Saturday 10 June 2017

Municipio Verde

Las elecciones municipales recientes no cambiaron la orientación de la política tradicional ni la de los políticos que participaron en estas elecciones. Sin embargo, la realidad y la consciencia ciudadana sí. Las redes sociales y la realidad van muy por delante de la política y los políticos. No importa que partido o persona sea elegido de entre los políticos con mentalidad del siglo XX, no sobreviviremos el siglo XXI. Si no cambian su actitud y ejercemos con convicción y firmeza nuestra responsabilidad de voto, no deben estar en el poder. 

¿Cuáles son los cambios civiles y ambientales más importantes a los que nos debemos ajustar? ¿Qué responsabilidades tenemos? ¿Qué debemos hacer para sobrevivir nuestra nueva realidad?

En las últimas décadas del siglo XX resurgen dos conceptos importantes: el desarrollo sustentable y la política Verde. Deshagámonos de la falacia de que el Partido Verde Ecologista de México busca el desarrollo sustentable y una Ecología verde. Ninguna de sus propuestas de protección a los animales en cautiverio, de la Ley General de Biodiversidad o la de pena de muerte a los secuestradores tiene algo de sustentabilidad o justicia. Son un partido nacido de las entrañas del PRI que se ha acomodado en un sistema ajeno a las necesidades de la nación. 

Como la libertad de prensa, las redes sociales son el privilegio de aquellas personas que pueden pagarlas. Se han vuelto más accesibles, pero el mexicano más rico no está interesado sean una forma universal de comunicación. Su uso nos ha permitido desenmascarar y comunicar los actos de corrupción y los errores de gobierno, educación e industria, ahora los gobernantes saben que conocemos sus actos. Lo que nos falta es traducir ese conocimiento a votos que desarmen a la corrupción y la apatía.

El desarrollo sustentable define que debemos usar recursos de manera tal que garanticemos su uso por las generaciones futuras. También debemos considerar las necesidades de la naturaleza por estos recursos, como lo es el agua o espacios abiertos, para completar sus ciclos y proveernos de bienes como oxígeno, suelo, alimentos y paisajes. Las políticas de desarrollo, urbanización, alimentación y educación deben apuntar hacia el desarrollo sustentable. Debemos traducir nuestros votos en políticas adecuadas al siglo XXI.

Para crear ese futuro en casa necesitamos un municipio verde. Donde el transporte público sea digno, limpio, puntual, cómodo, seguro y motivado por el servicio. Un transporte público que entienda que las concesiones son un privilegio antes que una fábrica de dinero y fuente de contaminación. Así preferiremos usar el transporte a nuestro transporte. Donde el uso de la bicicleta para ir a trabajar, estudiar o pasearse sea seguro. Donde el caminar sea un placer y no un riesgo.

Un municipio donde la basura deje de ser un problema y se convierta en un recurso. Donde se prohiban los empaques innecesarios. Donde se reusen botellas, bolsas, cubetas, cajas, etc. Donde el reciclado sea parte de todo hogar e industria y haya una industria local de reciclado. Donde la composta cree jardines privados y públicos. 
Un municipio donde la salud este al alcance de todos por que hay clínicas donde se necesitan con el equipo médico y medicinas necesarias. Donde la medicina preventiva sea la razón de nuestra salud.

Un municipio donde la alimentación saludable esté al alcance de todos y el municipio sea una fuente importante de nuestro alimento y de nuestro trabajo bien remunerado.

Un municipio donde el cambio climático es parte esencial de la realidad a la que debemos adoptarnos en los próximos 50 años.

Asegurémonos que en las próximas elecciones los candidatos al gobierno municipal asuman las condiciones para que nuestra huella de carbono disminuya por que reducimos empaques, minimizamos la importación de productos y pasamos más tiempo en bicicleta o caminando. Candidatos que prefieran las obras útiles y sin desperdicio o corrupción a las obras faraónicas con prebendas a los funcionarios.

Ensenada ya demostró su capacidad de apoyar e impulsar a candidatos independientes. Ahora busquemos a aquellos que nos ayuden a vivir mejor y sean responsables y transparentes todos los días.


El caso de los Normalistas de Ayotzinapa cumplirá 9000 días de angustia. Si fue tan fácil descubrir el robo del jersey de Tom Brady escondido bajo una camisa, ¿por qué no podemos encontrar a 43 normalistas? ¿Necesitamos una intervención extranjera para encontrarlos? ¿Hasta donde llega la negligencia y la corrupción?

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