Thursday 8 September 2016

Cambia tu vida

Cuando vemos un comercial sobre el cambio de vida nos promete una vida más balanceada, feliz, fácil, satisfactoria y hasta con mejor nivel de vida. Con el calentamiento global en el que vivimos nuestras vidas sin van a cambiar, pero no para mejorar. Nos esperan tiempos difíciles. Debemos empeñarnos para modificar drásticamente nuestras vidas y llegar a un mundo diferente al del que nacimos.

Los modelos climáticos predicen que en los próximos 50 años veremos cambios drásticos en los patrones de lluvia y en la aridez de los paisajes. Las plantas que nos rodean serán diferentes, primero las plantas anuales, luego los de vida más larga y finalmente los árboles. Como cambiará la base alimenticia de los animales, estos también cambiarán. Muchas plantas y muchos animales se podrán desplazar junto con las temperaturas y patrones de lluvia que les son favorables, los que no desaparecerán y también los que dependen estrictamente de ellos. Los cambios no siempre se dieron así de rápido. 

Hace unos 15 mil años, al final de la última glaciación, el paisaje de Baja California cambiaba rápidamente. En unos cuantos miles de años los bosques de pino encino se vieron relegados a las partes altas de las sierras, la gobernadora empezó a habitar el desierto y el paisaje mediterráneo del noroeste de Baja California comenzó. Hasta mediados del siglo pasado sabíamos que los cambios de paisaje serían medidos en tiempos evolutivos, miles de años o más. 

Sin embargo… sin embargo, nuestra dependencia absoluta de los combustibles fósiles ha hecho que la concentración de CO2 y otros gases con efecto invernadero aumente y consecuentemente la también la temperatura promedio del planeta. Los océanos son más ácidos, las corrientes oceánicas disminuyen su velocidad y el clima cambia: los patrones de lluvia, los vientos, la longitud de las estaciones y los extremos de temperatura, lluvia y huracanes y tifones. Estos cambios son acelerados. La evidencia más clara es que hemos entrado en una extinción masiva de especies causada por nuestra forma de vida. Las extinciones continuarán y no hay forma de predecir exactamente quien se va, quien se queda y cuales son las consecuencias en el funcionamiento de los ecosistemas y los bienes y servicios que nos proveen: aire y agua limpios, regulación de la temperatura, lluvias, descomposición de la materia orgánica para su reincorporación al ecosistema y muchas más.

Vivimos un mundo en transición, no estamos preparados. No sabemos lo suficiente de como será esa transición ni nos hemos preparado para ella.  Tampoco nuestros gobernantes electos consideran que es un tema que deben abordar. A lo largo de nuestras vidas nuestro mundo cambiará perceptiblemente, lo que sabíamos hace cinco o diez años no nos servirá para funcionar en el entorno de los próximos 10 ó 20 años. Ni nuestros cultivos y ganadería, ni nuestra pesca serán los mismos. La vida no será como la recordamos y lo que aprendamos hoy no será útil de aquí a 50 años. El único mensaje que debemos transmitir es que el cambio climático exigirá cambios en nuestra forma de vida.

Después de la transición esperamos la calma. La próxima generación llegará a un mundo nuevo en el cual los cambios ya no serán tan acelerados y los planes no serán transitorios. Podrá proyectar para un ambiente mas estable, siempre y cuando no disparemos una inestabilidad climática permanente donde las condiciones extremas constantes no permitan vivir con esperanza de un futuro cierto. El camino a este nuevo mundo es incierto y sin un final visible. ¿Donde encontrar el apoyo para transitarlo?

Lo desconocido y el cambio forzado no generan votos. No podemos esperar que los gobiernos adopten por si mismos políticas que acepten una transición necesaria. El cambio social inspiraría el cambio político. Aunque nuestros gobiernos hablan de cambio climático y cacarean sus políticas para enfrentarlo, la realidad apunta en otra dirección. No hay una política de estado clara que se desprenda de la dependencia del petróleo en nuestra economía gubernamental, empresarial y popular. Tampoco se impulsan con capital de investigación y riesgo las fuentes de energía sostenible que México puede desarrollar. No hay políticas por parte de las secretarías de medio ambiente, agricultura y pesca, economía o energía que apunten a la transición y el nuevo estado del ambiente.
¿Qué esperan nuestros gobiernos para garantizar nuestro bienestar?


Nuestros mandatarios se rehusan a resolver el caso de Ayotzinapa ¿Que ocultan?

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