Thursday 25 October 2018

Resintiendo a la Vaquita en extinción


“Todo se resiente cuando cantas Animal en Extinción” pregona La Barranca para llorar la desaparición de una y toda especie. La extinción es una realidad, la mayoría de las especies que han vivido en el planeta están extintas, hoy contamos con menos del 5% del total de las que han existido, no es una excusa para permitir y promover extinciones. En estos momentos las extinciones son más frecuentes porque hemos destruido hábitats y competido con especies por espacio y alimento. Pero no podemos declarar a una especie extinta por convenir a nuestros intereses. 

En la primera plana del diario El Mexicano de Tijuana del 8 de septiembre Sunshine Rodriguez se deleita con la proclamación espuria de que la Vaquita (Phoecena sinus) será declarada extinta por la futura Secretaria de la SEMARNAT, Josefa González-Blanco Ortiz-Mena. Los planes de la SEMARNAT están lejos de dejar al garete a esta especie, a la riqueza biológica del alto golfo de California y el aprovechamiento sustentable de sus pesquerías. Jacques Costeau describió al golfo de California como el acuario del mundo, sólo tratándolo acuario y no como pozo de la fortuna tendremos desarrollo sustentable en sus aguas, islas y costas.

Una especie se extingue porque mueren más organismos de los que nacen y llegan a reproducirse. Para que la Vaquita mantenga una población sólo puede ahogarse y morir en artes de pesca un ejemplar cada dos años. Esa no es la realidad de la Vaquita, el número  exacto de Vaquitas pérdidas a la pesca es desconocido pero claramente superior al aceptable. El número de viajes de pescadores al alto golfo en un año supera los treinta mil, esto sin considerar la pesca ilegal de totoaba. No es inesperado pero si desesperante que estas artes de pesca atrapan incidentalmente a más de una Vaquita en un año. Toda la evidencia científica —y por lo tanto verificable— indica que la causa principal de la extinción de la Vaquita es la pesca incidental en redes agalleras. La extinción parece inevitable.

Sin culpa de la Vaquita hay un conflicto entre su biología y supervivencia y las necesidades de las familias que dependen de las pesquerías del alto golfo. Existen subsidios insuficientes y mal repartidos a pescadores por retirar licencias, artes de pesca y embarcaciones. Por el momento  el retiro artes de peca mortales a la Vaquita debe ser total en su área de distribución y los subsidios deben ser repartidos justamente. A las familias pescadoras no se les ha dado la oportunidad para aprender a usar y trabajar con artes de pesca  efectivos que minimicen las muertes de Vaquita (y tortugas y delfines). Tampoco se han desarrollado empresas familiares o comunitarias, ni han entrado industrias externas a diversificar las economías locales. No hay incentivos ni razones económicas para dejar de pescar. Es un buen momento para revaluar el futuro de las pesquerías del alto golfo. Estas pesquerías deben estar informadas y dirigidas  por la mejor ciencia pesquera disponible.

A pesar de argumentos espurios publicados como pseudociencia y secundados por Sunshine no hay suficiente evidencia de que el cese de flujos del Río Colorado después de construcción de la presa Hoover haya tenido un efecto en detrimento sobre la ecología del alto golfo o la Vaquita. Es atrevido concluir que este cese de flujo es determinante en la extinción de la Vaquita cuando el volumen de la marea en el alto golfo es cuando menos decenas de veces mayor. Enfatizo, la principal causa de muerte y extinción de la Vaquita en mar son las artes de pesca en las que se ahoga. 

La pesca ilegal de totoaba por su buche para el mercado negro chino demuestra que el contrabando y la corrupción son el motor económico de la extinción de la Vaquita. Es  inexplicable que la pesca  ilegal es desconocida o ignorada por las autoridades locales, federales o internacionales. El contrabando de buche va desde las costas del golfo hasta China pasando por Los Ángeles o Tijuana. Sin autoridades coludidas aquí y allá sería imposible. Los esfuerzos de Sea  Shepherd por salvar a la Vaquita y parar la pesca son heróicos pero insuficientes sin ayuda real por las autoridades, comunidades de pescadores y la,sociedad. 


Rescatar a la Vaquita de su extinción inminente es un deber cívico global. No podemos dejar que las extinciones determinen nuestras políticas. Nuestras políticas deben llevarnos a las pesquerías sustentables y a la conservación de las especies. El diálogo honesto y las acciones propositivas salvarán a Vaquitas y comunidades. 

No comments:

Post a Comment