La temporada de incendios de Baja California empezó en la Sierra de Juárez. No espero su apertura oficial por parte de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). El incendio suplió las cansinas arengas electorales que nos saturan.
Los incendios del noroeste de nuestro estado no son como los incendios del resto del país. Si es cierto que en ambos las causas son las mismas. También en ambos hay riesgo de pérdida de vidas y construcciones. Sin embargo las consecuencias de los incendios son diferentes y las respuestas hacia ellos también deberían de serlo.
Desde la costa y hasta las cimas de la sierra transpeninsular entre Tijuana y El Rosario vivimos en un clima mediterráneo. Climas de verano típicamente calientes y secos con inviernos típicos templados y húmedos. La humedad y el calor no suceden al mismo tiempo en una temporada.
Para que se complete el ciclo de carbono y nutrientes en la naturaleza es necesario que la materia orgánica se descomponga y reintegre al suelo. Cuando la humedad y el calor se conjuntan esta descomposición es microbiana y fungal. Esta descomposición no se da en ninguna de de las seis regiones mediterráneas del mundo: la cuenca del Mediterráneo mismo, las costas del sur y oeste de Australia, cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica, la costa central de Chile y las costas de California y Baja California entre cabo Menocino y El Rosario hasta las cimas de las montañas.
En estos lugares la descomposición natural es por fuego. En el noroeste de Baja California los rayos de verano han sido y siguen siendo la principal causa de los incendios naturales. La vegetación mediterránea es aromática porque posee aceites combustibles que ayudan a la descomposición por fuego, muchas semillas sólo germinan después de un incendio. Los incendios juegan un papel esencial en la ecología mediterránea.
Para que haya un incendio se necesitan tres elementos: combustible, oxígeno y una fuente de energía que lo inicie. En los ecosistemas mediterráneos el combustible está adaptado para incendiarse en las edades apropiadas y completar sus ciclos. ¿Qué pasa si apagamos los incendios mediterráneos como apagamos el resto de los incendios? Aparentemente sólo rompemos los ciclos naturales. En realidad las consecuencias son devastadoras. Apagar incendios mediterráneos ayuda a que se acumule materia vegetal en el ecosistema. Un bosque mediterráneo es abierto por que de cada mil plántulas de árbol una llega a adultos, las otras mueren en incendios.

La política de CONAFOR es apagar todos los incendios forestales en todo el territorio mexicano. Una política catastrófica en nuestra región. Desperdiciamos recursos, arriesgamos vidas y rompemos ciclos naturales. Esto debe cambiar, debemos adecuar las políticas a la realidad, no la realidad a las políticas.

Además pido que se encuentre y castigue a los culpables intelectuales y materiales de los asesinatos de Miroslava Breach y Javier Valdéz y el secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
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