Thursday 27 July 2023

Basura cero

 Cualquier forma de producción — natural o humana— genera productos secundarios, diferentes al producto principal. En el caso de la fotosíntesis en las plantas los productos principales son azúcares que se convierten en materia vegetal, los productos secundarios incluyen oxígeno, que usamos para respirar y agua. La producción humana ni es tan benéfica ni es inocua. Es un problema que creamos y debemos resolver.

CDMX


Durante los últimos dos siglos supusimos que estos productos secundarios, como el CO2, los amargos de las desalinizadoras, los relaves de la minería, los residuos químicos o los radioactivos, y también productos primarios como los envases de plástico, podían ser enterrados en la tierra o hundidos en el océano, “desechados” sin ninguna consecuencia; esta no es la realidad. Nuestro planeta es finito y nada queda lejos. Todos estos productos secundarios desechados y acumulados amenazan nuestra salud y la del resto del planeta.

 

Ejemplo de productos secundarios nocivos son las 1.32 millones de toneladas de agua —500 albercas olímpicas— con excesos de tritio (un isótopo radioactivo del hidrógeno), consecuencia del enfriamiento de los reactores nucleares afectados por el temblor y tsunami de Fukushima. Japón. Esta agua será liberada al Océano Pacífico por Tokyo Electric Power Company (TEPCO); lo prudente es almacenarla en tanques de concreto subterráneos. A pesar de que TEPCO y la Agencia Internacional de Energía Nuclear (IAEA por sus siglas en Inglés) aseguran que el procedimiento de dilución del agua contaminada al océano es seguro, no hay evidencia que soporte sus aseveraciones. Países cercanos, las dos Coreas y China están preocupados por los efectos que está liberación pueda tener en los productos marinos que consumen. Deberíamos preocuparnos y mostrar escepticismo y protestar esta liberación.


¿Qué tienen que ver los productos secundarios con la basura cero? ¿Qué es basura? Los productos secundarios y los desechos de nuestro quehacer diario se convierten en basura en el momento en que los contaminamos mezclándolos , reduciendo o eliminando su valor. Algunos de los productos secundarios y muchos de los desechos son recursos que pueden utilizarse en otra cadena productiva o reciclarse.


Reciclar es una opción, reutilizar siempre es mejor y menos costoso en precio y energía. Reciclar implica la transformación por algún proceso físico, químico, térmico o su combinación, del material original para obtener otro producto. Reciclamos ya vidrio, papel y cartón, metales y el plástico conocido como PET (polietileno tereftalato), del cual una parte, supongo mínima, regresa a nosotros como “tela polar”. 


Basura cero no es eliminar todo desecho, basura cero es dejar de ver como desechos a productos secundarios, envases, etc. para convertirlos en productos valorizables— aprovechables en otros procesos productivos. La conversión no es mágica, ni difícil, ni cara. La conversión consta de dos pasos de nuestra parte. Primero hay que clasificar los productos. Esto es fácil para papel, cartón, latas de aluminio u hojalata y composta. Clasificar los plásticos requiere entrenamiento. Las envolturas de papas, dulces y medicinas no son reciclables, acabarán en el relleno sanitario municipal, aunque hay quien convierte estos envoltorios en artesanía.


Una vez clasificados los productos se colocan en los contenedores correspondientes. Hasta ahora no hay una regla que nos indique por color donde va cada tipo de residuo. Esta separación es necesaria para no convertir nuestra separación en basura y facilitar la colecta.


Si la separación está bien hecha, los productos tienen valor comercial. Cuando el volumen colectado es grande el recolector debe pagar al generador.


A clasificar y separar acaba la responsabilidad personal, pero no es mala idea asegurarse que el recolector entrega los desechos valorizados a los donde serán utilizados.


Productos como madera, telas, productos biomédicos, pinturas, solventes, derivados del petróleo y pilas se consideran peligrosos o de manejo especial. Estos productos requieren manejo aparte y nuestras autoridades nos deben proveer con los medios para hacerlo. Algún día, pronto, las pilas —hay de muchos tipos y tienen muchos componentes—serán reciclables y no acabarán confinadas en concreto.


