Thursday 8 January 2015

¿Quién salvará a la Vaquita?

La Vaquita, Phoeocena sinus, un mamífero marino que sólo habita el alto golfo de California y el cetáceo más amenazado del mundo puede extinguirse en los próximos dos años, se estima que quedan menos de cien individuos. La Vaquita, como muchos peces y tortugas marinas son parte de la pesca incidental de camarón, la pesca ilegal de la totoaba, especie en peligro de extinción y con precios exorbitantes en el mercado negro, y otras especies. La pesca incidental es todo aquello que sé recoge durante la pesca sin valor comercial aparente. Generalmente es regresada al mar ya muerta. En muchas ocasiones la pesca incidental es diez veces más grande que la pesquería objetivo. 

Las pesquerías del golfo de California son las más importantes de México y fuente importante de empleos e ingresos en Baja California y Sonora. Sus productos forman parte esencial de los menús de restaurants de México y el mundo y es imprescindible en ceviches y tacos de los carritos y puestos en Baja California y Sonora. Nuestro consumo y la demanda extranjera por camarón y pescado son el motor de extinción de la Vaquita.

Las especies se extinguen por que mueren más individuos de los que nacen. La Vaquita muere ahogada en las redes de los pescadores y hay comida en nuestras mesas. Sin mejores artes de pesca, alternativas económicas para la conversión de pueblos de pescadores en comunidades con diferentes fuentes de ingreso y una conciencia nacional sobre las implicaciones ecológicas de la pesca la Vaquita se extinguirá.

Las leyes y normas mexicanas sobre artes de pesca no son respetadas por los pescadores; las autoridades no tienen la capacidad para ejecutar estas leyes. Además la demanda del mercado y la economía familiar del pescador exigen una ganancia máxima.

¿La Vaquita se extingue por que los pescadores son negligentes en sus tareas, o por exceso de demanda nacional y extranjera en un mercado pobremente regulado? ¿La solución es la restricción de la pesca, la conversión de las artes de pesca para minimizar la pesca incidental, la conversión de pescadores en turisteros o empleados y gerentes en hoteles de ecoturismo, la creación de granjas de camarón en la región o la explotación sustentable de otros recursos naturales en el área tanto en el golfo como en el desierto? Esto y más.

Dado el estado precario de la Vaquita es necesario prohibir la pesca en su habitat preferido. Esta no es buena noticia para los pescadores ni para las autoridades que usan los permisos de pesca como favores políticos. 
No podemos ser la causa conocida de su extinción, aún podemos cambiar nuestros hábitos pesqueros y alimenticios para salvarla.


En su última propaganda televisiva Enrique Peña Nieto se olvidó de la realidad nacional y nos pintó un futuro venturoso. Los Cuarenta y Tres desaparecidos de Ayotzinapa no valen siquiera una disculpa, una explicación o buenos deseos. ¿Que habrá contado en la Casa Blanca de Washington? Peña Nieto nos debe una explicación honesta y convincente y la solución pronta de las desapariciones. 



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