La mayoría de los analistas políticos mexicanos que he visto en la televisión, escuchado en la radio o leído en los medios impresos se escandalizan y están rasgando sus vestiduras y las ajenas. Para todos ellos un mutante, un zombie, un excéntrico inmensamente rico está buscando la candidatura del Partido Republicano para la presidencia de los Estados Unidos. Donald Trump.
¿Por qué si se trata de una aberración, como nos lo hacen creer nuestros analistas, es tan popular Trump? Porque Trump no es una aberración; Trump es el ideal del Sueño Americano. Trump tiene la vida que el hombre blanco de clase media sin un grado universitario aspira, cree que merece y puede lograr si trabaja duro. Este soñador no se acuerda de las veces que Trump ha estado en la bancarrota o ha defraudado a otros soñadores. Porque el Republicano típico al cual Trump apela cree que el Sueño Americano es un derecho sólo para él. Cualquier otro individuo de otra raza que aspire a una vida así es un invasor del país que el hombre blanco siente que creo.
Trump es popular por que refleja sin distorsiones los ideales y pensamientos de una clase que se siente amenazada por las aspiraciones de todos los demás estadounidenses. Los hombres blancos se sienten amenazados por la diversidad, por el miedo a lo desconocido que representan sus vecinos venidos de otros barrios, otras ciudades y otros países. Vecinos con las mismas aspiraciones, pero vecinos inescrutables.
La atracción de Trump como candidato va más allá de los extremistas del Tea Party que exigen menos impuestos y más libertades, o de las aspiraciones a una desrregulación completa de la compra y portación de armas de la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en Inglés).
¿Por qué es más atractivo como (pre)candidato que otros políticos Republicanos con más experiencia? Porque, como el electorado que lo sigue, no siente compromiso con los políticos de carrera. Porque Trump desafía a los otros precandidatos Republicanos a olvidarse del compromiso, parte esencial de la política cuando existe más de un partido. Porque Trump propone soluciones simplistas (además de populistas) que los otros candidatos saben llevan al suicidio político.
Tal vez nuestros analistas demonizan ociosamente a Donald Trump por que temen que el voto del Republicano promedio le entregue la presidencia de los Estados Unidos. Este triunfo envenenaría las relaciones binacionales y empeoraría nuestra vida diaria. La caricatura de Trump que proyectan no afecta las elecciones presidenciales de 2016. Debemos entender la presencia de Trump por el cambio social que implica, eso si vale un buen análisis.
La verdad histórica expresada por el exprocurador Jesús Murillo Karam sobre el destino de los Cuarenta y Tres desaparecidos de Ayotzinapa se esfumó en el basurero de Coyuca. El reporte de la comisión de expertos invalida hipótesis de la incineración. ¿Dónde están los Cuarenta y Tres? No quiero un día más de conmemoración nacional para recordarlos. Los queremos vivos. Ya.
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