bajas. En cuanto a geografía,  manejo de agua y recursos y posible autosuficiencia económica tiene sentido formar un  municipio en esta zona, no lo tiene desde del punto de vista social. Una clase pequeña dueña de las tierras, una clase media administradora y un gran número de campesinos sin tierras. Un municipio así pertenece más al porfiriato que al siglo XXI.

Las cuencas son características del paisaje que debemos entender mejor y aprovechar para el uso racional de nuestros recursos. Tenemos las herramientas para hacerlo, pongamos la voluntad.


Además, pido que se encuentre y castigue a los culpables intelectuales y materiales de los asesinatos de Miroslava Breach y Javier Valdéz y el secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa. ¡Viva la Comisión de la Verdad! El muro no resuelve, castiga.

Monday 18 March 2019

Antropocénica de la Vaquita. Lo que hacemos y no hacemos

La Vaquita, Phoecena sinus, es un mamífero marino del orden de los cetáceos, endémico a un área restringida y claramente definida en el norte del golfo de California. Esta especie es difícil de observar por el ambiente turbio en el que vive, sus tiempos cortos en la superficie mientras respira y su huida del ruido de motores. La Vaquita jamás fue numerosa. Su distribución restringida y población pequeña indican que se trata de una especie siempre en riesgo. Esto no impide que se le pueda proteger efectivamente. A pesar de estar protegida por las leyes mexicanas y nos amenace un boicot al camarón y otros productos del mar por la Ley de Protección de los Mamíferos Marinos de los Estados Unidos, la Vaquita parece condenada a la extinción. Muere ahogada en redes agalleras que capturan ilegalmente totoaba para el mercado negro que demanda su buche en Asia. 

Las noticias nacionales anuncian que la Vaquita se extinguirá este junio, sólo faltó especificar el lugar, el día y la hora de la muerte de la “última” Vaquita. 

Me atrevo a decir que esta noticia se deriva de una lectura rápida y descuidada del reporte de la 9ª reunión de Comisión Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA). A pesar del deseo de Sunshine Rodriguez y el resto de los pescadores furtivos de totoaba de la extinción por decreto y lo falso de la nota, las normas internacionales dictan que una especie debe no ser observada durante búsquedas de la misma por 25 años antes de ser declarada extinta. 

Me consta que la oficina de mamíferos marinos del Instituto Nacional de Ecología, hoy localizada entre la CONANP y CONABIO, junto con CIRVA, muchos otros individuos e instituciones en México y el resto del mundo han hecho y siguen haciendo un trabajo extraordinario en generar la información, los medios, las artes de pesca y las medidas necesarias para evitar la extinción de la Vaquita. 

No debe sorprendernos la noticia de la anunciada extinción de la Vaquita dada no sólo la intensidad de la pesca de totoaba y la animadversión de estos pescadores hacia la especie, sino también otras razones que desgloso a continuación. 

¿Por qué las medidas para impedir la pesca ilegal y la muerte de Vaquita no han funcionado? ¿Podrían haber funcionado? Sabemos que las políticas de compra de permisos, redes y embarcaciones, así como los subsidios y la zona de exclusión de pesca dentro del refugio de la Vaquita no han impedido la pesca ilegal. Hay algo más que debemos agregar: a través de los sexenios los titulares de SEMARNAT y la SAGARPA no han mostrado un interés real por la Vaquita, tampoco ha sido una prioridad para la Presidencia de la República. Sí ha habido un número grande de declaraciones y fondos siempre insuficientes. Las comisiones de pesca y conservación de las Cámaras Legislativas también han brillado por su ausencia en este asunto. Tampoco los gobiernos estatales tan interesados en asumir responsabilidades y decisiones de conservación y pesca en sus territorios se han responsabilizado por proteger a la Vaquita de su extinción cada vez más eminente. 

Las poblaciones de pescadores del alto golfo de California no generan suficientes votos o presión como para asegurar la victoria de algún candidato. La presión que pudieran ejercer la industria pesquera a políticos federales por el boicot de productos marinos acabaría con la extinción de la Vaquita. Tanto la supervivencia de la especie como su extinción tienen el mismo resultado político, pero no el mismo costo financiero. 

La extinción de la Vaquita acabará con el prestigio de México como campeón de la conservación en la Comisión Ballenera Internacional. México ha luchado contra la caza por países balleneros, promoviendo refugios y actividades económicas alternativas. ¿Qué podremos decir contra los países balleneros cuando no pudimos proteger a 300 vaquitas que murieron accidentalmente a manos de unos cuantos pescadores furtivos? Tendremos que callar.

