Thursday 1 October 2015

Ineptitud plus

Hace más de un año desaparecieron en Iguala Cuarenta y Tres estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero.  Algunos de sus compañeros ya se graduaron;l os Cuarenta y Tres siguen desaparecidos y sus futuros truncados. Nadie desaparece así nada más de la faz de la tierra, ni se hace humo, como reza la verdad histórica de Murillo Karam. La desaparición de los Cuarenta y Tres ha destapado un sinnúmero de tumbas clandestinas. ¿Dónde están los Cuarenta y Tres? ¿Quiénes son y dónde están los culpables?¿Dónde están y qué hacen las autoridades responsables? ¿Están encerrados tras sus trincheras con miedo al público? ¿A fuerzas superiores a las del estado?

En las aulas de Ayotzinapa hay Cuarenta y Tres asientos vacíos esperando a sus estudiantes. En Ayotzinapa hay Cuarenta y Tres familias desgarradas esperando noticias sobre el destino de sus hijos. En Ayotzinapa se concentra la consecuencia de la violación sistémica y sistemática a los derechos humanos y a la dignidad de las personas en México. En Ayotzinapa se enfocan los ojos del mundo para resaltar la fragilidad de la democracia mexicana y de sus instituciones judiciales. En Ayotzinapa  brota la desconfianza a las fuerzas públicas del país. En Ayotzinapa sospechamos la colusión entre lo más corrupto del gobierno. En Ayotzinapa están nuestras esperanzas de encontrar a los desaparecidos. En Ayotzinapa están nuestras esperanzas de un México mejor.

Las marchas, plantones, tomas de casetas, artículos y columnetas en la prensa y demás formas de protesta no van a hacer que de forma mágica aparezcan los Cuarenta y Tres. Los diálogos de los familiares con el gobierno tampoco harán que aparezcan.  Éstas son las formas que la sociedad tiene para recordar todas las responsabilidades que tiene el gobierno para proteger a sus ciudadanos y para entregar cuentas claras de su quehacer e ineptitud. La mentira y la ineptitud gubernamental no son razones suficientes para olvidar a estos Cuarenta y Tres desaparecidos, y tantos más.

Los Cuarenta y Tres de Ayotzinapa y todos los otros desaparecidos, las fosas clandestinas y las fuerzas armadas irregulares que pululan en el país nos acercan más a la realidad de las dictaduras latinoamericanas de ayer y los Mara Salvatrucha y el narcoestado de hoy. La guerra obscura, aquella que los gobiernos y sus enemigos armados no han declarado contra nosotros, es parte de nuestra realidad. El populismo es la menor de nuestras preocupaciones, aunque el Presidente opine diferente. 

En Ayotzinapa los gobiernos locales, estatal y federal han demostrado su ineptitud para gobernar y su ineptitud para resolver un problema que ellos crearon. En Ayotzinapa los gobiernos han demostrado fehacientemente su ineptitud para controlar al crimen organizado. En Ayotzinapa los gobiernos han sido superadas por el problema que ellos crearon. En Ayotzinapa el estado fallido oculta su ineptitud con silencios y burocracia. En Ayotzinapa el gobierno desnuda su ineptitud.


En Ayotzinapa  Los Cuarenta y Tres deben ser presentados. Nosotros los mexicanos y el resto del mundo no podemos con el dolor diario propio y ajeno y menos con la ineptitud de nuestros gobiernos.


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