La conservación de especies y ecosistemas es idealista pero enraizada en la realidad para cumplir sus sueños y cometidos. Sin la mezcla de idealismo y realidad la conservación es extenuante y frustrante, aún las victorias más pequeñas cuentan. Los trabajos de conservación buscan mantener o restaurar procesos ecológicos, paisajes, ambientes o especies para que la naturaleza siga su curso y los procesos ambientales nos sigan proveyendo de los bienes y servicios esenciales para nuestras vidas como el agua limpia y el aire puro.
La conservación de especies o paisajes implica su manejo para mantener o acrecentar una población o un hábitat. Cuando hablamos de manejo para la conservación estamos hablando de como regular actividades humanas de tal manera que los procesos biológicos continúen mientras también los aprovechemos de manera sustentable.
Para lograr las metas de conservación y aprovechamiento sustentable, y para muchas cosas más, es necesario hacer un trabajo honesto con metas claras y measurable. Con esto podemos demostrar a nuestros patrocinadores y a nosotros que se están auxiliando y promoviendo la conservación y el uso sustentable de los recursos a beneficio de los habitantes de la región quienes son sus dueños legítimos, los recursos mismos y la biodiversidad.
La corrupción es enemiga de la conservación, dos ejemplos cercanos.
La Secretaría de Protección al Ambiente de Baja California está proponiendo otorgar permisos de caza para el borrego cimarrón de Baja California (Ovis canadiensis cremnobates). La tasa de aprovechamiento no debe ser cero, invitación al furtivismo.
Por controversial que se quiera hacer el tema de la cacería, esta medida beneficiará a las poblaciones de borrego cimarrón y a las comunidades donde reside la especie. Sería ingenuo suponer que no existe la caza furtiva del borrego en el estado. Este borrego es apreciado por los cazadores dado el tamaño extraordinario de su cornamenta y la belleza del paisaje donde vive. A un número significativo de cazadores les importa más el trofeo que la legalidad. La corrupción de autoridades de caza en todos los niveles en México ayuda establecer que la ilegalidad es tolerada y parte de la vida diaria mexicana y que la caza furtiva es aceptable.
Hay más de un habitante rural que gana de la caza ilegal del borrego cimarrón, pero su ganancia se ve limitada por ser furtiva, además, no trae beneficios a largo plazo a su comunidad. Con beneficios magros de corto alcance y sin impactos positivos en la comunidad no hay razón aparente para regular la cacería del borrego cimarrón.
El golfo de California alberga a la Vaquita (Phocena sinus) el mamífero marino más amenazado y en evidente riesgo de extinción si no se modifican las conductas de pesca en su hábitat. Quedan menos de 80 ejemplares. La causa principal de muerte de este animal es ahogarse en las redes agalleras en el Norte del golfo de California, incluyendo la reserva especial de la Vaquita. Ya el Presidente Enrique Peña Nieto decretó el que no deberían estar usándose estas redes en la región. Sin embargo… otro sin embargo… sigue habiendo muerte incidental de vaquitas. La pesca ilegal de totoaba para el consumo de su vejiga como afrodisíaco en el mercado del medio oriente es la causa principal. Esta pesca se puede dar porque las autoridades de todos niveles en México y Estados Unidos han sido corrompidos y tienen excusas para no aplicar la ley que prohibe la presencia de redes agalleras en el área. Entre los pescadores que lo hacen ilegalmente hay quienes toman riesgos por que tienen necesidades básicas que cubrir y otros posiblemente pertenecen a asociaciones delictuosas y se benefician descaradamente de esta actividad mientras corrompen a nuestras autoridades.
La corrupción es enemiga de la democracia, también es enemiga de la conservación. Por el beneficio a corto plazo de unos cuantos estamos perdiendo oportunidades constructivas. Una, la de beneficiar a comunidades marginadas con la caza legal del borrego cimarrón. La otra es perder a la vaquita, especie única a México, y dejar sin oportunidades de pesca sustentable a las comunidades pesqueras del alto golfo de California.
El pasado 10 de junio conmemoramos el 43 aniversario la masacre perpetrada por el grupo paramilitar de Los Halcones. El crimen no se acaba de esclarecer. No debemos permitir que una negligencia similar suceda con los 43 normalistas de Ayotzinapa. ¿Dónde están y quienes son los perpetradores físicos e intelectuales del crimen de Ayotzinapa?
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