En un mundo donde las extinciones atribuibles a nuestras acciones ya no son noticias de todos los días, el salvamento de cualquier especie es lo más cercano que existe a un milagro. Salvar a la Vaquita y dar alternativas económicas a los pescadores no es un milagro, es una responsabilidad que debemos afrontar.


Además, pido que se encuentre y castigue a los culpables intelectuales y materiales de los asesinatos de Miroslava Breach y Javier Valdéz y el secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa. ¡Viva la Comisión de la Verdad! El muro no resuelve, castiga.

Sunday 3 March 2019

Migraciones

Las migraciones humanas son noticias de primera plana. Hay razón. Los migrantes abandonan su hogar en una situación desesperada por buscar una vida mejor en una cultura que no conocen. Tres noticias migratorias diarias: las familias hondureñas que huyen de su país y atraviesan nuestra geografía para llegar a las puertas del imperio; los viajes desde África a través del mediterráneo donde las más de las veces los que buscan refugio en Europa, perecen ahogados; los venezolanos que escapan a países vecinos de la incertidumbre en un país rico en petróleo y pobre en honestidad. 

La migración animal surge de la selección natural y la persecución de recursos a través del espacio para lograr la permanencia de especies. En los climas templados las estaciones son muy marcadas, los días largos de verano estimulan la productividad primaria, de las plantas en la tierra y el plankton en el océano, por lo tanto hay recursos abundantes que los animales usan reproducirse y crecer. Después del equinoccio de otoño los días se acortan, hay menos productividad primara y las temperaturas bajan. Al haber menos recursos y más necesidades que satisfacer, moverse a un ambiente menos hostil aunque lejano garantiza la supervivencia. 

La migración no es algo que puedan hacer todos los animales. Aquellos que no pueden migrar, deben encontrar la forma de refugiarse de las condiciones invernales. Pueden hibernar o morir y dejar huevos que aparecerán la siguiente primavera.

Cada año miles de especies viajan miles de kilómetros para dejar estos hábitats hostiles desplazándose a hábitats con condiciones apropiadas para su supervivencia. Moverse tiene un costo y moverse grandes distancia requiere poder llevar la energía a cuestas. Los mamíferos deben tener el peso de cuando menos un perro mediano para que el gasto energético de la migración se convierta en ganancia. La mayoría de los peces pueden migrar, es más barato viajar sostenido por el agua. Aunque el volar es caro, aves tan pequeñas los colibríes o insectos tan grandes como las langostas bíblicas migran.

Hay dos especies migrantes famosas en Baja California: la ballena gris (Eschriuchtus robustus) y la branta negra (Branta bernicla). Ambas regresan cada año de Alaska a los climas invernales menos extremos en las costas del Pacífico en Baja California. 

La ballena gris da a luz y copula en las lagunas costera de Baja California y Baja California Sur. Estos habitantes invernales de gran atractivo turístico pudieran desaparecer de las lagunas de la península a medida que el océano se calienta y las temperaturas que estas ballenas prefieren se den más al Norte. ¿Por qué un animal tan grande viaja tanto para reproducirse? La razón pudiera ser el bienestar de los ballenatos. Estos deben crecer tanto para desarrollar su aparato bucal que les permitirá alimentarse filtrando el plankton de las aguas como para viajar al Norte donde pasarán el resto del año. Para poder crecer y mantener el calor del cuerpo sólo tienen la leche materna. Sí pueden dedicar su energía a crecer en vez de mantenerse calientes, el crecimiento y la supervivencia están garantizadas, esto es lo que sucede en las aguad de Baja California. Bajo el cambio climático, las aguas cada vez más tibias de California permitirán viajes de reproducción más cortos, con menos desgaste para las madres y los ballenatos. El cambio climático nos quitará una fuente de ingreso y un atractivo turístico. 

La branta negra o ganso de collar nos visita desde Alaska. Cuando menos el 95% de su población se concentra cada invierno en la bahía de San Quintín, lugar que les ofrece refugio y alimento. Una vez que las condiciones son propias regresa al norte para reproducirse. A diferencia de la ballena gris, la branta negra no es el atractivo turístico que pudiera ser dentro de una bahía llena de riqueza biológica, grandes paisajes y acuacultura sustentable. La branta atrae su caza , una forma sustentable de regular la especie y una fuente de ingreso a los habitantes de la región, pero puede lograr más. El aviturismo atrae a un mayor número de visitantes con una mayor derrama económica en la región, es más sustentable que la caza e ilustra.

La tarea es hacer que nuestros migrantes den riqueza sustentable a nuestras tierras


Además, pido que se encuentre y castigue a los culpables intelectuales y materiales de los asesinatos de Miroslava Breach y Javier Valdéz y el secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa. ¡Viva la Comisión de la Verdad! El muro no resuelve, castiga.