Saturday 10 June 2017

Muro a la Trump

¿Qué frenará el muro de Trump? ¿Qué impulsará? ¿A quién hará más rico y a quién más pobre? ¿Impedirá el flujo migratorio o hundirá la economía fronteriza? ¿Qué pasará con los paisajes y hábitats a lo largo de la frontera?

A pesar de todos los consejos, sabios y no tan, que Trump ha recibido sobre la inutilidad del muro fronterizo, dice que lo construirá. No lo imagino cambiando el golf por ir a pegar ladrillos. Lo construirá porque fue una promesa de campaña; porque quienes votaron por él lo creen imprescindible, pero no conocen la frontera. Sin embargo dan la impresión de no haber ido nunca más allá de una legua de su casa. 

El muro de Trump no frenará la inmigración, será más cara y riesgosa. Mexicanos y centroamericanos desesperados pagarán más por que los ayuden a superar una barrera más grande y continua arriesgando su vida en lugares más inaccesibles. Los traficantes de personas y los agentes aduanales a ambos lados de la frontera se harán más ricos. 

El muro impulsará a las grandes constructoras a buscar ganancias. ¿Quién asegurará que todos sus trabajadores serán legales? CEMEX cree poder licitar la entrega de concreto, pero se olvida de que Trump dice que todo se hará con mano de obra y material de los Estados Unidos. ¿Qué será más fuerte un buen negocio o una promesa de campaña?

Nada indica que el muro fronterizo impida el tráfico de substancias recreativas ilícitas hacia el Norte o el movimiento de armas de fuego hacia el Sur. Ganarán los carteles de drogas y armas. Perderán los adictos e inocentes que caigan ante los disparos. 

La amenaza del muro, el precio del dólar y la orden de desprecio hacia los visitantes que hincha los corazones de muchos agentes de inmigración han hecho que cada vez haya menos mexicanos gastando sus pesos allende la frontera. El muro será el último clavo en el ataúd de negocios en ambos lados de la frontera. La quiebra no tiene fronteras, sólo víctimas. 

El muro no es una alucinación barata de Donald Trump. Ya existe en California, colindando con Tijuana, Tecate y Mexicali. También hay muros en Sonora y Nuevo México. Donald Trump puede construir un muro que no parará a los traficantes de humanos, armas y drogas, pero sí impedirá el flujo de animales y plantas a través de una línea imaginaria que bisecta arbitrariamente paisajes de gran belleza. 

Los muros fronterizos han interrumpido brutalmente el movimiento de animales y coartado sus poblaciones. Sólo podemos especular cuanta fauna se perdió y cuantas plantas han muerto por que el agua no fluyó en la dirección y a la distancia correctas. Jamás supimos de una manifestación de impacto ambiental donde se tomaran las medidas que permitieran el flujo de individuos, genes, agua y energía a través de la barrera. Si fuimos testigos de la destrucción de hábitat para facilitar el movimiento de vehículos a lo largo del muro. También recordamos que se retiraron a los caballos que podían llegar a lugares donde aún no entran los vehículos.

Durante la planeación y construcción del muro se advirtió de los riesgos ambientales y de sus consecuencias. El gobierno de Fox, a través del Canciller Castañeda, creyó que íbamos por la enchilada completa. Hablar y negociar la desaparición del muro tiraba a la enchilada por la ventana. Nos quedamos sin enchilada migratoria y el paisaje y la vida silvestre han sido perturbados por el muro. El nuevo muro no sólo es tarea de Sísifo. Los problemas ambientales que causará no son remediables y la administración de Trump ni siquiera ha atisbado sus consecuencias políticas y ambientales. 

Ningún gobierno ha mostrado interés en proteger a las personas que necesitan de una fuente de ingreso digna, los paisajes y ambientes fronterizos y la flora y fauna que los conforman. 

Para defender a las personas y a los paisajes hay una solución. Tirar el Muro y abrir la puerta al tránsito legal y controlado de trabajadores migrantes. Pierde la corrupción y ganan las personas y los ambientes naturales. Lo decía una pinta en Tijuana, Si el de Berlín cayó, este por qué no. 

Tal vez sea mucho pedirle a Trump, quien sólo aprecia los buenos negocios, los campos de golf y los votos de aquellos que no pueden pagar esos campos, que sepa que el muro fronterizo creará más problemas de los que jamás resolverá. 


Los Normalistas de Ayotzinapa pudieron estar involucrados involuntariamente en el tráfico de drogas. Ese accidente pudo parecer imperdonable a toda la trama de capos y autoridades. Juicio a los autores físicos e intelectuales. 

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