¿Cual
es el fin de la conservación en México? La Ley General del
Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA) dice que uno
de los fines de la conservación es el mantenimiento de los procesos
biológicos y evolutivos. Suponemos que una de las consecuencias de
este mantenimiento es que los ecosistemas que nos proveen de agua
potable, oxígeno, suelos fértiles y otro sinfín de bienes siga
funcionando como hasta hoy. Ahora estos bienes son conocidos como
servicios ambientales. Hasta
donde estoy enterado el planeta tierra no ha firmado ni puede firmar
un contrato con la humanidad para proveernos de estos servicios
naturales. Así que esta definición de los productos de los sistemas
ecológicos pueden verse como una forma de buscar dar un valor de
mercado a los productos o, mas perversamente, como una forma de
incorporarlos al mercado y sujetarlos a explotación privada.
Esta
creación de bienes debe ser utilizada de manera tal que utilicemos
los excedentes de las poblaciones o aquellas partes de las
poblaciones que pueden recuperarse en un tiempo en el que podamos
darnos cuenta si la población se está recuperando a una tasa que
permitirá que continuemos su explotación. Dicho de otra manera, que
promovamos el desarrollo sustentable con ella. Un uso así mantendrá
la biodiversidad y los procesos biológicos y ecológicos, sin los
cuales no puede haber evolución, ni habrá una conservación de la
biodiversidad. Para muchos, incluyendo un buen número de
biólogos la biodiversidad es igual al número de especies presentes
en un área. La definición mas estricta y poco conocida de la
biodiversidad también incluye los recursos genéticos y el
paisaje. No es posible medirla, pero si se puede hablar de mayor
biodiversidad.
El
mantener poblaciones viables y sustentables quiere decir que en el
momento sus números son de tal magnitud que hay variabilidad de
forma y genéticas dentro de ellas, o dentro del conjunto de
poblaciones que forman la especie, como para permitir que haya
competencia y otras formas de selección natural.
La
variabilidad, las diferencias suficientes entre individuos, y la
selección natural son las fuentes principales de la evolución de
las especies. Así que bajo el espíritu de la LGEEPA y la LGVS las
instituciones mexicanas y los ciudadanos debemos ayudar, o cuando
menos no impedir o interferir con el proceso de evolución, estas
últimas dos tal vez sean la mejor forma de ayudar. Pero los
procesos biológicos, incluyendo la evolución también traen su
carga de malas noticias. El proceso de selección natural implica que
los organismos menos aptos morirán jóvenes, o antes de reproducirse
o no se reproducirán.
Aún
mas importante, algunas especies se extinguirán de forma natural. La
historia de la vida en la tierra nos indica que esto es un proceso
común normal, con el tiempo las condiciones cambian y algunas
especies no tienen suficiente variabilidad como para sobrevivir esos
cambios. Conocemos otra forma de extinción, las extinciones masivas,
en las que grupos grandes de especies se extinguen en un periodo
relativamente corto de tiempo. Estas extinciones se deben a
contingencias, a eventos no esperados que traen un cambio rápido y
drástico del cual por razones del azar, algunos individuos de
algunas especies sobreviven.
Sabemos que cuando menos el 95% de las especies que han existido
están extintas. Esto aparentemente pone en problemas a quienes se
dedican a la protección de la biodiversidad, entendida como el
mantenimiento de la riqueza de especies , el mantenimiento de los
procesos biológicos, ecológicos y evolutivos y, aparentemente, la
prevención de la extinción.
No
podemos prevenir ni detener la extinción natural de una especie,
pero ese no es el papel de las autoridades en cuanto a la protección
del ambiente y las especies. El papel es prevenir conductas humanas
que disminuyen las poblaciones naturales de las especies y previene
los procesos naturales de selección natural. Las disminución de las
poblaciones no sólo se da por sobreexplotación, incluyendo a la
sobrepesca, también la modificación del hábitat natural a un campo
agrícola, un desarrollo turístico, un parque industrial, un parque
eólico, una nueva urbanización, la inundación de terrenos o la
construcción de caminos afectará a una o mas poblaciones presentes
en el hábitat a ser modificado.
Una
de las finalidades de las Manifestaciones de Impacto Ambiental es
medir el impacto que sobre el hábitat y las especies presentes en el
tiene el proyecto para el cual se hace la manifestación. La
SEMARNAT debe dar recomendaciones de como minimizar el impacto,
mejorar el mal causado por los daños y compensar por el impacto.
Sin embargo, cualquier disminución de hábitat es exactamente eso.
Habrá menos espacios naturales para las especies y las poblaciones
disminuirán. Tal vez el ejemplo mas claro y repetido de este tipo
de pérdida irreparable de hábitat sea el desarrollo costero a costo
de los manglares. Para Baja California el hábitat que nos debe
preocupar es el que mas nos gusta, el matorral costero del COCOTREN
(Corredor Costero Tijuana Rosarito Ensenada) donde podemos ver
desarrollos sin ton ni son y sin medidas obvias de compensación.
Así
que bajo los ojos de las autoridades y en nombre del bienestar de
Baja California estamos condenando a la extinción y fallamos en la
protección de las especies que forman un paisaje único en el mundo,
la zona costera del noroeste de Baja California, tu casa y la mía.
Debemos
pedir a las autoridades que cualquier acción de conservación que
hagan y que las evaluaciones de impacto ambiental tomen en cuenta el
espíritu de las leyes ambientales de México, mantener a los
ecosistemas funcionando y prevenir la extinción por causas humanas.
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