Una comunidad ha llegado a basura cere es comunidad que tiene una conciencia de su entorno y que puede ser capaz de exigir productos que generen menos desechos

CITES, la Totoaba y la Vaquita

Los esfuerzos en Ginebra de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ante CITES, el organismo internacional que regula el comercio de especies amenazadas, para impedir que se detuviera la exportación de 3148 especies mexicanas son considerados un éxito porque podremos seguir exportando especies listadas en la CITES. El logro ante CITES es una victoria pírrica para México, para la conservación, para la biodiversidad y para el uso sustentable de nuestros recursos. ¿Cómo se dieron las negociaciones? ¿Por qué no es un éxito para la conservación? ¿Algo se logró para el desarrollo sustentable? Considerando que la sanción se de debió a que México no ha hecho lo suficiente para impedir que mueran ahogadas las Vaquitas durante la pesca ilegal de Totoaba. ¿Qué significa para estas especies?


La CONABIO, un organismo independiente cuyo fin es la consrvación y uso de la biodiversidad, es la representante de México ante CITES, pero no participó en las negociaciones. ¿Por qué ignorar este conocimiento y capacidad de diálogo en foros biológicos internacionales? También subrayo que los expertos en Vaquita —mexicanos— tampoco fueron consultados.

Las sanciones de CITES, o cualquier otro organismo internacional, no preocupan a los pescadores ilegales de Totoaba y la red de traficantes en el mercado negro que los mantiene. Sólo las acciones que impidan la pesca y el tráfico del buche de Totoaba parará esta pesquería ilegal y asesina y el mercado que la consume. Es en esta situación donde el gobierno mexicano debe actuar y dónde están puestos los ojos de organismos internacionales como la cites y la Comisión Ballenera Internacional (CBI) y un gran número de personas preocupadas y ocupadas por la crisis global de la extinción de 1 millón de especies.

Desde la perspectiva de Marcelo Ebrard, secretario de la SRE, el éxito más importante de sus acciones en la CITES es demostrar su capacidad de negociación para mantenerse vivo en la lucha sin cuartel entre los contendientes de morena por la candidatura presidencial en 2024. No creo que las 3148 especies de la lista de cites, la Vaquita, la Totoaba o las comunidades pesqueras le quiten el sueño.

Para la Semarnat, que tiene a su cargo la conservación de la Vaquita y la Totoaba y la protección de las 3148 especies, fue ganar tiempo, espero que para planear para dos escenarios. El primero, un programa real de rescate de ambas especies que detenga la pesca ilegal de Totoaba y la prohibición absoluta de la pesca dentro de la Zona de Cero Tolerancia, donde habitan las 10 vaquitas que han sobrevivido a pesar de la pesca en todo su refugio y donde sabemos que se reproducen. La Semarnat debe hacer esto en coordinación con autoridades nacionales e internacionales y en contra de la corrupción y el tráfico ilegal de especies. Además debe promover la diversificación económica de San Felipe y Santa Clara del Golfo.
Vaquita/ WWF 

En el segundo escenario, la Semarnat no demuestra ante la cites y autoridades de los Estados Unidos que se está llevando a cabo acciones reales para logra revertir la extinción de Vaquita e impedir la pesca ilegal de Totoaba. En este caso, debe prepararse, con la SRE y otras autoridades, para las medidas que los Estados Unidos impondrán a la exportación de nuestros productos pesqueros usando su ley de protección a los mamíferos marinos, el Marine Mammal Act. También cites reinstalará la prohibición de la exportación de las 3148 especies.

