Wednesday 27 October 2021

La Lotería Califerne








El jueves 21 de octubre se presentó en el Teatro de la Casa de Cultura de Tijuana la Lotería Califerne. Enigma Creative, el equipo diseñador me  invitó a la elaboración de la lotería y, ese día, a su presentación al público tijuanense. Espero que esta lotería pueda llegar a las familias, las escuelas, los eventos culturales y las ferias de Baja California. Transcribo, con modificaciones mínimas, el texto que leí en esa ocasión. 
Enigma Creative

La Lotería Califerne se incorpora a la cultura de Baja California. Esta lotería es el producto de la combinatoria de nuestra realidad y nuestra imaginación. La  lotería es una serie de tableros y cartas  donde la vida bajacaliforniana, en todas sus dimensiones, se plasma en pocas imágenes ricas en contenido y arte. Imágenes creadas con amor y respeto a nuestra Baja California —y también la de otros.

Estos  tableros y cartas fueron concebidos y creados para que todos, los bajacalifornianos y los foráneos, los gentiles y los escépticos, entendamos mejor, apreciemos más y conozcamos con mayor profundidad Baja California. Qué hace única a la Baja California y que desconocíamos. Qué sabemos y qué deberíamos saber de su cultura, su geografía y su vida.

Unificar artísticamente los temas de Arquitectura y Espacios Urbanos, Aventura, Flora y Fauna, Gastronomía, Paisaje, Patrimonio Cultural, Pueblos y Culturas Indígenas sin duda fue un reto para el espíritu creativo de Enigma. La solución superó al reto. Tenemos ante nosotros una lotería que es una celebración creativa, instructiva, bella y, sobre todo, juguetona, de la Baja California.

La creación de esta lotería fue un proceso colectivo. Entendí como reto a todos los contribuyentes ayudar a dar a los cartones, a las imágenes y a los jugadores un sabor bajacaliforniano, pero sin caer en estereotipos, lugares comunes o exotismos. 

La selección de las imágenes no fue fácil, la discusiones fueron enriquecedoras y las exclusiones conscientes. Aquellos eventos y famas por las que no queremos ser conocidos quedaron fuera. La lista de exclusión es larga, se las dejo a su imaginación y mal gusto.

Enimga Creative
Para mi contribución me planteé preguntas como estas para resolver qué pudiéramos incluir. ¿Qué animales y plantas representan al estado? ¿Cuáles compartimos  o no compartimos con otras geografías? ¿Cuáles tienen que ser mejor comprendidos? ¿Qué paisajes conocemos?¿Cuáles hemos olvidado? ¿Cuáles son remotos? No quedo fuera una pregunta general: ¿Cuál es su futuro y cómo lo logramos?

La Vaquita está en lotería, tanto en el paquete como en el Golfo de California. Tal vez quede como un recuerdo de un animal poco conocido, casi invisible y único al Golfo de California que perdimos por no poder dar a las comunidades pesqueras nuevas y mejores oportunidades económicas, forzándolas al tráfico y mercado negro de  la Totoaba, otra especie amenazada.

Enigma Creative
Además de nuestras especies bandera y representativas, como el borrego cimarrón, la siempreviva o los castaños, tenemos paisajes únicos. Están los bosques de cardones, de los cuales apenas empezamos a entender su ecología. Estos bosques nos plantean el reto de saber si son almacenes (sumideros) de carbono, haciendo al paisaje no sólo bello y único, también defendible contra el desarrollo desaforado.

No podía quedar fuera el paisaje más imponente, yermo, desnudó y difícil de nuestro estado, La Rumorosa. Invocarla me recuerda una caminata con las musitaciones de las rocas y el viento. Ahora, poca veces tenemos tiempo de que su paisaje ponga nuestro ego en su lugar.

Para nuestro entendimiento, varias de las cartas abarcan más que una imagen. No es coincidencia que La Playa muestre la realidad migratioria de nuestra frontera o que haya plantas comestibles como el Saladito, botana de nuestra gastronomía Baja Med. 

Esta lotería,  síntesis de la esencia de Baja California, hubiera sido imposible sin la idea, convocatoria, disciplina, logística y realización creativa del equipo de Enigma.

Les agradezco sinceramente haberme dado la oportunidad de haber participado en este momento cultural de la Baja California que queremos en este siglo xxi.

