La primavera es una
época representada trivialmente por flores, mariposas y avecillas
canoras inconsecuentes. La realidad es mas interesante, los frutos,
los cachorros de mamíferos y los polluelos llenan la naturaleza. A
diferencia de los humanos, donde a través de nuestros sistemas de
salud hemos disminuido significativamente la mortalidad perinatal e
infantil, la mayor mortandad de aves y mamíferos se da en el
primer año de vida, aunque no los vemos por que viven alejados de
nosotros y la reclusión es una buena estrategia de supervivencia
para pollos y cachorros.
Es cuando los
polluelos y los cachorros empiezan a vivir independientemente que
aumenta su probabilidad de muerte ya sea por resultar la presa de
algún depredador, por inanición, por enfermedad o por alejarse de
su refugio. También por desconocimiento nuestro cuando encontramos a
un cachorro abandonado.
Aguililla rojinegra capturada en BSQ |
Nuestra primera
reacción, tal vez equivocada, es proteger y alimentar a este animal
abandonado, herido o hambriento. Mi argumento de por que esto es una
razón equivocada es que si el animal está en su medio natural y no
va a sobrevivir no tiene las características que lo harán un buen
adulto, o el ambiente no tiene los recursos necesarios para su
supervivencia. No es una razón equivocada si estamos seguros que el
animal está en malas condiciones. Esto es resultado de un mal
provocado por nuestras acciones que van desde cacería ilegal hasta
el abandonar basura que pudiera ser ingerida por algún animal.
¿Que hacer cuando
nos encontramos con un animal en situación de estrés? Tenemos tres
opciones, la primera, posiblemente la mas común es ignorarlo y
seguir nuestro camino. La segunda, la oficial, es llamar a la oficina
local de PROFEPA o de Protección Civil y pedirles que se hagan cargo
del animal. Esta opción es, considero, muy difícil que tenga
efecto. PROFEPA tiene horas de trabajo restringidas, no tiene
oficinas en todo el estado, un número de teléfono tipo 800 de
atención constante, o el presupuesto para desplazarse para estos
casos (hay que desembolsar gastos de viaje y viáticos). Protección
Civil no es muy diferente. Parece que ninguna de las dos oficinas
entiende que hay un riesgo de salud humana asociada a un animal que
es fácil de capturar. Además, muchos de sus empleados no están
entrenados para manejar animales silvestres. La tercera opción
merece mas detalle.
En esta tercera
opción puedo hablar de mi experiencia. Empiezo con dos notas
precautorias. Si ven un cachorro de foca solo en la playa, déjenlo.
Tomen fotografías pero no lo toquen. La madre salió en busca de
comida y regresará con leche. El olor humano puede confundir a la
madre y causar que esta abandone su cría. La segunda, los animales
silvestres son salvajes, tienen garra, uñas, colmillos y otros
instrumentos punzocortantes que usarán en defensa propia cuando se
sientan amenazados. Si no sabes como controlar al animal, mejor
déjalo en paz. Busca la ayuda de algún biólogo o veterinario,
siendo consiente de que es una falta federal manejar vida silvestre
sin la autorización de la PROFEPA.
Hace muchos
domingos, cuando el virus del Nilo se esparcía en el continente,
apareció en un chapoteadero de un club deportivo de Ensenada un
volantón, pollo que empieza a volar, de garza. Era obvio que se
había perdido y no podía regresar a su nido. La urgencia es que al
día siguiente empezaba el curso de verano y tanto la garza como los
niños corrían peligro. Sin ayuda de la PROFEPA o Protección Civil
capturé a la garza. La mantuve en casa hasta la mañana siguiente
cuando se la entregúe a la PROFEPA. No supe mas del caso.
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