El conflicto laboral agrícola de San Quintín parece estar enraizado en las relaciones laborales propias del porfiriato y muy lejos de las conquistas laborales posrrevolucionarias, qué se han ido perdiendo a medida que los Cachorros de la Revolución y los tecnócratas han secuestrado el poder en México.
¿Cuál es la situación laboral de los jornaleros en San Quintín? Hasta el momento las negociaciones de los jornaleros no sólo por un salario digno, sino también por una vida digna se han visto impedidas por la actitud porfiriana de los patrones qué parecen creer mas en la servidumbre y la tienda de raya que en la honestidad, dignidad y trabajo duro de sus empleados, sino también por la interferencia del sindicalismo charro de rancia podedumbre priista. El gobernador, Francisco Kiko Vega parece haber tomado una actitud conciliadora y positiva apoyando un salario diario de $200 pesos. ¿Qué esperan políticos y empresarios por mejorar la calidad de vida en San Quintín y estimular la actividad económica local?
¿Por qué se conciben como problema los sindicatos independientes? ¿Son una afronta al poder por no ser fácilmente manipulables? Son una expresión de la democracia, las necesidades y las aspiraciones de sue afiliados. Dada la cercanía de los líderes con sus afiliados, es más difícil, pero no imposible, que se corrompan. No son indicio de lucha intraclase.
Para que San Quintín, y Baja California, alcancen el siglo XXI las relaciones laborales y la estructura social de San Quintín deben cambiar. Un salario mas justo es el primer paso. Este debe ser seguido por mejores condiciones laborales y de seguridad laboral; no podemos ignorar el abuso de los pesticidas en el agro mexicano. Deben mejorar vivienda, educación, sanidad, salud, medios de comunicación y transporte. En la medida qué todos los habitantes de San Quintín mejoren sus ingresos y su calidad de vida, mejorará la economía de la región.
Es el momento de preguntarnos qué podemos hacer para que las familias jornaleras de San Quintín alcancen una vida digna. La solidaridad se da cuando proveemos de herramientas y bienes y no de regalos a nuestros conciudadanos. Es el momento de preguntar a los candidatos bajacalifornianos a un escaño en la próxima legislatura: ¿qué harás para que las familias jornaleras de San Quintín logren una vida digna?
Cualquier intento del Presidente Peña Nieto por presentar un gobierno pulcro y honesto durante su sexenio quedará poluto por los casos históricos de Tatlaya y Ayotzinapa. Para ambos casos hay autores materiales e intelectuales. La aprehensión, el juicio y el castigo de los primeros ni es suficiente ni es justo. La suficiencia y la justicia se lograrán cuando se encuentren, juzguen y condenen a todos los autores intelectuales y a aquellos que los encubrieron. Las circunstancias de la desaparición de los Cuarenta y Tres de Ayotzinapa cuestiona las capacidades y la legitimidad del gobierno federal. Los padres y compañeros de los desaparecidos y todos exigimos la resolución de este caso como un primer paso a la honestidad por parte de este gobierno.