Friday 15 October 2021

Musas y Musitaciones

John Singer Sargent. Apolo y las 9 musas
 En la mitología griega las Musas son las nueve hijas de Zeus y Mnemosínelas y las inspiradoras de las artes. En esta su columna busco inspiración y motivación en la naturaleza y en la búsqueda de un mundo sustentable. Un mundo tan verde como podamos mantener y lograr.

La primera acepción de musitar es hablar en voz baja, susurrar. También cuando musitamos hablamos con nosotros mismos para pensar—casi en voz alta.


Todo momento es bueno para reflexionar sobre nuestro quehacer diario y nuestra satisfacción (o no) con la vida. También hay momentos y lugares para reflexionar sobre nuestro impacto en el mundo. Esta reflexión es impostergable ante la evidencia diaria y directa del cambio climático en nuestra vida.


Las noticias de huracanes cada vez más potentes, incendios incontrolables, sequías extensas, inundaciones devastadoras con las consecuentes pérdidas en vidas humanas, hambrunas, destrucción de ecosistemas y de las contribuciones que estos hacen a nuestro bienestar.


¿Podemos atacar las causas del cambio climático? Mas allá, ¡debemos! Para hacerlo hay que identificar por quién y cómo ha aumentado la concentración de los gases de efecto invernadero (GEI), causa del cambio climático. Los “culpables” son el bióxido de carbono, producto de la quema de combustibles fósiles, el metano, producto de la digestión del ganado y de los cultivos de arroz, y otros más.


Los GEI son esenciales para la vida en el planeta. Sin el efecto invernadero provocado por estos gases, guardando el calor generado por la luz del sol sobre la tierra, impidiendo su escape al espacio, tendríamos temperaturas extremas altas y bajas diarias. Bajo diferentes concentraciones de GEI la vida pudo evolucionar. La concentración de los GEI ha cambiado durante la historia del planeta, así como la temperatura ambiente media. Los cambios en la concentración actual de GEI es consecuencia de una economía basada en la quema de combustibles fósiles. Las grandes petroleras y las industria que dependen de los estos combustibles no cambiarán hasta que se acaben todo el carbón, gas y petróleo aún bajo el suelo.


Smart Water magazine
Todas estas musitaciones nos dejan con un futuro pesimista y fuera de nuestro control. Poco queda por hacer más que esperar que reuniones como la próxima Conferencia del Cambio Climático de las Naciones Unidas 2021 en Glasgow, conocida como COP 26, solucionen la crisis. A esta reunión llegarán jefes de gobierno o ministros del ambiente para discutir qué se puede y debe hacer para reducir los efectos de los GEI y mantener el aumento de temperatura promedio abajo de 1.5 oC en lo que queda del siglo — queda poco tiempo y mucho trabajo. Desafortunadamente, muy cerca estarán representantes de la industria del petróleo (señores son poderosos, ricos y con gran peso político), tratando de convencerlos, contra toda evidencia científica, de que el cambio climático actual sólo es consecuencia de la variabilidad climática natural. Muy alejados pero presentes estarán muchas Organizaciones de la Sociedad Civil e individuos exigiendo un futuro sustentable para todos —no serán recibidos con los brazos abiertos.


Dejemos las musitaciones y busquemos a las Musas para inspirarnos. No tenemos ni debemos esperar que la COP 26 resuelva el calentamiento global y tome todos los pasos correctos para disminuir la concentración de GEI en la atmósfera a niveles que nos lleven a temperaturas globales aceptables. Pueden cambiar leyes, obligar a las industrias petroleras a disminuir la extracción de combustibles fósiles o restringir y regular el uso de combustibles fósiles. Con todo eso, nada puede cambiar.


El único cambio efectivo será el que cada uno de nosotros haga en sus patrones y costumbres. Pudiéramos comprar un auto eléctrico o híbrido, construido a un costo energético muy alto de metales, plásticos y baterías. Podemos ¿debemos? usar transporte público (aunque tiene los mismos costos de producción, pero repartidos entre todos los usuarios). Podemos usar la bicicleta o caminar cuando las distancias lo permitan.


Debemos cambiar nuestro estilo de vida, consumir local, reducir el consumo de carnes rojas (las alimentadas con grano con mayor razón). Podemos restringir la huella de carbono de nuestros viajes, ropas y alimentos. 


Debemos entender que todo esto no es disminuir nuestra calidad de vida, sino una forma mínima de promover igualdad, desarrollo sustentable, uso apropiado de los bienes naturales y de mantener los procesos ecológicos y evolutivos. Un deber inspirador al que nos llama la Musa Verde.