Wednesday 29 September 2021

Virus y Fuego





Nuestra vida ha estado dominada por dos preocupaciones: pandemia y fuego. ¿Cuándo se acabará la pandemia de Covid-19,
  habrá otras? ¿Qué tan devastadores serán los fuegos de esta temporada y las siguientes? ¿Podremos controlar los fuegos?


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Aunque el fuego y el SARS-Cov-2 —el virus de la pandemia Covid-19— no se parecen, ambos fechan y amenazan nuestras vidas. En el siglo XXI podemos atribuirles una causa común indirecta, las actividades humanas y sus modificaciones al medio ambiente local y mundial.


Tal vez nunca sabremos el origen exacto del SARS-COV-2 ¿brincó de murciélagos a humanos a través de los pangolines? Llegando finalmente en la carne de estos animales a un mercado de Wuhan, China? ¿Escapó del laboratorio de virus en la misma ciudad? ¿Es un virus diseñado como arma biológica que escapó del mismo laboratorio? La primera hipótesis parece ser la más sencilla y por lo tanto la más posible, pero hay razones políticas de todos colores para promover las tres sin dejarnos poner a competir a las tres contra los datos y la realidad. Conocer el verdadero origen del virus nos ayudará a prevenir y controlar pandemias futuras. Se sabe que los virus de fiebres porcina o aviar pueden brincar a los humanos en lugares de contacto íntimo  entre aves de corral o animales de granja. Pueden ser granjas paupérrimas donde humanos y animales comparten techo para resguardarse de las inclemencias del tiempo, pueden ser granjas porcinas industriales. Si la hipótesis de transmisión entre especies es la verdadera, es consecuencia de la sobreexplotación de recursos naturales y la transformación del paisaje.


Fuego en Amazonas bbc.com
Como crecen la “frontera agrícola”, la explotación forestal, la expansión urbana y la minería crecen, las áreas naturales disminuyen y la densidad de las poblaciones de animales silvestres aumenta. Al mismo tiempo, campesinos sin tierra, las naciones originales y otros grupos humanos inútiles al capitalismo son desterrados y sus formas de vida desaparecen. Se ven forzados, cuando pueden, a alimentarse de vida silvestre. Vida que bajo condiciones de alta densidad y ambientes empobrecidos son susceptible a enfermedades. Como hemos aprendido con las variedades de Covid-19, las altas densidades de contagiados de virus promueve sus mutaciones. Algunas de estas mutaciones serán capaces de infectar humanos. Estamos pagando muy caro las consecuencias. 


Los virus seguirán mutando causando pandemias. Debemos tener planes para controlarlas. Será más facil controlar pandemias si crecemos sustentablemente.


Por mucho tiempo he argumentado a favor de los incendios naturales en los climas mediterráneos, como el del noroeste de Baja California, donde la descomposición de la materia muerta y su reintegración al suelo se da mediante sus ciclos naturales de fuego. Estos ciclos se han visto alterados por especies invasoras, principalmente pastos europeos que han acortan los ciclos. Sigo a favor de no suprimir estos incendios naturales, a menos que amenacen vida y propiedad. El ecosistema y sus ciclos debe continuar .


Fuego en Banf, Canadá Global news ca

Hay dos razones principales del aumento de incendios en ecosistemas que no sean mediterráneos. El calentamiento global ha dado lugar a sequías, aumentando la suceptibilidad a incendios naturales o provocados. Bajo estas sequías los incendios han sido mas grandes y calientes de lo que conocíamos para todos estos otros ecosistemas. Es muy lamentable la pérdida de vida y propiedad, pero igual de lamentable y de consecuencia ambiental es la pérdida de ecosistemas boscosos o selváticos La otra razón son los incendios provocados para la agricultura, la ganadería, la minería o la expansión urbana. Es en los bosques y selvas del mundo, donde la fotosíntesis convierte el bióxido de carbono en oxígeno, azúcares, carbohidratos. Estos son transformados por las células y almacenados en forma de madera, reduciendo la concentración de esta gas de efecto invernadero (GEI) de la atmósfera.

Sars-cov-2 bbc


El panel internacional para el cambio climático (IPCC por sus siglas en Inglés) tiene suficiente evidencia para afirmar que el cambio climático es consecuencia del aumento de los GEI en la atmósfera y que la fuente principal es la quema de combustibles fósiles que, hasta ahora, impulsan la economía global.


