Thursday 25 October 2018

Quehaceres



México se enorgullece de su pasado lleno de civilizaciones que lograron extraer de sus ecosistemas no sólo alimento para su subsistencia sino también conocimientos que les permitieron crecer y progresar como civilizaciones únicas que han creado el camino del México de hoy. México es hoy un país diverso en su biología y sus habitantes. Compartimos el territorio y recursos naturales muchos Méxicos. Los Méxicos ancestrales, los contemporáneos y los futuristas. Todos debemos convivir, respetarnos y ayudarnos mutuamente a crecer. También nos toca crear el futuro en el que todos viviremos. 

En 2018 México no sólo debe ver a su pasado para guiar su futuro. Hoy crear el futuro sustentable y respetuoso de nuestra diversidad es un reto para todos. Nuestras acciones para el futuro deben adaptarse a un futuro climático sino desconocido si incierto. Este futuro es el producto de el uso desmedido de combustibles fósiles que ha acompañado al desarrollo a partir de la Revolución Industrial en el siglo XIX en Inglaterra. 

La liberación continua de CO2 y otros gases de efecto invernadero están teniendo un efecto measurable sobre el clima global. En el caso de México nuestra variedad de climas, culturas y biodiversidad quieren decir que debemos ser creativos, respetuosos, visionarios y flexibles para ayudar a nuestros Méxicos a llegar al futuro que nos espera en los próximos 50 años. Dentro de este horizonte el último reporte del IPCC apunta que contamos con apenas doce años para reducir drásticamente el tamaño de las emisiones de gases de efecto invernadero. 
México produce petróleo para autoconsumo y exportación e importa gasolinas para su uso diario. Nos toca perder esa dependencia e impulsar las alternativas energéticas sustentables que vienen del Sol, los vientos y nuestros mares explorando la tecnología apropiada para el desarrollo sustentable. 

El siguiente sexenio, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) deberá guiar la construcción conjunta de este futuro donde la biodiversidad cultural es un componente fundamental del proceso y su existencia es asegurada.

El INECC debe consolidar sus dos ramas de trabajo; no ha logrado conjuntar efectivamente los problemas ecológicos con su conocimiento sobre Cambio Climático (CC). El CC no tiene fronteras en ecosistemas, no distingue lo natural de lo urbano ni lo agrícola de lo pesquero. El INECC debe participar en la integración de la acción adaptativa entre el CC que nos lleve al desarrollo sustentable.

Al INECC le tocará comprender y comunicar que nos encontramos ante procesos dinámicos inevitables, posiblemente irreversibles que están cambiando y seguirán cambiando nuestra forma de vida. Además deberá ser instrumental en implementar las acciones que nos ayuden a enfrentar el cambio. 
Su trabajo esencial pero no único será integrar la ecología y el CC para anticipar y ameliorar los cambios en el ambiente y en nuestra forma de vida que nos esperan a la vuelta de la esquina. 
El CC está modificando y seguirá modificando los procesos ecológicos que se convierten en servicios vitales como agua y aire limpios, lluvia, control de clima y erosión. La biodiversidad mexicana es producto de nuestra geografía diversa, de la misma forma los efectos del CC sobre ecosistemas y procesos será diferente y habrá que permitir que las comunidades desarrollen las adaptaciones de acuerdo no sólo a sus ecosistemas sino también buscando como ajustar su forma de vida a la nueva realidad usando el mejor conocimiento científico disponible. 

El INECC deberá construir y recomendar escenarios posibles para llegar a resultados que minimizen el impacto del CC y ayuden a crear un futuro sustentable para generaciones presentes y futuras. Deberá construir el largo del camino del CC. La transición y el largo del camino están determinados por el tamaño del aumento de la temperatura y el tiempo que le tome en estabilizarse. 

Para lograr su objetivo el INECC deberá imaginar el cambio y cómo lo viviremos. Las directrices del INECC deben dirigirse a ecosistemas, especies, y biodiversidad cultural sin descuidar los procesos de urbanización y la diversidad ciudadana.
A todos nos toca imaginar y alcanzar ese nuevo México sustentable para todos donde la economía será determinada por el clima en un ambiente de incertidumbre. 


