Saturday 4 April 2015

Jornaleros agrícolas bajacalifornianos

El conflicto laboral entre los terratenientes de San Quintín y sus trabajadores ni ha desaparecido ni desaparecerá hasta que los trabajadores reciban un salario y un trato dignos. Este conflicto laboral no surgió espontáneamente y no necesita de elementos exógenos para mantenerse o crecer. Es un problema local de largo plazo con repercusiones estatales, nacionales e internacionales. 

Este conflicto revela como estos trabajadores son percibidos por el resto de los bajacalifornianos. La luz en la que nos ponen es mas de culpa e ignorancia que de solidaridad o entendimiento.

La palabra más ofensiva y discriminatoria  que sale de la boca de mis coterráneos es “oaxacaliforniano”; se refieren, irremediablemente, a los trabajadores agrícolas de San Quintín. Ese estado de la República no existe, los trabajadores agrícolas saben que es un despectivo a su origen, trabajo y clase social.  Los jornaleros de San Quintín viven y trabajan en Baja California, sus hijos viven aquí y los que pueden, aquí se educan. No son trabajadores migrantes que siguen la pizca de un lugar a otro, como es el caso de muchos trabajadores agrícolas en los Estados Unidos.  Esta discriminación abierta y promovida abiertamente  hacia una fuerza de trabajo vital para la economía de Baja California no nos ayuda a entender los problemas  y las soluciones que se requieren en campo en San Quintín. No nos remontemos a un México porfiriano que permea y obscurece nuestra realidad para solucionar este conflicto, vivamos el siglo XXI.

La creación de riqueza no es mala, es su distribución inequitativa la que genera conflictos sociales que tenemos la responsabilidad de resolver, San Quintín es él ejemplo mas beligerante de esta inequidad en Baja California. No es extraño ni sorprendente que la National Farm  Workers Association,  orqanizada por Cesar Chavez, sé identifique y apoye a los jornaleros de San Quintín, ya  pasaron por esa lucha  y no ven por que repetir un conflicto tan desgastante e inútil. A su vez los trabajadores de San Quintín  aprenden de  y recuerdan los movimientos sociales que los antecedieron; saben a donde quieren llegar y que su causa es de justicia y equidad. Aprovechan la riqueza que generará su cosecha para presionar a dueños y Gobierno a darles la vida y salario que merecen. 

Existe  responsabilidad social y de los tres poderes de gobierno estatal por resolver este conflicto de manera justa y equitativa, de no buscar culpas y culpables externos a la inequidad e injusticia del campo bajacaliforniano  y de encontrar una solución producto del diálogo y la justicia social. Los productos agrícolas cultivados con justicia nos dan mejor sabor de boca y satisfacción a todos.


Los Cuarenta y Tres desaparecidos de Ayotzinapa han pasado a segundo plano mediática. Los problemas laborales de San Quintín y los usos escandalosos y fraudulentos del erario público por parte de Partido Verde Ecologista de México no hacen que olvidemos a los desaparecidos. Todas son noticias importantes, pero ni resuelven la desaparición ni exoneran a los culpables de Ayotzinapa. Presentación de los desaparecidos y despidos irrevocable de los responsables. 

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