
Edward O Wilson, biólogo de renombre y controversia, define la biodiversidad, la CONABIO la traduce: “la biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida. Este concepto incluye varios niveles de la organización biológica. Abarca a la diversidad de especies de plantas, animales, hongos y microorganismos que viven en un espacio determinado, a su variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte estas especies y a los paisajes o regiones en donde se ubican los ecosistemas. También incluye los procesos ecológicos y evolutivos que se dan a nivel de genes, especies, ecosistemas y paisajes’.

Casi siempre asociamos la biodiversidad al número de especies presentes en un área. Si es cierto que un lugar con muchas especies es biodiverso, pero ésto es sólo la riqueza de especies. Otras veces reducimos la biodiversidad a la abundancia de unas cuantas especies en un sitio. El Valle de los Cirios es un buen ejemplo de un lugar con gran abundancia de pocas especies, su biodiversidad va más allá de esa abundancia. Otras ideas asociadas con la biodiversidad es la de especies raras amenazadas como la vaquita, el borrego cimarrón o los perritos de las praderas. Al pensar en biodiversidad también pensamos en especies carismáticas como jaguares, pandas, ballenas o pingüinos o en especies emblemáticas como el lobo.
El Valle de los Cirios, San Pedro Mártir y Sierra Juárez son paisajes y ecosistemas que asociamos con la biodiversidad, su riqueza de especies, la abundancia de cada una de estas, los ecosistemas y sus procesos. Aparte de unos cuantos especialistas, jamás pensamos en la riqueza genética de estas especies, de las bacterias de sus suelos, los hongos de las micorrizas, los muérdagos o los insectos. Todos parte esencial de la salud y la biodiversidad del lugar. Cuidar, conocer y proteger ecosistemas es parte del cuidado de la biodiversidad, pero no es lo único que debemos hacer.
La biodiversidad es más que la suma de sus componentes, implica sinergias. Estas sinergias son poco comprendidas pero no despreciables. No sabemos como medir la biodiversidad o cuantificarla. No podemos comparar objetivamente la biodiversidad entre sitios tan disímiles como el Ártico y el Amazonas. Sólo comparamos excepciones, los "hotspots" y "coldspots", lugares donde, respectivamente, hay más o menos especies de las esperadas. A las amenazas a la biodiversidad debemos agregar el calentamiento global.

Como canta Quilatayún: ¿Qué dirá el Santo padre que vive en Roma?... Por nuestras tierras no dijo nada de los 43 normalistas de Ayotzinapa aunque ...le estén degollando a su paloma.
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