Así como hay dos escenarios hay dos consecuencias opuestas tanto internacionales como nacionales. En el plano internacional, México ha jugado un papel preponderante en la conservación de mamíferos marinos en la CBI. Será un gran desprestigio perder a una especie mexicana mientras exigimos que los países balleneros no cazen ballenas en aguas internacionales. Por otro lado, rescatar a la Vaquita y la Totoaba y dar vida económica a dos poblaciones de pescadores puede convertirse en un paradigma del desarrollo sustentable.
En el plano nacional, la Semarnat logró retrasar la suspensión de la exportación de las 3148 y no tuvo que lidiar con las comunidades y empresas que, con toda razón hubieran protestado por el colapso de una fuente de ingresos. Sin el rescate verdadero de la Vaquita no sólo estas comunidades y empresas mostrarán, de una forma u otra, su descontento. Podemos agregar en el descontento a todas las pesquerías, artesanales e industriales, porque no podrán exportar sus productos a los Estados Unidos. Los únicos non afectados serán los pescadores furtivos de Totoaba.

Salvar a la Vaquita es  ayudar a crear un México sustentable.

Sunday 9 April 2023

CITES y 3148 especies mexicanas

A finales de marzo CITES, la conferencia internacional para el comercio de las especies amenazadas, resolvió que otros países no compraran las 3148 especies bajo su cuidado que México comercializa en el resto del mundo. Razón: el gobierno mexicano no ha hecho lo suficiente para proteger a la Vaquita marina de morir ahogada en redes agalleras utilizadas para pescar, ilegalmente, a la Totoaba, también amenazada y también preocupación de CITES. La Totoaba es parecida a un pez del mar de China extinto comercialmente y a cuyas vejigas natatorias o buches se les atribuyen propiedades medicinales. Su consumo es símbolo de privilegio en algunas sociedades orientales. La venta de este buche es ilegal. Sin restricciones legales, cuotas de pesca y comercio regulado la viabilidad de ambas especies está amenazada. También la de los pescadores que dependen de esta actividad furtiva.


Buches totoaba Excelsior


La Vaquita es el cetáceo más pequeño del mundo y el más cercano a la extinción. Quedan unos ocho ejemplares, que aún bajo estas circunstancias siguen reproduciéndose; cada año se ven crías.


La Vaquita ha cambiado su distribución en el alto golfo conforme ha disminuido su número La declaración de la zona de tolerancia cero, que se viola impunemente, es resultado de esta nueva distribución deducida de nuestro registro de los sonidos que emite las vaquitas en su hábitat.


Las recomendaciones de CITES, que paran las exportaciones de 3148 especies ni afectan a los pescadores furtivos de Totoaba, ni impiden el contrabando de sus buches, ni promueven directamente la supervivencia de la Vaquita. Si afectan directamente a las comunidades que comercializan a estas 3148 especies. No me cabe duda que la mayoría de estas comunidades depende de la exportación de alguna de estas especies para su bienestar. La recomendación de CITES es dura y pone presión al gobierno mexicano para que proteja a la Vaquita y a la Totoaba.


A lo largo de los sexenios, los gobiernos mexicanos han creado su propia encrucijada por la falta de políticas, propuestas y subsidios realistas para conservar a la Vaquita y castigar efectivamente la pesca ilegal de Totoaba o promover el bienestar de las comunidades pesqueras del alto golfo de California.


A pesar de su riqueza en productos pesqueros, entre los que destacan camarones y curvinas, las comunidades pesqueras de San Felipe, BC y El Golfo de Santa Clara, Son, no son prósperas, las ganancias de las pesquerías ni se quedan allí ni se reparten equitativamente. Razón: negligencia gubernamental. El Golfo de Santa Clara es una comunidad dentro del municipio de San Luis Río Colorado, donde le la agricultura es la primera fuente de ingresos. Hasta hace poco San Felipe era parte del municipio de Mexicali, la capital del estado y otro centro agrícola importante. Estas dos comunidades no dan votos suficientes en su municipio, están debajo del radar de los políticos municipales, estatales y federales. Las licencias de pesca se convierten en dádivas para beneficiar a los amigos o a quien se le debe un favor. San Felipe no será un municipio próspero, como lo es Rosarito con el cobro de impuestos prediales a sus colonias de extranjeros. El nuevo municipio no garantiza la prosperidad de San Felipe.