Además pido que se encuentre y castigue a los culpables intelectuales y materiales de los asesinato de Miroslava Breach y Javier Valdéz y del secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Extinción o No


Los desarrollos en biología molecular, que estudia la estructura y composición química de los genes nos ha dado Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y toda la controversia, discusión y resultados ambiguos que han generado sobre sus efectos en el ecosistema. No es muy sano evolutivamente ni legal introducir OGM a los lugares de origen de especies importantes para la humanidad. Tal es el caso de los maíces nativos de México y el maíz genéticamente modificado de Monsanto. 

Hay avances en ingeniería genética y nanotecnología encargadas de desarrollar las técnicas que transfieren genes o crean nuevas medicinas y moléculas con usos médicos. Hasta el momento parece que sólo están limitadas sólo por nuestra imaginación. 

Las grandes compañías de genética y farmacéuticas patentan genes productos de la evolución como si fueran sus productos cuando no son más que descubrimientos de información que sabían estaba allí. 

Existen consideraciones éticas no obligatorias que pudieran limitar hasta donde llegaremos en nuestros juegos, experimentos, negocios, patentes y especulaciones con el material genético. Es nuestra responsabilidad exigir no sólo el buen uso sino también que no se privatice la evolución, un proceso tan natural como la lluvia y los vientos. 

Estos grandes avances y grandes riesgos científicos y tecnológicos están acompañados por lo que se considera la sexta extinción masiva en el planeta. Esta vez la causa de la aceleración en el ritmo de extinción somos nosotros. Nuestro uso indiscriminado de espacios y recursos y nuestra producción de desperdicios incompatibles con los ecosistemas compiten con especies que siempre han sido raras, como la Vaquita o tan comunes como las especies de tiburones que sobrepescamos. Las especies, paisajes y ecosistemas desaparecen. Sin cambios fundamentales en nuestra forma de vida poco podemos hacer para revertir esta extinción masiva. 

Aunque hay otras opciones a considerar no para prevenir las extinciones sino para regresar especies al planeta. 

Nos dicen que con los avances tecnológicos y científicos en biología y genética y un juego completo de ADN de una especie es posible recrearla. Cualquier especie, si no hoy en el,futuro. Ya es posible clonar organismos completos. En 1996 se clonó a Dolly, una borrega que debería ser el modelo para la creación de antibióticos. La oveja murió en 2003 por complicaciones médicas. 

Podemos clonar un individuo de una especie y pudiéramos clonar a cientos o miles para repoblar su hábitat. El problema es que todos los clones serían del mismo sexo, lo que a la mayoría de las especies no les permite reproducirse. Así que sería mejor tener un juego completo de ADN de cada sexo para clonar a ambos sexos y lograr su reproducción. 

La clonación de especies extintas, llamada dextinción, se presenta como un remedio contra la extinción. Ya se discute la dextinción de mamuts. Es posible obtener ADN de sus tejidos congelados y repoblar de mamuts las praderas de Siberia y, por que no, la costa del noroeste de Baja California. Aparte de convertirse en un gran atractivo turístico poco sabemos si las circunstancias actuales en ambas regiones o cualquier otra pueden sostener una población de mamuts y además podemos garantizar su bienestar. 

Los planes de clonación de especies ahora también incluye al cetáceo más amenazado del mundo, la Vaquita. Ya en los intentos recientes pero fallidos de reproducción en cautiverio lograron obtener una muestra de tejido de una hembra. El tejido se encuentra congelado en el Frozen zoo de San Diego con otras 10mil muestras de mil especies. Una vez que sepamos clonar cetáceos podremos crear vaquitas hembra para repoblar el alto golfo de California. Sería mucho mejor tener ambos sexos para que se reprodujeran y en unos cuantos miles de años tendremos resuelto el problema de extinción de la Vaquita. 

No será fácil obtener la muestra del macho. Un tiro de ballesta debe atinarle a cuando menos un macho de una especie cuyos sexos tienen el mismo tamaño y forma. Además es una especie que rehuye del ruido de motores y permanece poco tiempo en la superficie. La clonación futura es más una justificación del poco esfuerzo de los gobiernos de los últimos 30 años por salvar a la Vaquita y las comunidades de pescadores que un esfuerzo heróico. 

Además pido que se encuentre y castigue a los culpables intelectuales y materiales de los asesinato de Miroslava Breach y Javier Valdéz y en su cuarto aniversario el secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa.