Me doy a la  especulación educada conectando  estos incendios y la destrucción de selvas y bosques con la surgencia de nuevas enfermedades. Sin especulaciones pero con prisa debemos reducir nuestro consumo de combustibles fósiles y tomar todo paso posible para hacer nuestra vida sustentable.









Thursday 2 September 2021

Planeta amenazado

El último reporte de Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) concluye con evidencia innegable (excepto por quienes se rehusan por razones ideológicas o políticas) que el cambio climático es: 1) una realidad y 2) la causa principal es el aumento de la concentración de CO2 y CO, conocidos como gases de efecto invernadero (GEI), en la atmósfera. Este aumento es consecuencia de la quema de combustibles fósiles a partir de la Revolución Industrial en el siglo XIX. La revolución industrial empezó con carbón, pasando por combustoleo, diésel, acabando con gas natural. Todos estos hidrocarburos al quemarse se descomponen en CO2 y CO aumentando la temperatura promedio del planeta.


Las consecuencias del aumento del efecto invernadero no sólo las vemos en las noticias todos los días y a todas horas, también las vivimos. El clima y sus consecuencias han llegado a casos extremos cada vez más seguidos. Los tornados, huracanes o tifones de esta temporada son de las categorías más intensas, causando destrucción de inmuebles, inundaciones y pérdidas de vida. 

En otros lados, la falta de lluvia a causado sequías y las hambrunas consecuentes por la falta de producción de granos y ganado. Las presas están debajo del nivel esperado y el agua es racionada. Hay incendios catastróficos en Siberia, China, Canadá, California, Grecia, Alemania, Brasil, etc. Sabía de y esperaba incendios en Canadá y California pero no en los otros sitios; a la mejor son comunes. Ahora todos son más grandes y difíciles de controlar, afectan la vida silvestre, construcciones y vehículos. Hay quienes mueren en el fuego o combatiéndolo.


Nuestra vida no van a cambiar en el futuro por el cambio climático, está cambiando hoy y todos los días.


Para regular los efectos del efecto invernadero tenemos que hacer dos cosas. La más obvia y más complicada es dejar de liberar GEI a la atmósfera. Para eso debemos dejar de usar combustibles fósiles. Al momento todas las economías nacionales, regionales y caseras dependen de los combustibles fósiles. Nos queda un camino largo y sinuoso que debemos transitar para eliminarlos de nuestra vida. Hay un problema casi insuperable, las compañías extractoras de petróleo y productoras de combustibles fósiles son muy poderosas y compran, corrompen y convencen a gobiernos en todo el mundo para que el juego esté cargado a su favor. Ya sabían de las consecuencias nocivas de los GEI y gastaron mucho dinero en negar y ocultar los resultados. Aunque conocen bien los efectos nocivos de los GEI están invirtiendo en energías alternas, siguen obteniendo ganancias de la explotación de combustibles fósiles a expensas del calentamiento global, la destrucción del planeta y los ecosistemas y la pérdida de vidas.


La otra ruta necesaria es disminuir la concentración en la atmósfera de los GEI; tenemos que reabsorber el CO2, el CO de la atmósfera a un sumidero. Se han propuesto varios modelos ingenieriles para bombear GEI a minas y otros lugares profundos. ¿Para qué gastar en tecnología si tenemos la solución natural frente a nosotros? La solución es la fotosíntesis que provee de oxígeno a la atmósfera al romper el CO2 y producir azúcares y otras moléculas que construyen plantas. La creación de madera, el producto vegetal más longevo que conocemos, es la creación de un sumidero. Está formada de celulosa, usada para fabricar papel, y lignina.


Para mantener el carbono capturado como madera hemos diseñado formas de pago para que los dueños de las tierras conserven bosques y selvas tropicales como reservas de carbono. Es ya toda una industria cuidar no sólo que mantengan las selvas, también que no inviertan la paga en la destrucción de selvas y bosques en algún otro lugar. Ya hemos destruido muchas de estas selvas y continuamos. Las selvas de México casi han desaparecido a manos de agricultores, talabosques y ganaderos. La Amazonia sufre el mismo destino, aunque la minería es otra forma común de su destrucción. La reforestación manual nunca es tan eficiente como la regeneración natural, pero ahorra tiempo en la regeneración de bosque y selvas.


Por diseño burocrático y falta de motivación e investigación ecosistemas como los del desierto sonorense y las regiones mediterráneas, donde también se produce tejido leñoso, no han sido investigadas como sumideros de carbono.


Hay que cambiar nuestra forma de vida y repensar cómo vivir. No podemos dejar a banqueros e industriales continuar con sus ganancias en vez de la vida.