Wednesday 14 May 2014

Bicicletas y Civilidad

El fin de la era del petróleo, que veremos durante nuestra vida, exige un mejor uso del recurso y la búsqueda de alternativas a los usos que hoy en día le damos. El primer uso es la producción y consumo de gasolinas, diesel, combustóleo y turbosina, es aquí donde deberíamos disminuir el consumo. Cada vez los motores de combustión interna son mas eficientes, pero eso no es suficiente, cada vez hay mas vehículos de motor en funciones. La llegada del auto eléctrico a nuestro país es utópico si la generación de electricidad se hace por plantas de ciclo mixto, seguiremos consumiendo petróleo para desplazarnos.

La economía mundial está basada en el movimiento de mercancías y personas con motores de combustión interna y secundariamente por vías acuáticas y ferroviarias. La transición será difícil; aún después de que se acabe el petróleo la infraestructura permanecerá. ¿Cómo aprovechar esa infraestructura en nuestro futuro inevitable sin petróleo?

Una de las soluciones siempre ha estado con nosotros, antes de que se tomara la decisión de impulsar la economía a través del transporte a base del petróleo. La bicicleta. Esta es una forma de transporte eficiente, mucho mas eficiente en su uso de energía que el caminar o usar un vehículo, con bajo impacto en la infraestructura de camino, que requiere poco mantenimiento y de impacto local inmediato.


La mayoría de los habitantes urbanos en su vida diaria cubren distancias menores a los 15 km (menos de 10 millas en medidas anacrónicas). Distancia que puede ser cubierta en menos de una hora en bicicleta. Es posible moverse en bicicleta, mantenerse en forma, diferente a la esférica, y contribuir de manera constante hacia un futuro post-petróleo funcional y una economía sustentable.

En muchas ciudades de México, incluyendo Ensenada, se han hecho esfuerzos, mínimos y sin trascendencia, para impulsar el uso de bicicleta. Los pocos corredores de bicicletas que aquí existen no ayudan a disminuir el número de vehículos en circulación por que están mal diseñados , no son seguros y no cubren rutas de uso diario, como la de la Av. Reforma, para desplazarse al trabajo o a la escuela. Existen y se han presentado a cabildos planes con rutas ciclistas viables, sin conflictos de tránsito que ayudarían a desplazar a trabajadores y estudiantes. Como colofón, una buena ruta ciclista ayudaría a disminuir no sólo el tránsito vehicular, también los problemas de estacionamiento del centro, universidades y centros de investigación.

Ensenada, pese a que no es plana, tiene una cultura ciclista incipiente. En casi cualquier momento podemos ver ciclistas dirigiéndose o regresando de un paseo a San Miguel o al cañón de Doña Petra, y otros valientes mas yendo hacia las universidades y centros de investigación o desplazándose por el resto de la ciudad, son una minoría que no debería ser.

Hay una gran distancia entre el uso actual de la bicicleta y la civilidad que debe existir de parte de los
ciclistas y de los otros conductores. Ciclistas y choferes debemos entender que la bicicleta es otro vehículo mas en el arroyo. Los ciclistas deben obedecer el reglamento de tránsito, respetar semáforos y discos de alto, no circular en contrasentido, evitar las banquetas, marcar su vueltas y sus altos, respetar a los peatones y un largo etcétera. Los choferes deben dar el espacio necesario a los ciclistas como a cualquier otro vehículo para que puedan maniobrar, sin considerar a los ciclistas como peatones fuera de lugar o blancos atractivos.


Ensenada merece y puede estar a la vanguardia como ciudad civilizada, verde y sustentable, exijamos al cabildo las rutas ciclistas que nos ayudarán a lograrlo.

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