Resintiendo a la Vaquita en extinción


“Todo se resiente cuando cantas Animal en Extinción” pregona La Barranca para llorar la desaparición de una y toda especie. La extinción es una realidad, la mayoría de las especies que han vivido en el planeta están extintas, hoy contamos con menos del 5% del total de las que han existido, no es una excusa para permitir y promover extinciones. En estos momentos las extinciones son más frecuentes porque hemos destruido hábitats y competido con especies por espacio y alimento. Pero no podemos declarar a una especie extinta por convenir a nuestros intereses. 

En la primera plana del diario El Mexicano de Tijuana del 8 de septiembre Sunshine Rodriguez se deleita con la proclamación espuria de que la Vaquita (Phoecena sinus) será declarada extinta por la futura Secretaria de la SEMARNAT, Josefa González-Blanco Ortiz-Mena. Los planes de la SEMARNAT están lejos de dejar al garete a esta especie, a la riqueza biológica del alto golfo de California y el aprovechamiento sustentable de sus pesquerías. Jacques Costeau describió al golfo de California como el acuario del mundo, sólo tratándolo acuario y no como pozo de la fortuna tendremos desarrollo sustentable en sus aguas, islas y costas.

Una especie se extingue porque mueren más organismos de los que nacen y llegan a reproducirse. Para que la Vaquita mantenga una población sólo puede ahogarse y morir en artes de pesca un ejemplar cada dos años. Esa no es la realidad de la Vaquita, el número  exacto de Vaquitas pérdidas a la pesca es desconocido pero claramente superior al aceptable. El número de viajes de pescadores al alto golfo en un año supera los treinta mil, esto sin considerar la pesca ilegal de totoaba. No es inesperado pero si desesperante que estas artes de pesca atrapan incidentalmente a más de una Vaquita en un año. Toda la evidencia científica —y por lo tanto verificable— indica que la causa principal de la extinción de la Vaquita es la pesca incidental en redes agalleras. La extinción parece inevitable.

Sin culpa de la Vaquita hay un conflicto entre su biología y supervivencia y las necesidades de las familias que dependen de las pesquerías del alto golfo. Existen subsidios insuficientes y mal repartidos a pescadores por retirar licencias, artes de pesca y embarcaciones. Por el momento  el retiro artes de peca mortales a la Vaquita debe ser total en su área de distribución y los subsidios deben ser repartidos justamente. A las familias pescadoras no se les ha dado la oportunidad para aprender a usar y trabajar con artes de pesca  efectivos que minimicen las muertes de Vaquita (y tortugas y delfines). Tampoco se han desarrollado empresas familiares o comunitarias, ni han entrado industrias externas a diversificar las economías locales. No hay incentivos ni razones económicas para dejar de pescar. Es un buen momento para revaluar el futuro de las pesquerías del alto golfo. Estas pesquerías deben estar informadas y dirigidas  por la mejor ciencia pesquera disponible.

A pesar de argumentos espurios publicados como pseudociencia y secundados por Sunshine no hay suficiente evidencia de que el cese de flujos del Río Colorado después de construcción de la presa Hoover haya tenido un efecto en detrimento sobre la ecología del alto golfo o la Vaquita. Es atrevido concluir que este cese de flujo es determinante en la extinción de la Vaquita cuando el volumen de la marea en el alto golfo es cuando menos decenas de veces mayor. Enfatizo, la principal causa de muerte y extinción de la Vaquita en mar son las artes de pesca en las que se ahoga. 

La pesca ilegal de totoaba por su buche para el mercado negro chino demuestra que el contrabando y la corrupción son el motor económico de la extinción de la Vaquita. Es  inexplicable que la pesca  ilegal es desconocida o ignorada por las autoridades locales, federales o internacionales. El contrabando de buche va desde las costas del golfo hasta China pasando por Los Ángeles o Tijuana. Sin autoridades coludidas aquí y allá sería imposible. Los esfuerzos de Sea  Shepherd por salvar a la Vaquita y parar la pesca son heróicos pero insuficientes sin ayuda real por las autoridades, comunidades de pescadores y la,sociedad. 


Rescatar a la Vaquita de su extinción inminente es un deber cívico global. No podemos dejar que las extinciones determinen nuestras políticas. Nuestras políticas deben llevarnos a las pesquerías sustentables y a la conservación de las especies. El diálogo honesto y las acciones propositivas salvarán a Vaquitas y comunidades. 

