Tuesday 12 January 2010

Mas sobrantes para reposición

Se imprimieron 1,000 ejemplares, mas sobrantes para reposición, es un párrafo muy comun en la última página impresa de libros publicados en México. ¿Mil, mil quinientos o dos mil ejemplares de un título en un país de 100 millones de habitantes? Aquí hay una inconsistencia que tiene dos explicaciones relacionadas entre sí.

1)Los editores producen un pequeño número de muchos títulos de ganancia comercial dudosa pero de valor literario, de conocimiento, o estético poco conocido y hasta despreciado y un gran número de ejemlares de unos cuantos títulos que tendrán grandes ventas, dependientes mas de la publicidad que los acompañe que de la calidad literaria del libro.
2) El otro lado de la moneda es que hay realmente muy pocos lectores asiduos (digamos mas de un libro al mes, si al mes) en el país y no hay campañas gubernamentales, de la industria del libro o de los educadores para promover la lectura. Con la tendencia de los gobiernos neoliberales a disminuir subsidios, el precio de los libros aumenta, alejando aún mas a los lectores.

A consecuencia de las políticas editoriales y de lectura, los lectores mexicanos son mas bien penosos, poco aventureros, temerosos en sus lecturas. Es mas fácil hacerle caso a la publicidad y a unos cuantos críticos bien remunerados por su trabajo de voceros que explorar una, pocas, o muchas bibliotecas y librerías y los miles de libros que se encuentran allí. Para esto último no contamos ni con el número suficiente de ambas ni con todo el tiempo que se requiere para explorar satisfactoriamente aunque sea unos cuantos locales. Además, son pocas las bibliotecas y librerías que tienen el personal capacitado para satisfacer nuestra curiosidad y ayudarnos a encontrar un libro que nos pudiera interesar. A la mejor fuí a buscar un libro y no está, es mas posible que salgamos con las manos vacías que con un libro recomendado por el bibliotecario o el vendedor.
Cada vez que voy a una libería y encuentro un libro interesante caigo en un dilema. Si no lo compro en ese momento es muy posible que si haya otros 1,000 lectores mas sobrantes para reposición que pueden acabar con el tiraje y dejarme sin el libro, que tampoco hallaré en una biblioteca pública.
Esta compra sólo acrecienta mi pequeña montaña de lecturas futuras que crece mas rápido que lo que puedo leer.
No es es de extrañarse que en un país donde abunda la televisión y sus multinefarios canales no exista una red de bibliotecas públicas y suficientes librerias donde el silencio apenas interrumpa el deleite, la concentración o la reflexión de los lectores y donde la biblioteca de la casa, muchas veces sea mas decoración que una invitación a los visitantes a pasearse por el país de las letras.
En este siglo xxi donde la lectura queda muy detras de la televisión, la radio, el cine, el internet, los periódicos y el teatro ¿Es la lectura LA foma de educar? Cuando menos en los medios impresos, siempre podemos volver a la página anterior y corroborar nuestras dudas. Los otros medios, principalmente la TV nos educa como a perritos pavlovianos, repetición hasta que la mentira se vuelve verdad. Entonces si, la lectura es una forma de educación autodidacta.
A pesar de las corridas escasas y los precios de libros los lectores subsitimos y seguimos leyendo. Promovamos la lectura y hagámonos un poco mas críticos, un poco mejores.

P.D. Muerte y resurrección de la lectura popular:
http://www.jornada.unam.mx/2010/01/14/index.php?section=opinion&article=a05a1cul
P.D. II. Acabo de leer Padre y Memoria de Federico Campbell. Se tiraron 500 ejemplares, publicado por la UAM. Ningun autor puede vivir de las regalías de un tiraje así.

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