Sin que aumenten las acciones y políticas significativas para la protección de la Vaquita e impedir la pesca ilegal de la Totoaba, seremos culpables de la extinción de una especie cuya protección es factible aunque difícil y de la promoción del contrabando y mercado negro de especies. Nuestra falta de atención al problema nos convertirá en parias de la conservación e hipócritas en la Comisión Ballenera Internacional, CITES y otras agencias internacionales que llevan muchos años pidiendo que se tomen las acciones apropiadas para conservar a la Vaquita.


La exportación de las 3148 especies mexicanas bajo los convenios de CITES es una muestra de que México puede utilizar su biodiversidad, desde los genes hasta los paisajes, para generar riqueza, empleo y mayor conocimiento. CITES nos puede ayudar a que esta sea una realidad, si hablamos con la verdad y llevamos a cabo las acciones prometidas. La indiferencia del actual gobierno hacia la Vaquita y la Totoaba es difícil de entender cuando existen conocimiento técnico y recomendaciones para la conservación de la Vaquita y la recuperación para la pesca sustentable de Totoaba. La biodiversidad es de todos y es responsabilidad del gobierno mantenerla, protegerla y promover que sea una fuente de bienestar en México.

Saturday 18 March 2023

Cambio necesario e incómodo

New Statesman 
La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República anunció un cambio de los gobiernos de derecha hacia otro rumbo. Esbozábamos dos interrogantes basadas un poco en nuestras esperanzas de una vida mejor para todos y otro poco en las acciones que en su papel de opositor de Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal nos demostraron cómo se comporta como figura pública: ¿dónde y cómo sería el cambio?

El cambio está presente en todos lados, imposible evitarlo o no presenciarlo. Para algunos, me incluyo, ha sido un cambio diferente al que nuestras esperanzas de una sociedad más abierta suponían y esperaban. Lo que tampoco era aceptable era quedarnos como estábamos. Sin cambios no avanzamos como sociedad, con cambios sin consenso no hay ni seguimiento ni consecuencias positivas.


Las desigualdades forjadas a través de siglos de explotación no han desaparecido ni, supongo, desaparecerán de un plumazo (o dos) en sólo seis años. Se requiere de cambios estructurales analíticos, realistas y presupuestados. Además debe convencer a los privilegiados que no pierden derechos, ceden privilegios que se apropiaron.


Paradójicamente algunos de estos cambios no aumentan la participación ni abren la sociedad. La ayuda asistencial se vuelve compra de simpatías y votos sin cambiar de raíz la disparidad extrema de nuestra sociedad. Gabriel Zaid ha propuesto ayudar a la creación de talleres caseros para ayudar romper el círculo de la pobreza. Es necesario que las dádivas, los préstamos o los productos del trabajo artesanal, circulen en las economías locales y apoyen a las comunidades. Utilizar la ayuda asistencial para gastar en grandes locales comerciales no crece la economía de abajo, al contrario, redirecciona las dádivas hacia los grandes capitales. Si la asistencia no se queda en las comunidades ni cambiará la estructura económica ni combatirá la pobreza.

Simon & Schuster

¿A quién ha servido el cambio? Las dádivas sin sabor comunitario se convierten en populismos adorados por la opositara demostrar la oquedad de la propuesta de cambio.


Una de las primeras lecciones aprendidas por los ciudadanos sobre Morena en el poder fue que los funcionarios ya no son activistas y que no estaban cumpliendo sus promesas o realizando sus tareas de funcionarios. La tarea como activista es reclamar desde la trinchera por un mundo mejor. La del funcionario es sentarte en una oficina de gobierno y, aún con las mejores intenciones y un presupuesto limitado, e resolver conflictos de intereses sin traicionar principios, o cuando menos saber cuándo, dónde y porque comprometerlos.


Hay dos labores más cercanas a mi experiencia donde critico la dirección y la finalidad de los cambios en curso. La más reciente es la propuesta de la Ley general en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación. Las personas que nos dedicamos a la ciencia la hemos leído con cuidado y críticamente. Leer críticamente no es sólo despotricar contra el texto y quienes lo construyeron; es analizar y encontrar méritos y fallas y, sobre todo, proponer alternativas que mejoren la Ley y la ayuden a cumplir su mandato constitucional de entregar los productos del derecho a la ciencia a los mexicanos.