Un mar de plásticos

¿Cuál es el estado del planeta? Las noticias, los reportajes y documentales y una proporción significativa de la literatura científica tocan los muchos temas que nos indican que el estado no es bueno.
Nuestro planeta es un cuerpo flotando en el espacio cubierto principalmente por agua salada. A este cuerpo de agua lo llamamos océanos. La vida se originó allí; todavía no hemos descubierto o conocemos toda la vida que en ellos existe. El cambio climático no es ajeno a los océanos. Su temperatura está aumentando paulatinamente con consecuencias graves en la disminución de la velocidad de las corrientes profundas, la capacidad de retener gases como el bióxido de carbono y el blanqueamiento de corales. A estos problemas globales debemos agregar todas las substancias y cosas que arrojamos a los océanos. 

Los derrames petroleros como el Ixtoc y el BP-Horizon en el golfo de México y el Exxon-Valdes en Alaska han dañado especies y ecosistemas marinos con tal impacto que aún no ha habido una recuperación total. 

Sabemos que los ríos llegan al mar y llega al mar lo que esos ríos cargan. Cargamos a los ríos con aguas negras y desechos industriales tóxicos, acabando con todo lo vivo a su paso. También cargamos a los ríos con las hormonas de las píldoras anticonceptivas y que  están unificando el sexo de los peces, se necesitan dos sexos para reproducir a una especie. Que forma tan triste de llegar a la extinción. Lo más visible que los ríos llevan al mar son plásticos, un peligro inminente a la vida marina. 

Antes de continuar con los problemas de los plásticos en el océano les pido permiso para un paréntesis sobre estos materiales increíblemente útiles a nuestra vida diaria. Los plásticos son derivados del petróleo y son parte integral de nuestra civilización desde mediados del siglo XX. Los plásticos son seguros y atractivos por que son higiénicos y maleables. De plástico son artículos tan despreciados ahora como los popotes y las bolsas de plástico. También están los bolígrafos. No podemos despreciar las botellas de suero y medicinas, los émbolos para inyecciones y las bolsas de suero que tantas vidas han salvado. Agreguemos las botellas de su bebida refrescante favorita, los frascos y botes de innumerables alimentos, muchas partes de automóviles y autotransportes que nos acercan mercancías y los aviones que mueven personas y productos grandes distancias por un costo bajo por kilómetro. Allí están los forros protectores de cuadernos libros, maquillajes, jabones líquidos y píldoras, el embalaje de innumerables productos y un largo etcétera que dejó a su imaginación. 

La mayoría de los plásticos son baratos y ligeros, haciéndolos atractivos a los productores al disminuir costos de producción y transporte. Ya no podemos ni sabemos vivir en un mundo sin plásticos. 

El problema de los plásticos en el océano es su abundancia y su persistencia. Usamos una vez un producto que durará cientos o miles de años y lo desechamos. El sistema económico que vivimos no está diseñado para asumir la responsabilidad de lo que produce. Con este diseño es mucho más barato producir otro plástico desde la materia prima que reusar o reciclar el ya existente. 

La consecuencia indeseable e inevitable es que hemos llenado a los océanos de productos plásticos. Muchos de estos plásticos reflejan la luz como el alimento de las aves marinas. Acaban en los estómagos de los pollos que mueren de hambre con un estómago lleno. Las bolsas de plástico asemejan a las medusas, alimento de las tortugas marinas. También ellas mueren de hambre por no tener espacio para alimento. 

¿Qué hacer con todos estos plásticos invadiendo y matando los océanos y su vida? Hay aparatos diseñados para sustraer el plástico del mar y organizaciones que a eso se dedican. Pueden sacarlo todo y seguir sacándolo por que se sigue produciendo. Acabará en tierra firme. Desplazamos el problema pero no lo resolvemos.

La solución está en todos. Debemos reducir nuestro consumo de plásticos. La prohibición de popotes y bolsas es sólo el principio. ¿Regresaremos a la compra a granel de los productos que hoy compramos envasados? Esto implica un riesgo sanitario que podemos superar ¿Será obligatorio su reciclado? Habrá que cambiar nuestros hábitos de manejo de desechos para lograrlo. 


Los,océanos siguen siendo fuente de vida y riqueza, tienen un papel fundamental en el ciclo de carbono y otros elementos. Sólo nuestra acciones pueden limpiarlos y mantener sus papeles en el planeta. ¿Qué esperamos?