Por dos
razones:
- Los encuestadores no son ni clarividentes ni omniscientes. Las encuestas se ven limitadas por sus métodología, produciendo una foto fija intsantánea de la realidad a través de la cual establecen patrones de preferencias.
- Son tan buenas como sus instrumentos de medición, y al no ser perfectos estos últimos entregan una visión parcial de la realidad que puede contener errores difíciles de desligar del método mismo.
Estas
dos consideraciones generales necesitan de dos justificaciones
generales: la metodología y el respeto a la audiencia.
La
metodología
Si
varias encuestas repetidas a través del tiempo presentan los mismos
resultados hay dos explicaciones para esto. Estas explicaciones no
son mutuamente exclusivas. La primera, presentada por la mesa de
encuestadores el viernes pasado, es que todas son un reflejo fiel de
la realidad que tratan de reproducir y por lo tanto esta consistencia
les da mayor credibilidad.
La otra
explicación es que los instrumentos aplicados son lo suficientemente
parecidos y las poblaciones a las que se aplican también, por lo que
los resultados también serán consistentes entre sí. Antes ambas
soluciones, la mesa prefiere adopatar sólo la primera respuesta,
dejando la alternativa fuera de la discusión.
Además
de la discusión inherente a si las encuestas son veraces o son
simple reflejo de su método, hay otra parte que es también
importante entender y que la mesa de encuestadores debe explicar para
así mostrar su honestidad: el márgen de error.
Cuando
un encuestador nos habla de un márgen de error de un 4 ó 5%, lo
considero grande, sobre todo si nos dicen que las muestras tienen un
tamaño significativo y por lo tanto son un reflejo fiel de la
población. Aquí cabe la duda si es significativo por que
muestrearon un número lo suficientemente grande de la población o
si consideran que al creerlo representativo de las diferentes clases,
consideran que es un buen corte de la sociedad que muestrean.
El
márgen de error no significa que hay un error en la medición, lo
que este márgen de error nos dice es la exactitud con la que creen
los encuestadores que están respecto del valor verdadero de la
población. Esto quiere decir que creen que el valor verdadero se
encuentra dentro de ese rango de incertidumbre. Hay una segunda parte
a esta aseveración. Cuando se toma una muestra se acepta una
probabilidad de estar completamente equivocado y que por lo tanto la
muestra es espuria, no refleja la realidad. Ya mencioné
anteriormente un o de los errrores metodológicos que puede causar
este error, pero este error también se puede dar al azar.
Una
mejor forma de expresar este márgen de error sería decir, por
ejemplo, la preferencia de la población por el candidato Machaca es
de 43%, con una posiblilidad de estar equivocado 5 de cada 20 veces.
Técnicamente este es un errror alfa de 5.0%.
Las
muestras ¿conveniencia o realidad? Todo muestreo y cada encuesta
está limitada por su presupuesto y por su tiempo. En su peor forma,
esto se convierte en una muestra de conveniencia. Bajo esta
circunstancia se muestrea con un mínimo esfuerzo sin una evaluación
de la validez de la muestra; en el otro extremo y bajo condiciones
ideales, la encuesta es completamente aleatoria y por lo tanto la
mejor muestra que puede haber de la realidad.
Sin
menospreciar los esfuerzos de las empresas encuestradoras mas grandes
e importantes, aquellas que presentan sus resultados en los medios
electrónicos e impresos del país, tenemos que cuestionar la
homogeneidad de su método. ¿Son capaces estas empresad de cubrir
tanto los grandes centros urbanos como las comunidades marginadas? Si
esto no es posible, hay un error inherente en su muestreo.
El
respeto a la audiencia.
Quiero
suponer que una de la finalidad de las mesa de encuestas es educar a
la audiencia sobre el trabajo que hacen las casas encuestadoras y que
nos pueden decir y que no pueden decir las encuestas. Los ponentes de
la mesa asumieron, equivocádamente, que nadie mas sabe tanto de
estadísticas y encuestas como ellos (cuando en realidad la audiencia
de ese noticiero es diversa y tiene un buen porcentaje de escuchas de
alta escolaridad). Creo que su otra suposición es que no es
necesario, o que es complicado, explicar como funciona una encuesta y
cuales son sus limitaciones.
En estos
tiempos donde tenemos acceso a tanta información, es un respeto a la
audiencia ayudarla a un mejor entendimiento de su realidad y,
también, ser lo suficientemente cándidos sobre su trabajo para que
aquellos que saben sobre estadística y muestreos no sientan que hay
razones opacas entre los expertos en la radio para ignorar las partes
débiles de los métodos de muestreo y análisis de sus resultados.
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