The Victorian Web
Los científicos, ingenieros, tecnólogos y humanistas somos privilegiados por nuestra formación. Esta formación y nuestra función como servidores públicos llevan responsabilidades claras hacia nuestro empleador, el pueblo mexicano. Somos responsables ante la sociedad de usar nuestro conocimiento para beneficio de todos. Lo más indicado no es cumplir un capricho gubernamental, como cuando se nos pidió investigar porque se caen las partes de las paletas Payaso o desarrollar una vacuna sin los medios necesarios.


También sabemos cuáles son, y exigimos, las mejores condiciones de trabajo para cumplir con el mandato de la Ley. Si la Ley no garantiza estas condicionesy los recursos necesarios para desempeñarnos eficientemente, nuestros conocimientos son inútiles e improductivos.


Mi otra labor, además de la ciencia, es como servidor público involucrado en la conservación, trabajando con una u otra área de la SEMARNAT. No percibo en ella una línea que nos lleve al uso sustentable de los recursos, la conservación de la biodiversidad o el desarrollo sustentable. Veo retórica sin relación con la realidad de nuestra naturaleza y sus habitantes y proyectos, como Sembrando Vida,  que destruye el entorno y es de uso limitado. Pocos lugares tienen agua suficiente para un huerto familiar que pueda vender excedentes.






¿Nos importa el sargazo?

 

Research Gate
Aparecen dos números de La Jornada Ecológica, uno en marzo otro en abril 2023, sobre el sargazo en el Caribe mexicano y el Golfo de México. Son producto de una colaboración con Eduardo Peters del Consorcio de Investigación del Golfo de México (CIGoM), asentados en el cicese. Invitamos a una variedad de expertos en detección, modelado, ecología y patología del sargazo a que nos educaran sobre el problema. También invitamos a aquellos que buscan soluciones a este problema que llegó para quedarse. 


Laboratorio Oceanografía óptica
El Caribe mexicano es el lugar de la República Mexicana más alejado posible de Baja California. ¿Por qué nos debe importar el problema? Hay razones económicas. El turismo de playa es la actividad económica más importante de esa región y una fuente significativa de ingresos en moneda extranjera para México. Las playas llenas de sargazo alejan al turismo y son fuentes de contaminación y enfermedades. Además, el sargazo acumulado promueve la erosión de las playas, disminuyendo su valor como destino turístico. 


Más importante para Función y Forma y —supongo— el resto del país, esta invasión de sargazo es una manifestación concreta y perenne de como el cambio climático altera nuestras vidas. Es, ahora que nos afecta, paradójicamente, una inspiración para investigar sus causas y consecuencias. Es también razón para evaluar, inventar e incorporar soluciones al problema, integrándolas como una economía sustentable y circular. 

Getty Images


Ni los centros de investigación, ni las diferentes Secretarías federales, ni los Estados, ni los municipios, ni la industria turística tienen la capacidad económica y conocimientos suficientes para estudiar y resolver el problema. Hay que reconocer los esfuerzos de CONACyT para crear una fuerza de trabajo para lidiar con este problema que afecta a todos. 


Sirva esta alianza multi-institucional como ejemplo de la mejor forma de prevenir, resolver o mitigar los nuevos problemas que el cambio global traerá a nuestro país a lo largo del siglo xxi.


Saturday 4 March 2023

Ciencias y Humanidades




La Ley general en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación continua su camino legislativo, será aprobada. No será un cambio a la Constitución, en la peor de las tradiciones legislativas mexicanas, será aprobada acaso con cambios triviales e inconsecuentes, sin disfrutar de los resultados de una lectura rigurosa y crítica del texto en comisiones. Sin la consulta a los afectados directamente: humanistas, científicos, ingenieros e innovadores, de los cuales pueden salir mejoras que promuevan el derecho a los productos humanistas y científicos garantizados por esta Ley para todos los mexicanos.

