Sunday 27 March 2016

¿Cómo rescatamos a la Vaquita?

Foto Gustavo Cárdenas
Hace días aparecieron dos vaquitas muertas en las playas del golfo de California, cuando menos una de ellas asociada a totoabas también muertas. Una vez que se entreguen los resultados de la necropsia conoceremos mejor la causa de su muerte. Estas muertes innecesarias son indeseables y deben evitarse si queremos salvar estas dos especies. De la Totoaba hablaremos en otra ocasión. La Vaquita es el mamífero marino mas pequeño existente, endémico al alto golfo de California y también es el más amenazado del mundo. Sus números disminuyen y apuntan hacia la extinción, mueren mas vaquillas enmalladas de las que nacen, sólo puede enmallarse una Vaquita cada dos años para que la población crezca. Queda poco tiempo para hacer los grandes esfuerzos necesarios para rescatarla y ayudar a las comunidades pesqueras del alto Golfo de California a diversificar su economía y lograr su sustentabilidad. 

Este es el momento en que las buenas conciencias quieren hacer “algo”. Esta inquietud nos puede llevar a donar nuestro dinero o nuestro tiempo a quien nos dice que se dedica al rescate de este animal emblemático. Debemos proceder con precaución y  buscar el mayor beneficio para Vaquita y humanos.

Greenpeace busca donaciones para salvar a la Vaquita. Ni en su página en la red (https://greenpeace.mx/vaquita-marina/?origen=webQuePuedesHacer) ni en comunicaciones personales demuestra que lleve a cabo acciones que ayuden a sobrevivir a la Vaquita, la Totoaba o a las comunidades de pescadores del alto Golfo. Las donaciones monetarias tal cuál las pide no salvarán a la Vaquita. Tampoco las acciones de Sea Shepherd son conducentes a resolver el problema en su totalidad. Se puede ver su campaña en http://www.seashepherd.org/milagro2/ . Ambas organizaciones son conocidas mundialmente por atraer la atención a problemas ambientales, ahora se concentran en el alto golfo de California. Ambas organizaciones están patrullando las aguas del golfo en busca de pescadores ilegales y han entregado redes ilegales a las autoridades. ¿Dónde están la PROFEPA y la Armada de México?¿Dónde está el control fronterizo que impida la exportación de buches de totoaba? ¿Dónde está el presupuesto gubernamental mas allá de las palabras para salvar a la Vaquita?¿Por qué estas organizaciones patrullan las aguas? ¿Están arriesgando su vida al acercarse tanto a las redes de tráfico de drogas y Totoaba? Sería mas fácil y barato controlar la salida de pescadores desde los puertos y los campamentos pesqueros y decomisar allí las redes.
Alto Golfo de California, de internet.

Aunque no sabemos con exactitud cuantas vaquitas hay, el problema de su extinción es social, no biológico. La tasa de captura incidental de Vaquita debe disminuir para que crezca su población. Para esto será necesario cambiar los hábito de pesca de los pobladores de San Felipe, BC, Santa Clara del Golfo, SON y otras poblaciones de pescadores pequeñas. Esto no se logra patrullando las aguas del alto golfo de California. Estos son tiempos de barco caros que se pueden aprovechar para entender mejor la oceanografía y la ecología del área, así como buscar alternativas económicas sustentables. 

Las tareas que deben hacer realidad los gobiernos, la sociedad civil y los investigadores van más allá de proteger a tan preciada especie y su hábitat. Hay qué desarrollar y probar artes de pesca que la protejan a la par que su ambiente, de tal forma que se logre mantener el Golfo de California como líder en las pesquerías mexicanas. Una campaña de monitoreo regular de las variables oceanológicas y ecológicas favorables a la vaquita y a la biodiversidad del golfo es el complemento perfecto a las patrullas de vigilancia. Todos aprendemos más, además así Greenpeace y Sea Shepherd contribuyen de manera extraordinaria a la recuperación de la Vaquita y al desarrollo sustentable de la región.

Hay que establecer actividades económicas locales amigables con el medio ambiente, sustentantes y acordes a las necesidades y vocaciones de la región.  Estas deben brindar trabajos redituables y dignos que   eleven la calidad de vida de las familias de la región. Sólo con la alianza de las organizaciones de la sociedad civil, las sociedades científicas, los pobladores locales y los gobiernos podremos salvar a la Vaquita. 

El destino desconocido de los 43 Normalistas sigue siendo un problema político y de derechos humanos cuya sombra obscurece más el mandato tan pálido de Peña Nieto. Exigimos se haga justicia y condene a los autores intelectuales de este acto de lesa humanidad.















  

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