Saturday 10 June 2017

¿Promiscuidad?

Para quien estudia biología la promiscuidad es el sistema de reproducción sexual en el que ningun o de los miembros de ambos sexos se haya restringido a un solo compañero. Las causas y efectos de la promiscuidad tienen que ver con el aumento de la variabilidad en la especie, su adecuación al  medio, su supervivencia como especie y la continuidad de la existencia de los genes. La cara opuesta y también evocativamente ventajosa es la fidelidad. La evolución es un sistema ciego en el que una estrategia producto del azar es la más adecuada para dejar más organismos reproductores en la siguiente generación. La más adecuada jamás quiere decir perfecta, sólo mejor que las otras. Si hubiera una alternativa mejor a la promiscuidad para la propagación y persistencia de los genes, ya hubiera evolucionado. 

No me ocuparé aquí de demostrar como la promiscuidad y la fidelidad pueden coexistir en  un sistema evolutivo. El tema del equilibrio evolutivo es de gran interés académico y nos ayuda a entender la coexistencia de adaptaciones diferentes para resolver un mismo problema.

Acompañando a la promiscuidad, a este libre intercambio de genes con el posible resultado de un individuo que a su vez dejará más genes en la siguiente generación, surgieron enfermedades de transmisión sexual. El contacto entre diferentes miembros permite que parásitos, bacteria y virus viajen de un individuo a otro y así también perpetren su especie.

Esta carrera por la vida de la especie no tiene implicaciones morales, ni hay castigos sociales o metafísicos por incrementar la variabilidad de la especie. La naturaleza es amoral, cualquier mecanismo puede funcionar con tal de perpetuar la especie y prolongar la existencia de los genes que porta el organismo. 

Así como ha surgido la promiscuidad, también han surgido comportamientos y mecanismos que buscan reducir la promiscuidad. Estos mecanismos y comportamientos son importantes cuando los padres putativos invierten tiempo y recursos en la reproducción y cuidado de los hijos. ¿Por qué cuidar hijos de otros padres? ¿Cómo garantizar que los hijos son propios y no de otros? La evolución ha dado lugar tanto a mecanismos para engañar como para garantizar la honestidad. Este conflicto seguirá vigente mientras la reproducción sexual sea importante para garantizar la perpetuidad de una especie.

La promiscuidad no es ajena a los humanos. Hay culturas, como en Bután donde la vida es difícil y una mujer se casa con varios hermanos. La única forma de garantizar que los hijos sobrevivirán. Las condiciones de vida son tales que se necesita de más de dos  manos en el campo para garantizar que haya suficiente alimento para los hijos. El otro extremo de la promiscuidad, más conocido y alabado por los hombres son los harems. En estos un hombre tiene varias mujeres. Estos sistemas están asociados con la opulencia, pero también pueden estar asociados con el abuso sexual de mujeres de todas edades. La mayoría de las sociedades judeocristianas basan el comportamiento sexual en la pareja fiel y el resto de los humanos son depravados.

Dos riesgos importantes de la actividad sexual sin protección son el embarazo no deseado y las enfermedades de transmisión sexual. El Consejo Nacional de Población (CONAPO), aparentemente preocupado por estos problemas ha lanzado campañas publicitarias en radio y televisión. promoviendo el cuidado contra las enfermedades de transmisión sexual. Nadie puede objetar que se prevengan estas enfermedades. El problema es como el CONAPO implica que estas se transmiten. CONAPO utiliza estereotipos decimonónicos de modelos de comportamiento sexual donde el hombre (joven) es inocente,  engañado y corrompido por la mujer que por su comportamiento lascivo se hace fuente de todo mal. En el siglo XXI ya superamos el libro de Génesis y admitir que debe haber no sólo consentimiento mutuo y respeto, sino también decisiones mutuas para reducir tanto la posibilidad de un embarazo no deseado como la de transmisión de enfermedades sexuales. 

¿Qué fuerzas obscuras sobreviven en estos tiempos en las catacumbas gubernamentales? ¿Por qué utilizan estereotipos que promueven los comportamientos que dicen combatir? 

Eduquémonos sobre el respeto mutuo, el consentimiento de ambas partes y el sexo seguro e ignoremos los estereotipos que sólo retrasan nuestra madurez.


Además pido que se encuentren a los culpables intelectuales y materiales de el asesinato de Miroslava Breach y Javier Valdéz y los 43 normalistas de Ayotzinapa.

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