Son muchos los problemas que la Ley general en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación presenta para cumplir su cometido. Desde la asociación de académicos del CICESE, APACICESE, a la cual pertenezco, ya expresamos nuestra inconformidad con la alta posibilidad de que todos los trabajadores de los Centros Públicos de Investigación quedemos en el apartado B del Artículo 123 constitucional como empleados de confianza. Esto nos deja sin seguridad en la continuidad laboral. Sin esta garantías mínima de continuidad laboral es imposible realizar investigación de largo plazo y dirigir tesis de posgrado.


A pesar del tratamiento simplista de una proliferación de ciencia —y científicos— neoliberales en México, la mayoría de los que nos dedicamos a estas tareas no lo hacemos como negocio o para servir a transnacionales innombrables. Lo hacemos no sólo porque creemos, sabemos que México tiene riqueza de recursos y talentos subaprovechados. Nuestros esfuerzos de trabajo se dirigen al mejor aprovechamiento sustentable de recursos.


Esta ley centraliza los temas de investigación y la toma de decisiones al compás del gobierno en turno lo que es  poco eficiente y no usa eficazmente nuestros talentos. Digamos que queremos resolver el problema del sargazo en el Caribe mexicano o la seguridad en las minas, o las inundaciones de Tijuana y Ensenada, o —como en épocas de Fox— la caída de las partes de las paletas Payaso. No es necesario convocar a todos los humanistas, científicos, ingenieros e innovadores mexicanos para resolver el problema. Habrá quienes estén capacitados y quienes puedan hacer propuestas para resolverlos. El resto nos podemos dedicar a lo que sabemos usar. Lo contrario desperdicia recursos.


Cuestiono si la Ley general en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación promueve el diálogo, el entendimiento y el crecimiento de las humanidades, las ciencias y sus aplicaciones si no garantiza cuando menos el 1% del PIB. La cultura creada con estos conocimientos y sus aplicaciones para el disfrute de los mexicanos no es un gasto frívolo o el privilegio de unos cuantos. Es una inversión que reditúa en bienestar y desarrollo sustentable.


Hemos aprendido que la economía, la planificación y la toma de decisiones centralizadas promueven la corrupción, el rezago económico y el bienestar de quienes sufren esta forma de vivir. Las doctrinas genéticas de Lysenko en la URSS Estalinista fueron una causa del fracaso agrícola y la hambruna consecuente. Evitémonos la pena histórica de un error similar y discutamos franca y horizontalmente cómo resolver nuestros problemas de desigualdad.


Cerré mi última columna diciendo:


“La relación entre las humanidades, las ciencias y las ingenierías es tensa. Ninguna tiene toda la verdad o todas las soluciones. Tienen necesidades e intereses diferentes y presupuestos que nunca alcanzan. Unificarlas con una ley es forzar una relación que no remedia las discriminaciones percibidas. Necesitamos un diálogo abierto, público y permanente que nos permita crecer.”


La ciencia calificada con adjetivos maniqueos, como lo es acusarla de neoliberal,  cierra el diálogo entre las diferentes formas del conocimiento que han construido nuestras culturas. Al igual que las humanidades, las artes y las ingenierías, las ciencias son los conocimientos más compartidos y consensuales que tenemos. Debemos continuar con el desarrollo independiente de estas formas de conocimiento, abriéndonos a los diálogos cuando surjan problemas éticos o se quieran imponer dogmas por arriba de las hipótesis, la experimentación científica y las mentes críticas, creadoras y constructivas.


Debemos mantener un diálogo abierto y de aceptación de las diferencias en la forma de generar y entender el conocimiento, diálogo que nos permita crecer y desarrollar mejores entendimientos del mundo y llegar el desarrollo sustentable.

Sunday 8 January 2023

¿Qué hubo? ¿Qué viene? ¿Qué hacemos?

 Que hubo.




