Wednesday 30 April 2014

La PROFEPA y el rescate de especies

La primavera es una época representada trivialmente por flores, mariposas y avecillas canoras inconsecuentes. La realidad es mas interesante, los frutos, los cachorros de mamíferos y los polluelos llenan la naturaleza. A diferencia de los humanos, donde a través de nuestros sistemas de salud hemos disminuido significativamente la mortalidad perinatal e infantil, la mayor mortandad de aves y mamíferos se da en el primer año de vida, aunque no los vemos por que viven alejados de nosotros y la reclusión es una buena estrategia de supervivencia para pollos y cachorros.

Es cuando los polluelos y los cachorros empiezan a vivir independientemente que aumenta su probabilidad de muerte ya sea por resultar la presa de algún depredador, por inanición, por enfermedad o por alejarse de su refugio. También por desconocimiento nuestro cuando encontramos a un cachorro abandonado.
Aguililla rojinegra capturada en BSQ

Nuestra primera reacción, tal vez equivocada, es proteger y alimentar a este animal abandonado, herido o hambriento. Mi argumento de por que esto es una razón equivocada es que si el animal está en su medio natural y no va a sobrevivir no tiene las características que lo harán un buen adulto, o el ambiente no tiene los recursos necesarios para su supervivencia. No es una razón equivocada si estamos seguros que el animal está en malas condiciones. Esto es resultado de un mal provocado por nuestras acciones que van desde cacería ilegal hasta el abandonar basura que pudiera ser ingerida por algún animal.

¿Que hacer cuando nos encontramos con un animal en situación de estrés? Tenemos tres opciones, la primera, posiblemente la mas común es ignorarlo y seguir nuestro camino. La segunda, la oficial, es llamar a la oficina local de PROFEPA o de Protección Civil y pedirles que se hagan cargo del animal. Esta opción es, considero, muy difícil que tenga efecto. PROFEPA tiene horas de trabajo restringidas, no tiene oficinas en todo el estado, un número de teléfono tipo 800 de atención constante, o el presupuesto para desplazarse para estos casos (hay que desembolsar gastos de viaje y viáticos). Protección Civil no es muy diferente. Parece que ninguna de las dos oficinas entiende que hay un riesgo de salud humana asociada a un animal que es fácil de capturar. Además, muchos de sus empleados no están entrenados para manejar animales silvestres. La tercera opción merece mas detalle.

En esta tercera opción puedo hablar de mi experiencia. Empiezo con dos notas precautorias. Si ven un cachorro de foca solo en la playa, déjenlo. Tomen fotografías pero no lo toquen. La madre salió en busca de comida y regresará con leche. El olor humano puede confundir a la madre y causar que esta abandone su cría. La segunda, los animales silvestres son salvajes, tienen garra, uñas, colmillos y otros instrumentos punzocortantes que usarán en defensa propia cuando se sientan amenazados. Si no sabes como controlar al animal, mejor déjalo en paz. Busca la ayuda de algún biólogo o veterinario, siendo consiente de que es una falta federal manejar vida silvestre sin la autorización de la PROFEPA.

Hace muchos domingos, cuando el virus del Nilo se esparcía en el continente, apareció en un chapoteadero de un club deportivo de Ensenada un volantón, pollo que empieza a volar, de garza. Era obvio que se había perdido y no podía regresar a su nido. La urgencia es que al día siguiente empezaba el curso de verano y tanto la garza como los niños corrían peligro. Sin ayuda de la PROFEPA o Protección Civil capturé a la garza. La mantuve en casa hasta la mañana siguiente cuando se la entregúe a la PROFEPA. No supe mas del caso.


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