En 2022 tuvimos dos conferencias de las partes (COP) una en Sharm el-Sheikh, Egipto sobre Cambio Climático y otra en Montreal, Canadá sobre biodiversidad. Ninguna de estas fue un parteaguas en la mejora del ambiente o la protección de la biodiversidad. En la de cambio climático había más representación de la industria petrolera que países presentes. En la de biodiversidad se manejó la frase de naturaleza positiva sin que se entiendiera lo que quiere decir. En una encuesta informal se interpretó como “restauración de tierras”, “menos ambición material, menos consumo”, “destruir todo y plantar unas pocas cosas al lado”, “un aumento en la biodiversidad y variación en vez de una pérdida negativa” y “no tengo idea”. Con esta ambigüedad las grandes economías y compañías pueden decir que son de naturaleza positiva para lavarse la cara y evadir responsabilidades. También pueden estas tomadoras de decisiones—para ellas y el resto— acusar a cualquier país de no ser pro naturaleza positiva y negar la ayuda necesaria para resolver problemas ambientales y humanos creados por las grandes economías. 


Más cerca de casa creo que Energía Costa Azul (Sempra) está cambiando su estufa —la regasificadora, que convierte el gas licuado en gas para mandarlo a California, por un refrigerador —que licuaría el gas proveniente ¿de Texas? para exportarlo en barcos tanque. ¿Se corren los mismos riesgos con la estufa actual y el posible refrigerador? La compresión de gas es más complicada que su evaporación . Supongo que los riesgos cambian. ¿Qué saben los tres niveles de gobierno y no nos han informado? ¿Qué deberían saber e informarnos?


Que viene.


Se publicaron en la Gaceta Parlamentaria dos textos diferentes sobre cambios a la Ley de Ciencia y Tecnología. El primero es la Ley General de Ciencia y Tecnología e Innovación, del bloque opositor. Entre los firmantes están Romero Hicks —que hizo lo posible por desmantelar al CONACyT— y Quadri de la Torre —para quién el ambiente es un negocio. El segundo es la Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación promovida por el Poder Ejecutivo con sello CONACyT/4T. Apenas empecé a leer la exposición de motivos de la segunda, es propaganda sin ton ni son. Comentaré ambas en el futuro. Entre estas dos visiones debería surgir un debate parlamentario profundo. Será una hoguera de vanidades con discusiones yermas.



En el Senado, Movimiento Ciudadano y el bloque independiente presentaron la “iniciativa con proyecto de decreto por el que abrogan diversas leyes, se reforma la ley federal de responsabilidad ambiental y se expide el código nacional de protección al ambiente  reglamentario del párrafo quinto del artículo 4o y 27 constitucionales y de los tratados internacionales en los que el estado mexicano es parte en materia de ambiente sano…”. Son más de 400 páginas, comentaré en más detalle en otro futuro. Puedo decir que sus definiciones son ambiguas y limitadas, mal augurio.


Por hacer.

Dr. Strangelove or Hiow I learned to love the bomb


No podemos confiar que los tres niveles de gobierno, las agencias internacionales o 

las grandes compañías trabajen para revertir el cambio climático y defiendan ambiente y biodiversidad. Nos toca presionarlos. También debemos cambiar nuestra forma de vida para reducir nuestra huella ambiental. Nadie lo hará por nosotros;  no serán las grandes compañías que siguen vendiendo envases con pocas posibilidades de reciclado. Nota al pie: una estudiante canadiense de educación media desarrolló una botella comestible.


Insistamos que nuestro futuro no está en los combustibles fósiles, está en la energía renovable adaptada al ambiente local. Invirtamos en energías alternativas, formemos personas que puedan ganarse la vida trabajando en estas.


Separemos nuestros deshechos para que no sean basura y sean aprovechables. Reduzcamos la huella de los tiraderos legales y clandestinos, junto con sus lixiviados y enfermedades. 


Las leyes, normas y reglamentos que medían nuestras relaciones con el ambiente deben promover el desarrollo sustentable y permitir que los dueños de los recursos vivan de ellos. Las leyes propuestas deberán cumplir esta meta. 


La relación entre las humanidades, las ciencias y las ingenierías es tensa. Ninguna tiene toda la verdad o todas las soluciones. Tienen necesidades e intereses diferentes y presupuestos que nunca alcanzan. Unificarlas con una ley es forzar una relación que no remedia las discriminaciones percibidas. Necesitamos un diálogo abierto, público y permanente que nos permita crecer.